Los efectos que provocó en la economía mundial el miedo a una recesión en Estados Unidos
Estados Unidos vive una época económica en la que nadie se atreve a pronosticar que puede pasar. Desde hace un tiempo vive con unos tipos de interés bastante altos, con el objetivo de controlar la inflación iniciada en 2022, y por el momento no parece que la Reserva Federal tenga la intención de cambiar esta situación. A eso hay que sumar la inestabilidad política, ya que a pocos meses de las elecciones presidenciales, todo puede pasar.
El repentino abandono de Joe Biden, actual jefe del gobierno, de la carrera presidencial, y la aparición de Kamala Harris como solución de emergencia del Partido Demócrata, no ha hecho otra cosa que generar incertidumbre. Al otro lado de la mesa de juego se encuentra Donald Trump, que podría reeditar su victoria del año 2016, y que cuya elección ya provocó diferentes efectos económicos en el país americano.
En este contexto de inestabilidad, la pasada semana se publicó un informe que hablaba de una clara desaceleración del mercado laboral estadounidense. Este estudio mostraba que no se habían cumplido las previsiones de bajada de desempleados en el mes de julio, además de que el número de nuevos empleos no había sido el que se esperaba.
Todo ello contribuyó a generar un temor a nivel mundial de que la economía de Estados Unidos pueda estar en riesgo de entrar en un periodo de recesión. Ese pensamiento llevó a que las bolsas del mundo entrasen en crisis en la jornada del 5 de agosto, provocando unos efectos muy complicados a nivel local e internacional.
Una fuerte sacudida al mercado americano
Lo cierto es que ese informe publicado sobre el mercado laboral y el posterior miedo a la recesión golpearon de forma contundente al mercado americano. Nadie esperaba la posibilidad de una contracción de la economía, teniendo en cuenta que se había mantenido cierto crecimiento en un contexto tan complicado como el provocado por los tipos de interés alto. La pregunta que se hizo todo el mundo fue la misma: ¿cómo es posible que haya ahora una recesión si durante todos estos meses de tasas de interés altas se ha evitado caer en ella?
Por todo ello, los principales valores bursátiles de Estados Unidos se vinieron abajo. El índice Dow Jones sufrió una caída de un 2,6%, mientras que el S&P lo hizo un 3%, firmando sus peores jornadas desde septiembre de 2022. No se quedaron atrás otros elementos referenciales del mercado como el Nasdaq Composite, donde están sin ir más lejos las acciones de Amazon, con un retroceso del 3,43%.
Problemas graves en Japón
Uno de los mercados que más afectado se vio por todo lo ocurrido con Estados Unidos fue, sin duda, Japón. El país nipón recordará el 5 de agosto de 2024 como una jornada histórica, pero en negativo. El índice Nikkei 225 cayó un 12,4%, algo que no ocurría desde hacía casi 40 años, concretamente desde 1987.
Sin embargo, en este punto hay que añadir algún elemento más al análisis. A lo ocurrido en el mercado americano se añadió un hecho. Y es que el pasado 31 de julio, el Banco de Japón decidió llevar a cabo una subida de los tipos de interés. Esto generó una ola de ventas masivas, que ya dejó a los índices japoneses en una situación complicada, con problemas para las exportaciones y para la confianza de la economía nipona.
Efectos en Europa
Como no podía ser de otra manera, Europa también sufrió de primera mano lo ocurrido en Estados Unidos. La bolsa del viejo continente sufrió un descenso significativo, con el índice Euro Stoxx 600, representante de las principales empresas de la zona, sufriendo una caída del 2,2% en una jornada considerada como negra.
Hay que decir que, al igual que en el caso de Japón, hay otros factores que han afectado a esta situación. Uno de ellos, que es ya una tradición, es el hecho de que el mes de agosto es muy volátil en el mercado europeo. No fue la clave, ni mucho menos, pero afectó directamente a lo ocurrido el 5 de agosto.
España tampoco se libra
Evidentemente, si la situación americana afectó en Europa, tuvo que notarse en España. El Ibex 35, el principal selectivo del país, abrió el día en los 10.385,9 puntos, con un descenso del 2,57%. Significa una muy fuerte caída, y vino acompañada de una bajada de las ganancias acumuladas en el año al 2,81%.
Los datos no dejaron lugar a duda, el 5 de agosto se convirtió en el peor día de la bolsa española en todo el 2024. De hecho, desde marzo de 2023, cuando se produjo el rescate del banco Credit Suïse, no ocurría nada similar. La buena noticia, es que en la mañana del día 6, el selectivo nacional parecía haber parado el golpe, ya que se abrió el día con valores mucho más planos.