Redacción •  Negocios y Ocio •  11/04/2019

El auge del renting flexible

El renting flexible se abre camino y se posiciona como la opción de preferencia para empresas y particulares.

El auge del renting flexible

Con varias décadas de funcionamiento, esta modalidad de alquiler de vehículos ha ganado gran aceptación a nivel de empresas. Entre sus numerosas ventajas, se encuentra el hecho de que permite liberar recursos financieros aprovechables en otras áreas.

Además, es ventajoso en el sentido de que se puede alquilar un vehículo por un tiempo determinado, durante la ejecución de tareas específicas que no signifiquen una consecución alta, y al mismo tiempo sin las obligaciones de mantenimiento.

El renting flexible permite al contratante, además, hacer variaciones con respecto al contrato y tiempo de arrendamiento sin sufrir penalizaciones por ello. Éste es un aspecto que está siendo muy valorado además por particulares, lo que ha redundado en la ampliación de las áreas de atención.

La incorporación de varios tipos de vehículos isotermos y frigoríficos -para el sector industrial y turístico-, los cuales dan mayor libertad de acción productiva a sus clientes, pymes y grandes empresas, hacen del renting flexible una opción de vanguardia.

Renting flexible: accesibilidad y múltiples ventajas

El cambio de vehículo, así como la variación sin anticipación ni penalizaciones, son condiciones con las que se encuentra alguien que desea contratar los servicios de renting flexible y es precisamente ésta, la razón de su posicionamiento en el mercado en comparación con otras modalidades.

Se debe sumar el hecho de que el contrato estipula la responsabilidad de la empresa que presta el servicio, de hacerse cargo del mantenimiento así como de las reparaciones, la sustitución del vehículo en caso de avería o accidente, seguro y gestión de multas, y atención sin restricciones de horario durante el tiempo que dure el convenio.

Los cambios que se puedan suscitar a raíz de las dinámicas del negocio también son comprendidos por esta modalidad, que se presta a adaptarse haciendo las variaciones que el cliente necesite según la actividad que requiera ejecutar.

Doble rendimiento monetario

Siendo ésta una actividad de alquiler, empresarios y sociedades mercantiles adquieren un gasto fiscal deducible, esto significa que podrán deducirse el importe de la renta mensual al 100%. Por otro lado, en el caso de los impuestos, entre un 50% y un 100%, una vez demostrado el grado de implicación del vehículo en la actividad comercial.

El rendimiento para las empresas también se ve reflejado en el hecho de que podrán evitar grandes inversiones en la adquisición de vehículos que además implican otros gastos fijos mensuales y de mantenimiento, aparte de la cuota de créditos de compra, si fuera el caso.

Consideraciones a tener en cuenta

Algunos compromisos deben ser evaluados por el contratante del renting flexible. Uno de ellos es no acceder al límite de kilómetros establecidos en el contrato, en relación a la duración, en cuyo caso sólo haría la entrega o renovación del contrato de alquiler.

Esta modalidad flexible será más rentable en la medida que el contratante no desee quedarse con el vehículo una vez que haya finalizado el período de contrato. La cuota residual es más alta en esta modalidad de alquiler si se compara con el denominado leasing.

Precedente: alquiler con derecho a compra

El aspecto de la flexibilidad presentado por el renting flexible o abierto, ha innovado sobre modalidades precedentes de alquiler de vehículos con derecho a compra, donde obligaciones de tiempo de contrato podrían ser un factor negativo a la hora de ser gestionado por pequeñas empresas en vías de desarrollo.

Esta transformación ha dado pie a una nueva modalidad que se posiciona cada día más, como una alternativa de mayor preferencia. Ésta abarca, desde el alquiler por períodos largos de trabajo, hasta aquel que pudiera generarse en función de realidades particulares, por horas, días vacaciones, hasta para realizar mudanzas.

Esto ha transformado en sus espacios de acción, la creencia de que la movilidad en vehículos requiere necesariamente de la compra o adquisición del vehículo, por una alternativa abierta, comprensible y acondicionada a las dinámicas del nuevo siglo.