La gestión integral de residuos ofrece una gran proyección de crecimiento en España
Según datos ofrecidos por la Unión Europea el año pasado, la gestión integral de residuos en España ofrece unas grandes posibilidades de desarrollo, que son superiores a las de otros países europeos. Esto se debe a que las labores de la gestión integral de residuos en nuestro país aún distan de ser equiparables a las de Alemania, Dinamarca, Suecia, Austria o Finlandia, países en los que los vertederos se han extinguido en su casi totalidad, debido a que sus respectivos ciudadanos tienen más costumbre de reciclar y a que sus gobiernos llevan décadas apostando por la valorización energética.
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La gestión integral de residuos ofrece una gran proyección de crecimiento en España, entre otros motivos porque los españoles nos hemos sumado a los hábitos del reciclaje en un periodo de tiempo más reciente. No tenemos tanta tradición como en los países anteriormente mencionados. Entonces, todo depende de cómo se mire la situación del reciclaje y de la gestión de residuos en nuestro país. Si vemos la “botella medio vacía”, esta perspectiva “pesimista” nos diría que somos un país con mucho retraso con respecto a nuestros socios europeos.
Pero si vemos la “botella medio llena”, el lado bueno de la situación en lo que a la gestion integral de residuos respecta, esta perspectiva “optimista” nos sugiere que tenemos unas enormes posibilidades de progreso y un camino por delante que podremos recorrer con los avances tecnológicos, materiales, presupuestarios e incluso sociales con los que nuestros socios europeos no pudieron contar cuando ellos, hace décadas, iniciaron este camino.
Gestión integral de residuos: una labor centenaria
¿Pero cuándo se comenzó a realizar la tarea de gestión integral de residuos? Los orígenes de la gestión de residuos se remontan a los comienzos del pasado siglo XX.
Estados Unidos fue el país pionero mundial en la gestión de los residuos sólidos urbanos. Años más tarde, hacia 1940 y 1950, dos de los estados de EE. UU. iniciaron los vertidos controlados de sus residuos sólidos urbanos. Estos dos estados fueron Nueva York y California.
Entre los años 1940 y 1970 surgió la llamada “Gestión Iluminada” de los RSU (Residuos Sólidos Urbanos), con controles en el almacenamiento, la recolección, el transporte y el tratamiento, entre otros factores, encaminados a una mayor protección del Medio Ambiente y la salud pública.
Primera “gran crisis” del petróleo (1973)
En la década de los años setenta, sobre todo a partir de la primera gran “crisis del petróleo” de 1973, por la que los países productores de crudo decidieron reducir la oferta del “oro negro” a Occidente, la población mundial comenzó a concienciarse de la necesidad de proteger los recursos naturales.
Es la época en la que por vez primera se inician gestiones encaminadas a lo que hoy entendemos por “sostenibilidad”, lo que provocó un mayor interés por perfeccionar la manera en que los residuos sólidos eran manejados y tratados, con vistas a su reciclaje y reutilización.
En la década de los años noventa del siglo XX surge por fin la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU) y el “manejo ecológicamente racional de los Residuos Sólidos”, según la Agenda XXI de la “Cumbre de Río”, Ìdesarrollados en la “Cumbre de Johannesburgo”.
Clasificación de los residuos
Los residuos pueden clasificarse en diferentes grupos para su gestión integral, tratamiento y reciclaje, que dará lugar a su reaprovechamiento y la consiguiente mejora en la conservación del Medio Ambiente, el ahorro energético y la lucha contra el Cambio Climático.
Estos diferentes grupos en los que se clasifican los residuos son: residuos domésticos (generados en los hogares); comerciales (en los comercios); industriales (en las industrias y fábricas); biorresiduos (residuos biodegradables de jardines y parques, residuos alimenticios y de cocina); de la construcción (los generados en obras de reforma y construcción); sanitarios (en los hospitales); mineros (generados en las actividades de extracción y minería), y radioactivos (generados en actividades que trabajan con elementos químicos radioactivos)
Según su composición, los residuos pueden ser orgánicos (de origen biológico, como plantas o alimentos); inorgánicos (cualquier residuo que no sea biológico, como el plástico o los metales); mezclas de las dos clases anteriores, y peligrosos (con potencial altamente tóxico o peligroso, como disolventes o pinturas).
La gestión de residuos es distinta en países desarrollados y en los que están en vías de desarrollo.