Redacción •  Negocios y Ocio •  16/10/2018

Comprar seguidores en Instagram, una tendencia polémica que sigue creciendo

En la actualidad, ser popular en redes sociales parece ser la obsesión de muchos. Desde adolescentes que desean convertirse en influencers hasta celebridades y marcas de primera línea que desean superar a la competencia en números. Ser muy seguido en redes es considerado un indicador de éxito.

Comprar seguidores en Instagram, una tendencia polémica que sigue creciendo

Por eso no es de extrañar que muchos incurran en prácticas controversiales como la compra de seguidores falsos. Si bien hay servicios para todas las redes, Instagram es la red social para la que más se compra popularidad ficticia, en la forma no sólo de seguidores sino también de interacciones (likes y comentarios).

Y la oferta no es reducida. Es posible comprar seguidores Instagram de a miles, a precios accesibles. 1.500 seguidores tienen un costo de sólo 17 dólares. Cuanto mayor la cantidad, más barato es el precio por seguidor. Comprar seguidores Twitter tiene un costo de 50 dólares por cada 1.000 seguidores.

Cómo se “fabrican” los seguidores

Como no se trata de seguidores orgánicos obtenidos espontáneamente, las cuentas no son personas reales e interesadas en la cuenta a la que seguirán. En muchos casos se trata de cuentas “fantasma” o “bots”. Han sido creadas por hackers en grandes cantidades, con el sólo propósito de ser vendidas como seguidores. El procedimiento es complejo y requiere burlar varios controles de Instagram. Cuando Instagram detecta irregularidades, suspende o elimina permanentemente las cuentas involucradas.

Otra manera que tienen quienes proveen estos servicios de tener a su disposición miles de cuentas es hacer “hijack”. Esto implica controlar las cuentas de Instagram de otras personas a través de aplicaciones. Así, muchos usuarios descubren que inexplicablemente están siguiendo a personas y marcas que nunca habían decidido seguir.

Según Juan Quaglia, de la agencia Marketingaholic, “Las redes como Instagram mejoran siempre sus controles para detectar irregularidades, pero quienes venden seguidores también mejoran sus técnicas para evadir esos controles. Esta lucha lleva así ya años”.

Cómo se combate la compra de seguidores

A pesar de que la venta de seguidores es polémica, no existe ninguna ley contra esta práctica, lo que permite que siga existiendo y creciendo. Sin embargo, comprar y vender seguidores ciertamente viola los términos de uso y las políticas de las redes sociales donde se realice. Las plataformas como Instagram continuamente mejoran sus controles y luchan contra la existencia de estos servicios eliminando cuentas e interacciones que consideran sospechosas. Las cuentas de los clientes, sin embargo, no corren ningún riesgo. Instagram nunca ha suspendido cuentas de clientes por comprar seguidores.

El hecho de que Instagram no haya podido solucionar definitivamente el problema se debe a que no es sencillo saber qué cuentas son reales o falsas, o qué comportamientos son auténticos o programados a gran escala con total certeza. Por eso, las medidas para eliminar seguidores comprados suelen resultar en que usuarios reales vean sus cuentas suspendidas por no razón aparente.

Está claro que terminaremos acostumbrándonos a que no todo lo que se ve en redes sociales es real. Desde las poses elaboradas para minimizar defectos físicos, el uso de la iluminación y el Photoshop, y la compra de seguidores e interacciones. En social media, no todo lo que brilla es oro.