Israel Guerra •  Negocios y Ocio •  18/06/2024

Inteligencia artificial para el reconocimiento facial, aplicaciones e implicaciones

La aplicación de la Inteligencia Artificial para el reconocimiento facial se ha convertido en una de las tecnologías más innovadoras e interesantes en los entornos en lo que existe la necesidad de automatizar la identificación de individuos con la máxima seguridad y eficiencia. No obstante, es necesario no solo prestarles atención a sus posibles aplicaciones, sino también a lo que implica su uso.

Inteligencia artificial para el reconocimiento facial, aplicaciones e implicaciones

En líneas generales la IA en el reconocimiento facial infiere en un elevado número de aplicaciones para mejorar espacios en la seguridad, la personalización de servicios, y la eficiencia en los más variados sectores.

La combinación de ambas tecnologías ha irrumpido en muchas áreas de la vida cotidiana casi sin que la sociedad se dé cuenta. Desde su uso para desbloquear el teléfono móvil hasta brindar una capa de seguridad extra en los aeropuertos, su capacidad para identificar y autenticar personas en tiempo real ha supuesto una auténtica revolución en diferentes industrias, ofreciendo comodidades nunca antes imaginadas. Sin embargo, es necesario poner el foco de atención en los desafíos que presenta el uso de esta tecnología.

Origen y avances en el reconocimiento facial

Aunque es ahora cuando realmente ha llegado a la sociedad, la idea de identificar personas a través de sus rasgos faciales tiene su origen las décadas de 60 y 70. Fue entonces cuando los investigadores empezaron a darse cuenta de la viabilidad de utilizar patrones faciales únicos con los que autentificar la identidad de las personas. Sin embargo, en un principio, estos intentos estaban bastante lejos de ser exactos.  

A partir de la década de los 90, los avances que se produjeron en tecnología, hardware y algoritmos ya permitieron alcanzar una mayor precisión y velocidad en el reconocimiento facial. No obstante, es en los últimos años cuando ha avanzado exponencialmente y se está integrando en numerosos sectores de uso cotidiano, desde empresas de seguridad a los casinos online. Cabe preguntarse cómo funciona y cuáles son las implicaciones éticas que supone.

¿Cómo funciona?

El proceso de reconocimiento facial cuenta con varias etapas. En primer lugar, se hace la captura de una imagen facial, mediante una foto o un vídeo. En segundo lugar, lo algoritmos de la IA extraen rasgos faciales tales como la distancia entre los ojos, la forma de la nariz y se cotejan con la base de datos. En último lugar, se determina la identidad de la persona. Todo esto se realiza, gracias a la tecnología actual y el uso de la IA, en apenas unos segundos para que el sistema funcione en tiempo real.

Algunos ejemplos de aplicaciones del reconocimiento facial

Algunas de sus aplicaciones posibles, tanto en el ámbito privado como en el público, son los siguientes que se presentan a continuación.

Seguridad

En diversas situaciones como el control de acceso a edificios, la identificación de sospechosos entre una multitud de personas, como en los aeropuertos, estaciones de trenes, conciertos, cumbres… Asimismo, las fuerzas del orden pueden utilizar sistemas de reconocimiento facial para identificar y localizar a personas buscadas en bases de datos criminales.

Transporte

En el entorno de los transportes, no solo para identificar sospechosos, sino también para comprobar de manera rutinaria la identidad de los pasajeros en aeropuertos o estaciones de ferrocarril.

Electrónica de consumo

Muy popular en los últimos tiempos ha sido el uso de reconocimiento facial para este sector, como por el ejemplo para desbloquear los smartphones.

Servicios financieros

En el ambiente financiero ha supuesto un importante avance, especialmente en la autenticación segura para las transacciones bancarias en línea.

Desafíos y Controversias

Aunque en un principio el reconocimiento facial ofrece un amplio abanico de aplicaciones y ventajas, no se pueden obviar los grandes retos que presenta para no vulnerar los derechos de los ciudadanos. Estas son algunas de las principales preocupaciones éticas y de seguridad que presenta esta novedosa tecnología.

Privacidad y Seguridad de los Datos

Esta acumulación de datos presenta una amenaza en relación a la privacidad de las personas que, en el caso de caer en malas manos, pueden ser usados de forma maliciosa, incluso con el riesgo de sufrir suplantación de la identidad.

Discriminación

Los sistemas de reconocimiento facial con demasiada frecuencia ofrecen errores significativos, sobre todo con aquellas personas de diferentes razas, llevando a la discriminación. Esto se debe a que los algoritmos no están lo suficientemente preparados para reconocer una amplia gama de rostros.

Vigilancia Masiva

No se puede obviar que el uso extendido de cámaras de seguridad con reconocimiento facial es un atentado contra las libertades civiles por su capacidad de llevar a cabo una vigilancia masiva en espacios públicos.

Falta de Regulación

No existe una regulación sólida en relación al uso del reconocimiento facial, lo que incrementa el riego de usos indebidos que pongan en riesgo la privacidad de los ciudadanos.

En definitiva, el reconocimiento facial impulsado por la IA ofrece ventajas significativas en términos de eficiencia y personalización en determinados sectores, pero presenta grandes controversias en tema de seguridad y privacidad que deben ser tomados muy en cuenta para encontrar el equilibrio adecuado para un uso controlado y seguro.