Final aburrida con desenlace inesperado para la EURO 2016
Con una plaga de polillas y una Francia favorita, arrancó el domingo 10 de julio la final de la Eurocopa en París con un resultado que nadie podría haber adivinado.
El partido comenzó según lo esperado, una Portugal muy nerviosa no era capaz de conectar los pases y apenas inquietaba la meta defendida por Lloris, con tiros tímidos y muy desviados de Nani. Pero estos primeros compases estuvieron marcados, sin duda, por la entrada del centrocampista francés Payet a la estrella portuguesa Cristiano Ronaldo, quien quedó tendido en el suelo doliéndose airadamente de su rodilla. Después de ser atendido, el jugador del Real Madrid reingresó en el terreno de juego dubitativo, hasta que en el minuto 24, tras otro intento de seguir después de ser vendado, lloraba de impotencia tendido en el césped de Saint-Dennis. Quaresma sustituyó al 7 portugués y el partido siguió por los cauces habituales de la Eurocopa, muchas dudas y poca valentía de ambos equipos, con escasos remates a puerta y con un fútbol ramplón.
La segunda mitad trajo más igualdad pero muy poco fútbol, los metas se lucieron, sobre todo Rui Patricio, el meta portugués fue clave para que los suyos alcanzaran el final de los 90 minutos reglamentarios con la portería a 0 y con 30 minutos más para intentar la épica en la capital francesa. El mismo Rui Patricio estelar de la primera parte, sacando las ocasiones de Giroud y Sissoko de manera sobresaliente, encontró un aliado en el palo en el minuto 92, cuando Gignac estrelló el balón en la portería del estadio francés, evitando a la anfitriona alcanzar su sueño.
La prórroga estuvo marcada por el desgaste físico. Como ha sucedido a lo largo de esta Eurocopa, los equipos buscaban más evitar el fallo que les condenase que la épica del gol en los minutos extra, aunque la selección francesa se llevó algún susto de las ocasiones originadas de las botas de Quaresma o el recién ingresado Éder. Con una selección portuguesa creyendo, cada vez más en sus posibilidades y una Francia replegada, sin muchas ideas a las que acudir, saltó la sorpresa en la capital francesa. El 9 portugués, Éder, conectaba un tiro lejano, desde fuera del área, al que Lloris no podía llegar, poniendo el 0-1 en el marcador y enmudeciendo Saint-Dennis. Así se proclamó Portugal campeona de la Euro 2016, para sorpresa de todos los aficionados y analistas.