Cómo limpiar joyas de oro rápido y fácil
Para que luzcan siempre brillantes, nada como una cuidadosa limpieza. Con este método, las joyas lucirán como nuevas en un abrir y cerrar de ojos, utilizando elementos que tenemos en casa.
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El oro es eterno. Las joyas de este metal sobreviven al paso del tiempo y se heredan de generación y generación, ya que su inercia impide que reaccione con otros elementos y por lo tanto impide la corrosión y la oxidación. También son difícilmente rompibles y resisten el desgaste.
Estas propiedades sumadas a la escasez del metal amarillo, es lo que lleva a calificarlo como “precioso”: mientras que la demanda de oro y diamantes aumenta un 5,9 % por año, la oferta solo subiría un 2,7 % en los próximos años, según los estudios Global Rough Diamond Supply. Por todo esto, invertir en joyas de oro es una sabia decisión.
Pero, aunque su vida es muy larga, con el tiempo y el uso pueden perder algo de su brillo original. Nada que un mantenimiento y limpieza adecuados no puedan devolverle.
Hemos consultado a los expertos en Joyas de Oro de San Saru, cuyas colecciones de joyas de Plata de Ley 925 chapadas en oro de 22 quilates de 2 y 3 micras de espesor, son un buen ejemplo de piezas que pueden limpiar con estos consejos.
El método más sencillo para limpiar joyas de oro
“Las joyitas chapadas en oro son muy fáciles de limpiar”, explican los expertos de San Saru. “Es sencillo hacer que luzcan siempre brillantes e ideales”, agregan.
Según los especialistas, bastarán unos minutos y pocos elementos para limpiar las joyas de oro. “Con este método, siempre mantendrán ese dorado intenso tan especial”, aseguran.
Preparar un cuenco con agua tibia, jabón neutro y un paño de algodón.
Sumergir las joyas de oro en la mezcla y dejarlas allí durante unos 15 minutos.
Frotar cuidadosamente cada una de las piezas con un cepillo de cerdas muy suaves, removiendo la suciedad.
Enjuagar cada joya con abundante agua tibia, asegurando que no queden restos de jabón.
Secar las piezas con un paño de algodón y dejarlas unos minutos al aire libre.
¿Qué ocurre cuando las joyas tienen además diamantes o perlas cultivadas? En el primer caso no tendrás que tener más precauciones que las detalladas anteriormente, ya que la dureza de las piedras preciosas es igualmente resistente que el oro. Pero si las joyas tienen perlas cultivadas, no es aconsejable dejarlas tanto tiempo sumergidas, ya que la acción del agua tibia puede debilitar el pegamento de la perla. Bastará con sumergirlas un minuto y proceder del mismo modo.
Otros consejos para mantener como nuevas las joyas de oro
En cualquier museo de historia pueden encontrarse piezas con siglos de historia que siguen exhibiendo lo mejor del dorado. Pero en la vida cotidiana, las joyas de oro están muy expuestas y pueden sufrir demasiado desgaste por lo que podemos tomar algunas precauciones.
En primer lugar, para conservarlas, es recomendable guardar en sus estuches originales o bolsas de algodón, separadas del resto de las joyas. También es importante no llevarlas puestas en la playa o la piscina, porque la sal y el cloro son muy abrasivos.
Los componentes químicos de algunos perfumes y colonias tampoco se llevan bien con el oro, por lo que se recomienda no rociarlos directamente sobre las joyas.
Siguiendo los pasos del orfebre
Cuando se conoce el meticuloso trabajo que requiere cada pieza de oro, se entiende la importancia de cuidarla, el motivo de su precio y el valor de una joya única.
La mayor parte de las joyas de oro se elaboran manualmente, en un proceso complejo que solo pueden realizar los maestros joyeros profesionales. La pasión, la experiencia y la creatividad de un buen orfebre son talentos que requieren mucha dedicación y por lo tanto, las piezas resultantes exhiben un encanto único.
El proceso de fabricación de un anillo o collar de oro, comienza mucho antes de poner manos a la obra. Primero, con la selección de la materia prima, luego el diseño y finalmente fundir el oro. Para la etapa del diseño, muchas veces se comienza en papel y se termina con la ayuda de programas 3D, analizando modificaciones para garantizar su armonía, la posible adaptación con diamantes y piedras, las formas, etc.
Recién entonces comienza el proceso de elaboración de la pieza que finalmente luciremos, utilizando herramientas específicas para que el diseño cobre vida.
Tipos de oro y métodos de limpieza
El oro es un material tan noble como complejo y que puede tener diferentes grados de pureza, la cual se mide en quilates: la unidad de ley de una aleación de oro equivalente a cada una de las veinticuatroavas partes de oro puro que contiene una aleación de este metal. Cuanto mayor es el número de quilates, mayor es la pureza de la joya.
Las joyas que podemos encontrar en el mercado, por lo general tienen entre 10 y 24 quilates. El oro de 10 quilates, por ejemplo, solo tiene un 40% de oro puro que se mezcla con diferentes metales, mientras que el oro de 24 quilates es el oro puro con un 99,9% de pureza. Sin embargo, este último resulta demasiado blando para las joyas, por lo que se usa en aleaciones con otros metales para que sea más resistente.
Con respecto al color, aunque el dorado o amarillo sean la bandera del oro, existen muchos otros tonos: oro blanco, oro rosado, oro rojo, oro gris e incluso oro verde.
En definitiva, hay mucha variedad de pureza y colores, de acuerdo a los gustos y presupuestos. Pero en todos ellos se puede aplicar el método de limpieza explicado anteriormente y, de hecho, es fundamental.