Estos avances no podrían haber sido posible sin la aportación de grandes clubes cómo FC Barcelona, Atlético de Madrid, Athletic de Bilbao, Real Sociedad o Valencia, que a través de sus cuentas oficiales y con el poder que tienen han realizado llamamientos a la afición para apoyar a su equipo de chicas. Gracias a ello, se han logrado dos asistencias espectaculares en Anoeta para ver las semifinales de la Copa de la Reina entre el equipo local y el Sevilla; y en el Wanda Metropolitano, donde se batió un récord de asistencias en un partido de clubes de fútbol femenino a nivel mundial con más de 65.000 espectadores que presenciaron el partido entre el Atlético de Madrid y el Barcelona; una cita decisiva para la disputa del título. Las colchoneras perdieron el partido pero finalmente lograron llevarse el campeonato.
La emisión por televisión de la
final de Copa de la Reina entre Real Sociedad y Atlético de Madrid, con victoria para las primeras, ha sido otro de los grandes pasos que ha dado el fútbol femenino español durante esta temporada. Decenas de miles de teleespectadores pudieron contemplar esta final que tuvo lugar en el estadio de Los Cármenes de Granada dónde se dieron cita unos 16.000 espectadores.
En lo puramente deportivo, el fútbol femenino español ha conseguido otro éxito con la clasificación para la final de la Champions League por parte del Barcelona, que disputó su primera final continental. Le superó el todopoderoso Olympique de Lyon, que cuenta con la mejor jugadora del mundo, la noruega Ada Hegerberg. El equipo frances ha ganado cuatro Champions de forma consecutiva. Hasta hace unos años, el fútbol femenino europeo estaba dominado por equipos de países del norte, principalmente de Noruega Suecia y Alemania. Pero la afición entre las más jóvenes, creando así cantera, y el empuje que tanto el público como los propios clubes profesionales, han propiciado que los clubes españoles empiecen a ser protagonistas.
La cuestión radica ahora en hacia dónde mira el fútbol femenino en España. Un conflicto entre el presidente de la LFP, Javier Tebas, y su homónimo de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, puede poner en peligro los avances logrados durante los últimos años. Cabe la posibilidad de que el próximo curso empiece con dos ligas diferentes, cada una de ellas con sus televisiones y patrocinadores correspondientes. Antes de ese campeonato doméstico, cuya resolución tendrá que aclararse, se celebra una cita a nivel internacional clave. Francia acoge en el mes de junio el Mundial de fútbol Femenino, un escenario donde estará España y en el que el combinado nacional está llamado a hacer un buen papel. Será un buen termómetro para medir la situación real del fútbol femenino en nuestro país.