Plataformas de juego que se desarrollaron de manera impresionante a lo largo de los años
Desde hace casi una década el juego en línea forma parte de la cultura española. Merece la pena recordar que España es un país con una marcada afición por el juego. Los juegos de casino son herederos de la Lotería Nacional, de la Quiniela y de los cupones de la ONCE. Y hermanos de las apuestas deportivas. Cada vez cuentan con más adeptos por varios motivos:
Por su fácil acceso y sencillez
Starvegas casino online y otras casas de juego se han hecho muy accesibles con el desarrollo tecnológico, la implantación y perfeccionamiento de la red global y el avance en las plataformas de juego.
Hace unos años, aquellos que querían jugar online tenían que solicitar el software por correo ordinario. La casa de juego en cuestión te hacía llegar un CD-ROM para instalar el programa en el ordenador. Tras estos engorrosos pasos, uno ya se encontraba listo para poder jugar, pero los juegos iban mucho más lentos y, a veces se producían errores.
En la actualidad es tan sencillo como descargar una aplicación en el móvil y registrarse, algo para lo que solo se necesita un minuto. Una vez completados esos dos pasos ya es posible jugar. Las aplicaciones tienen interfaces sencillas e intuitivas aptas para todos los tipos de jugadores y sus diseños atractivos convierten el juego en una experiencia agradable que elimina los tiempos muertos, algo que no conseguían los primeros softwares de juego en línea.
Por ser entretenidos
Los juegos de casino son una forma muy divertida de ocupar el tiempo de ocio. Dedicamos demasiado tiempo de nuestra vida –en teoría una tercera parte del día- a trabajar. El tiempo libre es escaso y es necesario aprovecharlo para romper con el estrés, ya que son una forma muy eficiente de evasión. Los juegos online exigen concentración, lo que evita que nuestros pensamientos vuelvan una y otra vez a los problemas derivados del trabajo o de la vida social. Son un refugio al que acudir para escapar de la realidad.
Las opciones son muy variadas, por lo que siempre habrá un juego que se adapte a los gustos de cada usuario. El blackjack es menos estratégico, pero también exige toma de decisiones. Para los que huyan de exprimirse el cerebro existen juegos como las populares máquinas tragaperras. Estas máquinas han cambiado mucho desde la creación del primer modelo. A día de hoy ofrecen un abanico casi infinito de juegos, con gráficos alucinantes, animaciones y unas bandas sonoras inmersivas, que visten a la perfección unos juegos que han añadido muchas variantes como, por ejemplo, los cinco carriles.
Los juegos de casino satisfacen la curiosidad innata del ser humano “incertidumbre-resultado”, esa por la que la narrativa, en todas sus formas –literatura, teatro, cine…-, triunfa entre el público. Por esa necesidad de saber si la aventura saldrá bien o saldrá mal. Y lo hacen muy rápido. Son juegos frenéticos que no dan lugar al aburrimiento. A cada rato hay una nueva partida, una nueva ronda; una nueva oportunidad de rengancharse al tren.