Ocho claves a tener en cuenta antes de usar un compresor para pintar
Es posible que a todos se nos haya pasado por la cabeza alguna vez la idea de pintar nosotros mismos una habitación, un coche o algún mueble. Se trata de trabajos relativamente asequibles que podemos realizar sin contratar a un profesional y para el que podemos comprar todo lo que necesitamos en tiendas especializadas. Sin embargo, muchas veces olvidamos que la mejor opción para realizar dichos encargos con éxito y ahorrando mucho tiempo es usando un compresor para pintar.
Esta herramienta puede ser de muchos tipos según el uso que le vayamos a dar, de tal forma que existen máquinas muy profesionales que rondan los 150 euros. Si lo que queremos es pintar pequeñas superficies, no obstante, bastará con adquirir artefactos más simplen que oscilan entre los 40 y los 70 euros y que ofrecen resultados sumamente interesantes.
Pero, como es obvio, no todo es comprar un compresor y ponerse a pintar como locos. Es necesario tener en cuenta algunas variables y aquí os presentamos los ocho puntos más importantes al respecto:
- Ante todo, precaución. Lo primero que debemos hacer es preparar mascarilla y guantes para protegernos de los vapores de pintura que toda pistola de compresión expulsa. Estos vapores son inofensivos para el ser humano a no ser que la exposición sea demasiado prolongada y directa.
- El segundo paso es la previsión. Es preciso preparar adecuadamente la superficie sobre la que vayamos a actuar protegiendo el resto de elementos de la estancia. El compresor, por ejemplo, se puede usar para pintar coches, por lo que será preciso colocar el vehículo sobre cartones o una sábana vieja. Para pintar paredes, en cambio, bastará con tapar el suelo y proteger el mobiliario.
- Escoger adecuadamente el tipo de compresor. Como hemos dicho antes, no es lo mismo pintar un escritorio que amplias paredes. Según el uso que le demos deberemos usar un compresor u otro. Queremos que veas también diferentes tipos de compresor para pintar paredes de la mano de un fabricante de Zaragoza con años de antigüedad en el sector.
- Es necesario usar un buen diluyente y pintura de calidad ya que si los materiales no son los mejores, los resultados decaerán.
- Ensayar antes sobre alguna superficie que no nos importe desechar como por ejemplo trozos de madera viejos o muebles antiguos que ya no usemos. Esto nos servirá para ahorrar tiempo y dinero ya que elegir el color y comprobar que el resultado es de nuestro agrado es una de las claves antes de ponerse manos a la obra.
- Familiarizarse con el pulverizador hasta encontrar el gesto con el que nos sintamos más cómodos a la hora de pintar. Lo ideal es realizar movimientos amplios de arriba a abajo o de izquierda a derecha, a una distancia de la pared que ronde los diez centímetros.
- Dejar que la pintura se seque y pintar otra capa si en necesario. Para ello debemos evaluar antes detenidamente si el resultado es el deseado.
- Limpiar bien todos los materiales para alargar su periodo de tal forma que se encuentren en perfectas condiciones de uso de cara a la próxima vez. La pintura es un material corrosivo que debemos eliminar de la superficie de nuestro compresor para evitar que se estropee.