¿Cuántas especialidades de abogacía existen?
La abogacía, además de obedecer a los altos preceptos de la ley para fijar el funcionamiento de una sociedad, debe beber de fuentes concretas. En ese sentido, y dada la envergadura de lo legal, cada abogado debe especializarse en un asunto específico. Ejerciendo así tanto de abogado penalista como especializado en los derechos de familia o del inmueble.
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Un experto para cada situación concreta
La ley, independientemente de las particulares del país donde se establezca, existe para regular, reconocer y punir cuantas acciones puedan llevarse o no a cabo dentro de un sistema social civilizado. Como intermediario entre ésta y quienes han de recurrir a ella para un propósito, la figura del abogado resulta imprescindible tanto como a fin de asesorarnos como defendernos bajo su manto. Y, dada la envergadura temática que abarca el conjunto de las leyes de un país, es preciso que exista siempre un abogado especializado en una materia en concreto. En función de nuestras necesidades como ciudadanos, disponible según el caso o suceso a abordar.
A groso modo, y aunque existan especialistas de un tema en concreto dentro del global de su especialidad, existen al menos 7 tipos de abogados distintos. Donde podemos encontrar desde los mediatizados y televisivos abogados penalistas hasta los abogados especialistas en sociedades. Cada cual, con la preparación previa necesaria para tratar cuestiones legales de su competencia con atino. Y, ya que en algún momento de nuestras vidas vamos a necesitar de sus servicios, echar un repaso a sus distintas especialidades y el porqué de su existencia en la sociedad puede ayudarnos un poco más a saber cuándo necesitaremos un abogado u otro.
La defensa y mediación ante el delito
Especialmente gracias a la televisión y el cine, el abogado penalista es posiblemente uno de los especialistas más populares o, si cabe, parte del imaginario colectivo. Este tipo de abogado, especializado en Derecho Penal, tiene como objeto tanto asesorar como defender a sus clientes en un juicio o en una instrucción. En caso de que la victoria del cliente sea inviable, actuando como activo negociador del castigo para rebajar la condena ante la fiscalía y las partes implicadas.
Asuntos del ciudadano de a pie
En un terreno llano entre particulares, los abogados especializados en Derecho Civil se centran en defender los intereses de un individuo frente a otro sujeto, que tanto puede ser una persona física como jurídica. Una labor que atañe tanto a herencias y divorcios como también gestión de reclamaciones de deudas. Básicamente, todo cuanto tenga que ver con el devenir del ciudadano de a pie y, por ello, constituyendo una rama de la abogacía que se ramifica en otras especialidades.
Resorte de la administración pública
Implicados en el Derecho Civil, la labor de los abogados administrativistas suele estar relacionada con cualquier conflicto o asunto de índole jurídica o legal que inmiscuya a una administración pública, además de un particular. Encargándose de tareas muy variadas que van desde la gestión de subvenciones y la ordenación de territorio a la realización de alegaciones y recursos de alzada. Así como de los procedimientos sancionadores y multas o incluso cuestiones acerca del daño al ciudadano o relacionados con la extranjería.
Todo queda en familia (y sus derechos)
Dentro también del Derecho Civil, pero en concreto en los Derechos de familia, este tipo de abogados se encargan de todo cuanto guarde relación con cuestiones legales y de familia. Especialmente, divorcios y separaciones, donde debe abordar también los mecanismos de las pensiones compensatorias y otros derivados. Además, los abogados de familia también pueden tomar partido en caso de disputas familiares, como lo puede ser la repartición de la herencia económica o de un negocio entre hermanos u otros miembros de la familia.
Parapeto legal de la vivienda y la propiedad
Situando su terreno en la atmósfera del inmueble, estos abogados civiles conocen de buena tinta las leyes vigentes sobre la vivienda y las propiedades, atendiendo tanto a hipotecas y cláusulas suelo como a desahucios. Asimismo, incluyendo en buena parte el estudio de la situación de un inmueble, tanto acerca de su construcción como de cualquier factor relacionado con cuestiones de índole urbanística. En un caso muy común a pie de calle, necesario también para el alquiler o la compraventa de un inmueble, incluyendo todas las derivas burocráticas.
Por los intereses y derechos del trabajador
Partiendo de nuevo del Derecho Civil, los abogados laboralistas toman como pilar el Derecho del Trabajo para abordar todo tipo de asuntos, desde conflictos entre trabajador y administración o cuestiones de seguridad social, hasta cualquier cosa relacionada con el ámbito del trabajo. Por ejemplo, asesorando y defendiendo a un trabajador ante su actual o antigua empresa, tratando cuestiones de gran importancia como la vulneración de los derechos del trabajador o su clasificación profesional.
Por el funcionamiento legal del comercio
Cuanto al ámbito mercantil, los abogados mercantiles se especializan en los conflictos y las relaciones entre empresas, encargándose también de velar por el correcto cumplimiento de las leyes de comercio del país o región donde operan. Además, este tipo de abogado puede especializarse en otras cuestiones subyacentes, como lo son los Derechos profesional, consuetudinario, global o individualista. Si bien a menudo aparece como asesor jurídico y legal, siendo responsable de importantes asuntos legales de la empresa para la que trabaja.
Así, el abogado especializado en Derecho Mercantil se responsabiliza también de llevar a cabo muchos y muy variados trámites. Por ejemplo, la elaboración de contratos, la constitución de sociedades, las modificaciones societarias o la gestión de impagos. Un rol de gran importancia para el decurso de una empresa legalmente resuelta y blindada, recurso indispensable para evitar fisuras legales en su futuro próximo. Incluso, si es preciso vender la empresa, situación de la que también se encarga el abogado mercantilista.