Redacción •  Negocios y Ocio •  28/05/2018

La realidad virtual se cuela en el sector del turismo

Que exista la posibilidad de ver una habitación antes de contratarla genera confianza en el cliente y da credibilidad a la empresa.

La realidad virtual se cuela en el sector del turismo

¿Cuántas veces has llegado a tu habitación de hotel y lo que has visto no ha tenido nada que ver con las fotografías que salían en la página web? Es frecuente que nos sucedan situaciones de este tipo, debido a que en algunas ocasiones las imágenes estáticas pueden alejarse mucho de la realidad – además de depender de factores clave como la luz o el enfoque. Es entonces cuando los consumidores nos volvemos algo más desconfiados a la hora de contratar servicios.

Pero hora esto podría tener solución con la llegada de la realidad virtual al tercer sector. La realidad virtual (RV) es un entorno de escenas y objetos de apariencia real pero referidos a un entorno generado mediante tecnología informática. Es decir, lo que se ve es algo que, materialmente, no existe. Esta técnica crea una increíble sensación de estar en un lugar determinado o ver cualquier tipo de cosa que se pueda crear, con una fidelidad muy alta. ¿Cómo funciona? A través de un dispositivo – que pueden ser gafas o un caso de realidad virtual – el usuario puede contemplar el entorno. Este sector, además, ha ido un paso más allá: existe la posibilidad de contar con otros aparatos o estímulos que mejoran e intensifican la interacción con el entorno tecnológico.

Ahora, este hecho se está implantando cada vez con más fuerza en el sector turístico y hotelero, aunque con este currículum, lo que es de extrañar es que ambos no se hayan animado antes a crear un vínculo con estos mecanismos. Y es que la realidad virtual en el sector turismo es un punto a favor para este modelo de negocio. Potencia la credibilidad del hotel en cuestión y genera un aumento exponencial en la confianza de los clientes.

Los beneficios son claros: el cliente tiene la posibilidad de encontrarse inmerso en el mismo entorno que va a contratar, de visibilizar al 100% las estancias desplazándose en cualquier dirección e incluso de leer información a partir de desplegables digitales. Lo mejor es que la adaptabilidad es crucial para esta técnica innovadora, y se ha trabajado para que se pueda disfrutar de ella a través de ordenador, tablets o smartphones (a parte de los dispositivos arriba ya citados).

Los clientes podrán visualizar las habitaciones y desplazarse en cualquier dirección para saber con más seguridad si el tipo de servicio se asimila a sus necesidades

La realidad virtual para hoteles es una de las mejoras más directas en estos sectores. Y es que hay que ponerse en el lugar del cliente, que quiere sentir que su habitación de hotel va a ser su hogar durante unos días o semanas. Es por eso que es crucial que sus necesidades se vean representadas en el tipo de servicio que se va a dar. La posibilidad de hacer un tour virtual por la habitación y de verla en 360º es bastante concluyente en los usuarios, porque directamente están accediendo a su estancia antes de tiempo.

Aunque también existe otro tipo de visión complementaria que está utilizando el sector turístico. Se trata de la realidad aumentada para hoteles, que pretende definir la visión de un entorno físico del mundo real a través de un dispositivo tecnológico pero con un plus: se añade información virtual sintética a la información física ya existente. Es decir: podemos llegar a ver un personaje inexistente en el salón real de nuestra estancia. Esta es la principal diferencia con la realidad virtual, creando esta última un pasaje totalmente imaginario.

De este modo, la revolución tecnológica y la mejora de estas técnicas ha favorecido que el sector del turismo se vea recompensado. Las experiencias inmersivas se vuelven así una manera óptima para generar y fidelizar clientela, a partir de un aumento considerable de la información. Al proceder tradicional se le añadía la duda del cliente en cuanto a la poca transparencia del servicio contratado. No es de extrañar y no es culpa del sector: pasa que los datos se veían limitados por la interface y por un escaso desarrollo de las posibilidades comunicativas. De esta manera, el huésped novato de una habitación siempre tenía ciertas dudas acerca de la viabilidad de lo que había contratado. Ahora, la transparencia hacia el hotel ha aumentado considerablemente.

Pero el boom de la tecnología y la digitalización se va adaptando en un mundo publicitario cada vez más maleable y cambiante. Solo hace falta ver las posibilidades que ofrece un video 360 realidad virtual, inimaginable hasta hace poco, pero que proporciona un alto índice de satisfacción en los usuarios del sector turístico.