Cómo cuidar tus pies si trabajas de pie todo el día
Las largas jornadas de trabajo diaria suelen ser muy extenuantes. Cada día los músculos acumulan estrés, además del esfuerzo que se realiza de manera continua. Sin embargo, si bien todo el cuerpo suele cansarse, existe una parte que recibe un toque extra de tensión: los pies.
Para las personas que trabajan de pie, llegar a casa suele ser un alivio. Ya no tienen que permanecer parados y así, finalmente, descansan. No obstante, el dolor y la tensión muscular queda.
Pero, ¿qué pasaría si existieran métodos para cuidar los pies tras una jornada laboral? Descubre algunos de ellos para que puedas eliminar toda la tensión que acumulas tras haber trabajado todo el día de pie.
Productos para masaje
Un masajeador de pies es, probablemente, la mejor alternativa para eliminar la tensión acumulada, el dolor, los músculos acalambrados y mejorar la circulación de la sangre en los pies.
Se trata de un producto único que, si bien pudiera parecer innecesario, su utilidad se multiplica cuando del cuidado de los pies se trata.
A diferencia de los grandes lugares de masaje y relajación, los cuales suelen ser muy caros, este producto sí puede asequible. Existe una amplia variedad de modelos, y además son portátiles.
Como beneficio para los pies, los masajeadores mejoran la circulación. De esta manera el dolor acumulado se elimina rápidamente, así como resultar adecuado para personas que tienen problemas de presión arterial.
Calzado y ropa
El calzado y la ropa son dos aspectos que afectan en gran medida el cansancio en los pies, y más aún si se trabaja de pie todo el día.
En el caso del calzado resulta bastante obvio: mientras más cerrados sean los zapatos, o si poseen tacones y si su empeine es poco reforzado, más será el cansancio que se sentirá en los pies. Lo recomendable es optar por zapatos poco apretados, fáciles de quitar y poner, y que no sean muy pesados.
Para la ropa es esencial utilizarla de forma holgada. Cuando son ajustadas, las prendas suelen entorpecer la circulación. Como los pies están en un extremo del cuerpo, para que la sangre llegue y luego regrese es mucho más difícil si esto ocurre. Si se utiliza uniforme, es recomendable pedirlo una talla mayor a la habitual.
En este mismo sentido se incluyen el uso de calcetines de compresión, los cuales mejoran la circulación y son más cómodos. Y, también, las plantillas: son ideales para evitar el impacto al caminar y ayudan en la postura.
Utiliza alfombras o tapetes
Si existe la posibilidad de que en tu trabajo puedas colocar en el piso alfombras o tapetes, hazlo. Estos sustratos funcionan como un respaldo que amortigua el impacto del pie con el suelo, las baldosas o los pisos duros.
Cuando no se utilizan este tipo de productos, el impacto es mayor, lo que a su vez repercute en los pies tras pasar todo el día en constante movimiento.
Posturas y rutinas
Otro truco es mejorar la postura. Si caminas erguido, la circulación será mucho mayor y más sencilla, lo que hará que la sangre llegue con más facilidad a tus pies, reduciendo la tensión y el cansancio. Si estás encorvado, el resultado será contrario.
En lo que respecta a la rutina, es importante tener en cuenta varias cosas: mientras puedas descansar, hazlo; toma, por ejemplo, tu tiempo de almuerzo para estar sentado.
También puedes cambiar el peso de un pie a otro, o levantarlos un poco y girar el tobillo, así estimularás la circulación.
Recuerda que la acumulación de dolor y tensión en los pies conlleva a problemas de várices, hinchazón, edemas y problemas en la planta. Por lo que tratar de prevenirlo siempre será positivo para ti.