Los problemas de la vista aumentan en los niños
Desde hace algún tiempo, científicos han notado un incremento en el número de niños que padecen problemas de la vista. La cifra ha ido en aumento desde 2013, tal y como señala la OMS (Organización Mundial de la Salud).
En 2017, solo en España, uno de cada tres niños de entre los 6 y 12 años padecía algún problema de vista. En 2018 se registró un 62,5 % de niños con miopía, según un estudio de Asociación de Utilidad Pública de Visión y Vida.
Se trata, sin duda, de un problema va en aumento, y para el que las soluciones pasan por el uso de gafas, o bien de lentillas de alta calidad. En este último caso siempre bajo supervisión de un oftalmólogo y apostando por la seguridad del producto como lentillasonline.es ofrece.
El uso de dispositivos electrónicos
Para numerosos expertos en el área, el incremento en los problemas de visión de los niños está relacionado con el uso de los dispositivos electrónicos de manera prolongada e ininterrumpida. Estos aparatos emiten una luz conocida como «azul», la cual afecta a la retina.
Como consecuencia de ello existe un desgaste a nivel ocular. Esto se puede corroborar con la aparición de irritaciones, cansancio en la vista y, en algunos casos, migraña. A la larga esta causa que se produzcan problemas como miopía, astigmatismo, entre otros.
Bien es cierto que esto no es exclusivo. Existen casos en los que los problemas de visión son heredados de padres a hijos. Cuando se tienen estos problemas, lo recomendable es llevar al niño a revisiones periódicas, debido a que en sus casos es mucho más complicado detectar las fallas.
En el caso de los dispositivos, no se deben prohibir sino restringir: lo aconsejado son dos horas diarias para así evitar estos problemas de la vista, y otros relacionados con el sueño.
Necesidad de detección temprana
Debido a que el aumento en los problemas de vista es una tendencia, la detección temprana es una obligación. Si esto se logra, existe una mayor posibilidad de que el problema sea corregido fácilmente. No obstante, es una tarea que requiere atención.
A diferencia de los adultos, muchos niños no se dan cuenta de que ven mal. Por este motivo hay que estar atento a varias señales. En caso de que se noten, lo ideal es llevarlo al oftalmólogo. Las señales son:
Enrojecimiento de los ojos acompañado de un parpadeo constante.
Problemas en la lectura: omisión de palabras, falta de interés, necesidad de utilizar los dedos para seguir las frases.
Quejas relacionadas a la visión: nota objetos dobles o de forma borrosa.
Se acerca demasiado a dispositivos como televisores. Esto puede acompañarse de rigidez en el cuerpo para concentrar la vista.
Adquiere mayor sensibilidad a la luz.
En muchos de estos casos el niño no notará por sí solo el problema. Es necesario realizar un seguimiento. Después de ser llevado al oftalmólogo, este será el encargado de señalar cuál es el diagnóstico.
¿Gafas o lentillas?
Las gafas y las lentillas son los métodos más utilizados para corregir el creciente problema de la vista en los niños. Cada una posee sus beneficios particulares, sobre todo en casos en los que se requiere cuidado, pero sin alterar la libertad de cada pequeño.
Las gafas, por ejemplo, son ideales por su facilidad de uso. Se adaptan a varias actividades y existen múltiples monturas.
En el caso de las lentillas, estas son mucho más prácticas. No interfieren en el desarrollo del niño debido a que van ligadas al ojo, además de que se pueden utilizar para actividades al aire libre. Lo mejor de todo es que mejoran el campo de visión, lo cual ayuda a corregir los problemas que afectan a los niños en su vida diaria.