El impacto del estrés en tu cuerpo: del sistema nervioso al digestivo
El estrés no solo afecta nuestro estado mental, sino que puede desencadenar una variedad de síntomas físicos. Desde problemas digestivos hasta tensión muscular, el cuerpo reacciona al estrés prolongado de muchas maneras.
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Entre las afecciones más comunes provocadas por el estrés están los trastornos gastrointestinales, como el estreñimiento o la diarrea, dolores de cabeza, insomnio e incluso problemas en la piel. Uno de los síntomas menos conocidos es su impacto en el sistema digestivo, que puede llevar a condiciones como las hemorroides debido a cambios en los hábitos intestinales, especialmente cuando se combina con una dieta pobre o sedentarismo.
Cuando se presentan hemorroides, el dolor y la incomodidad se vuelven evidentes. En esos casos, es necesario utilizar productos que consigan aliviar estas molestias, como la pomada de Anso Hemorroides. Sin embargo, además de estos tratamientos, es importante prevenir estas patologías manteniendo un estilo de vida saludable y aprendiendo a manejar el estrés.
¿Cómo reducir los niveles de estrés de manera efectiva?
Los altos niveles de estrés tienen la capacidad de afectar a sistemas esenciales del cuerpo humano. Cuando se alcanzan ciertos niveles de estrés, la glándula pituitaria reacciona aumentando la secreción de una hormona llamada hormona adrenocorticotrófica, disparando una señal de alarma al cerebro. Con esta especie de alarma, se emite una señal a las glándulas suprarrenales, situadas encima de los riñones, que inunden el torrente sanguíneo de hormonas del estrés, incluidas cortisol y adrenalina, lo que provoca grandes cambios fisiológicos.
De este modo, el estrés puede generar problemas cardiovasculares, debilitamiento del sistema inmunológico, tensión muscular, problemas digestivos, insomnio, pérdida o aumento de peso y problemas de salud mental. Con todos estos efectos, controlar los niveles de estrés es una necesidad para no sufrir sus consecuencias, algo para lo que la Organización Mundial de la Salud dispone de una serie de recomendaciones para mejorar las causas y los síntomas del estrés.
- Realizar actividad física. El ejercicio es una de las medidas más efectivas para reducir los niveles de estrés, ya que la actividad física consigue generar endorfinas que ayuda a contar con un estado de ánimo más positivo y, además, son hormonas que actúan como analgésicos naturales. En este sentido, cualquier actividad física, con mayor o menor intensidad, es efectiva para combatir el estrés.
- Tener una dieta equilibrada. Si la actividad física es importante, combinarla con una dieta equilibrada también es fundamental. Hay alimentos que pueden aumentar el nivel de estrés como la cafeína, el azúcar o los ultraprocesados, por lo que evitar su consumo excesivo es una clave para tener en cuenta. Además, contar con fruta, verduras, cereales y proteínas magras también ayudan a controlar los niveles de estrés.
- Meditar o practicar respiraciones profundas. Calmar el sistema nervioso con respiraciones profundas o prácticas de meditación como el yoga y el Tai Chi ayudan notablemente a reducir los niveles de estrés y reducir las posibles crisis de ansiedad.
- Disponer de un descanso regular. La OMS recomienda disponer de un descanso de entre 7 y 9 horas, por lo que dormir de manera regular durante ese tiempo contribuye a contar con una buena salud mental y física, fortaleciendo cuerpo y mente frente a los niveles de estrés.
El estrés es uno de los problemas que más afecta a la sociedad por su ritmo de vida, por lo que tomar las medidas adecuadas es imprescindible para llevar un estilo de vida sano.