Redacción •  Negocios y Ocio •  31/01/2024

Oficinas sostenibles, la tendencia imparable que continuará en 2024

El año 2024 no contemplará un cambio de paradigma en cuanto a oficinas y centros de trabajo, continuando con la dinámica inevitable del establecimiento de oficinas sostenibles.

Oficinas sostenibles, la tendencia imparable que continuará en 2024

Cuando hablamos de oficinas sostenibles, nos referimos a espacios de trabajo adaptados a las necesidades de las empresas y también de nuestro entorno. No solo se trata de contribuir a la sostenibilidad medioambiental, sino que, al mismo tiempo, facilitan la viabilidad de los negocios.

Además, las oficinas abiertas y sostenibles han quedado consolidadas como el modelo adecuado, ya que favorecen la productividad, haciendo entornos más favorables para el desempeño creativo y el desarrollo de los objetivos de los negocios.

Por este motivo, cada vez más empresas se plantean dar un salto cualitativo instalándose en centros más acondicionados y acordes a las necesidades de un negocio, acudiendo a empresas inmobiliarias especializadas en el asesoramiento y facilitación de este tipo de espacios, como la inmobiliaria Cushman & Wakefield, posicionada como una de las principales empresas para encontrar este tipo de oficinas sostenibles.

Beneficios económicos de las oficinas sostenibles

El primer factor que inevitablemente tiene que valorar una empresa a la hora de dar el salto a una oficina sostenible es una evidencia: son más rentables para las empresas, puesto que suponen un ahorro muy considerable en el consumo de energía.

En este sentido, uno de los principales factores que debe tener en cuenta una empresa es el del ahorro energético, que debe ser abordado desde un frente doble. Por un lado, las características de la construcción, teniendo en cuenta factores bioclimáticos, como aislamiento, materiales o climatología.

Esto es debido a que el consumo de energía que supone mantener los ambientes interiores en unas condiciones adecuadas es el gasto energético más importante de los edificios, y causa uno de los mayores impactos sobre el medio ambiente.

Por otro lado, al evaluar el consumo y las alternativas que tenemos para disminuir la emisión de sustancias contaminantes en la atmósfera que se producen cuando la energía se obtiene de combustibles fósiles.

Contaminación acústica, el gran ignorado

El ruido es una de las formas más penetrantes de contaminación y un peligro potencial para la salud. Por ejemplo, 80 decibelios es el nivel de ruido de una oficina con gente, y si nos exponemos a ese nivel de forma continua puede dañar la audición. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que no se debe sobrepasar el umbral de los 55 dB durante el día para que el cuerpo no sufra alteraciones.

Un entorno ruidoso puede ser la causa de irritabilidad y molestias, y producir estrés, dolores de cabeza y fatiga. Igualmente, puede reducir la capacidad de concentración de las personas y generar estados de insatisfacción.

Por este motivo, uno de los objetivos clave para el establecimiento de una oficina sostenible es el aislamiento acústico.

Espacios amplios, con la capacidad de adaptación para aislar las fuentes de ruido, tales como impresoras, equipos técnicos o unidades de comunicación, son esenciales para evitar este tipo de trastorno.

Iluminación y espacios amables

La iluminación en la oficina es un elemento fundamental para promover un entorno saludable, a la par que reduce los costes energéticos y promueve la sostenibilidad del espacio.

Además, la iluminación facilita beneficios profesionales, ya que establece un entorno laboral más amable. Es más, la luz natural ayuda a incrementar la productividad y eficiencia de los trabajadores, además, de contribuir al ahorro energético y a la mejora de la salud de los trabajadores evitando los dolores de cabeza y otras dolencias.