Sindicat de Llogateres y las vecinas de Casa Orsola denuncian los alquileres de temporada
El objetivo de Lioness Inversiones es desalojar a los vecinos para reformar las viviendas y hacer alquileres de temporada a precios de lujo.
Las vecinas de Casa Orsola y el Sindicato empapelan una inmobiliaria con rótulos gigantes
El Sindicat de Llogateres y las vecinas de Casa Orsola han empapelado los escaparates de la inmobiliaria SH Barcelona con grandes murales de denuncia contra los alquileres de temporada. La acción pretende denunciar la proliferación de este tipo de contrato de alquiler para que los propietarios se salten las restricciones de la Ley de Arrendamientos Urbanos, inflen los precios y vulneren los derechos de los inquilinos. Asimismo, se ha señalado a la inmobiliaria SH Barcelona, que gestiona los pisos de alquiler de temporada de Casa Orsola y el resto de fincas propiedad de Liones Inversiones, fondo de inversión que está desalojando a las inquilinas de Casa Orsola.
Desalojo de las vecinas de Casa Orsola por hacer alquileres de temporada a precios de lujo
La Casa Orsola se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la especulación inmobiliaria y los alquileres de temporada en Barcelona y Cataluña. Es un caso paradigmático de inquilinas que llevan muchos años viviendo en la misma finca y que nunca han tenido problemas hasta el día en que un fondo buitre, Lioness Inversiones, adquirió el edificio y comunicó a los vecinos que vivían de alquiler que los desalojaría de sus hogares cuando terminaran sus contratos. Sin embargo, las vecinas están organizadas con el Sindicat y han decidido no abandonar sus hogares al finalizar sus contratos y seguir pagando con el objetivo de poder negociar una renovación de los contratos.
El objetivo de Lioness Inversiones, sin embargo, es desalojar a los vecinos para reformar las viviendas y hacer alquileres de temporada a precios de lujo. En los últimos dos años, la empresa ya ha convertido 4 de las viviendas donde antes vivían vecinas en alquileres de temporada que alquila a precios estratosféricos: 2.000€ mensuales, mientras las inquilinas de siempre pagan entre 600 y 800€ por viviendas de unos 60m2.
Un resquicio para saltarse la ley que no responde a una demanda sino a una estrategia de mercado
Desde antes de la aprobación de la Ley de Vivienda estatal, el Sindicat de Llogateres ya advirtió de la urgencia de acabar con los alquileres de temporada, ya que están totalmente desregulados y vulneran cualquier protección que contemple la LAU ante quienes viven de alquiler. De hecho, tanto el Gobierno del estado como la Generalitat de Cataluña han prometido en reiteradas ocasiones su intención de regularlos, pero hasta ahora aún no se ha visto ningún resultado.
Por el contrario, estos contratos están proliferando de forma exponencial ya que permiten a los arrendadores y a las inmobiliarias saltarse las principales restricciones para obtener más rendimiento. En primer lugar, tienen una duración inferior a los regulados por la LAU (normalmente de uno a 11 meses), por lo tanto, permiten desalojar al inquilino y subir precios cada vez que el contrato finaliza. En segundo lugar, las agencias inmobiliarias no tienen prohibido cobrar honorarios y gastos de gestión a los inquilinos, por lo tanto, se extraen más beneficios. Por último, la regulación de precios de los alquileres no se aplica a los alquileres de temporada, es decir, que aunque la vivienda esté en una zona tensionada, pueden poner el precio de alquiler que quieran y estos precios siempre están inflados.
Es evidente que cada vez hay más pisos que se anuncian directamente como alquiler de temporada, sin opción a contrato de alquiler habitual. Esto demuestra que los alquileres de temporada no responden a una necesidad de algunos inquilinos, sino que es un modelo de negocio con el que los arrendadores buscan maximizar su rentabilidad y esquivar la ley. Las viviendas deben servir para que viva gente, y para hacerlo posible es necesario acabar con los alquileres de temporada.