Más de 30.000 personas se movilizan en Málaga para denunciar la falta de acceso a vivienda
- Convocada por la plataforma Málaga para Vivir, la movilización ha exigido medidas para facilitar el acceso a la vivienda e impugnar un modelo de ciudad que «expulsa a sus residentes en beneficio de la especulación inmobiliaria y turística».
La manifestación por la vivienda en Málaga ha reunido este sábado a decenas de miles de personas, 30.000 según cifran los organizadores, para denunciar la imposibilidad de los malagueños para acceder a la vivienda.
Convocada por Málaga para Vivir, la movilización, que ha arrancado pasadas las 11 y media de la mañana en la Plaza de la Merced, daba continuidad a toda una serie de movilizaciones y asambleas que desde el pasado mes de julio, buscan visibilizar y denunciar la situación en la ciudad.
Desde allí, la marcha ha continuado por el centro histórico hasta llegar a la Plaza de la Constitución. «Nos encontramos aquí porque esta ciudad es inhabitable, porque el modelo especulativo y rentista en el que se basa nos cuesta la vida, porque se ha construido una ciudad en contra de su vecindad», han afirmado en el Manifiesto de la convocatoria.
«Los abusos y brutalidades e este modelo de ciudad no dejan de crecer, cada vez hay más alquileres abusivos e impagables, más destrucción del territorio, más precariedad laboral», han ahondado. «Ni el mercado, ni los rentistas, ni los especuladores, ni tampoco las administraciones públicas que los alientan y que han planificado este modelo, van a solucionar nada», han añadido.
Una situación ante la que han puesto en valor la autoorganización de los barrios y la población, para construir «otra ciudad que se basa en el cuidado de su vecindad».
El impacto de la DANA
La movilización no ha dejado de lado el impacto del temporal, advirtiendo que «la reciente riada en Valencia, y también otras zonas como el valle del Guadalhorce aquí en Málaga, que arrasó barrios y dejó a miles en la intemperie, muestra como un desastre climático golpea con toda su fuerza a las más vulnerables».
Así, han apuntado a la importancia de la vecindad organizada para luchar «contra una emergencia habitacional donde vivir se ha convertido en un lujo; contra un crisis climática que amenaza el aire, el agua y el suelo de este territorio, y contra una precariedad laboral que explota a miles en una ciudad que los necesita serviles».