7.850 desahucios en el 2º trimestre de este año

Al tiempo que el problema con la vivienda está en el centro del debate y en boca de todo el mundo, al tiempo que se anuncian movilizaciones en muchas partes del país para reivindicar el derecho a la vivienda, al tiempo que el TC continua dictaminando anticonstitucional los avances autonómicos en la materia, los desahucios siguen creciendo, 7.850; 426 más que en el trimestre anterior según datos del CGPJ conocidos ayer. Se desglosan así:

• 1.469 derivados de ejecución hipotecaria
• 5.874 por impago de alquiler
• 507 por otras causas (aquí se incluyen los derivados de ocupación).

Que el Derecho a la Vivienda en España es imposible de ejercer para una enorme cantidad de la población, es algo sobradamente denunciado por la PAH y claramente demostrado, y es consecuencia de que las políticas de vivienda han entregado este bien de primera necesidad, a la especulación de los fondos buitre, banca y grandes fortunas, que la acaparan e imponen su ley en un “mercado” sometido a su avaricia, y sin ningún tipo de límites.

La cobardía del PSOE para afrontar medidas de calado, como las contenidas en el texto de ley que registramos en el Congreso en 2021, y el radicalismo neoliberal del PP, están empobreciendo a las clases populares. 

Sentencias como la que conocimos ayer del TC eliminando avances significativos de la legislación catalana, deberían provocar una reacción del PSOE aprobando medidas valientes y justas, como la puesta en alquiler asequible y social de todo el parque disponible de la Sareb; la movilización forzosa, al menos de una parte de las más de 3,9 millones de viviendas desocupadas que, según el INE, existen en España o la exigencia a la banca de que pague parte de su rescate de la crisis anterior con la cesión de viviendas.

Estas elevadísimas cifras de desahucios, se pueden multiplicar por mucho en 2025, si el gobierno deja caer el escudo social que caduca el próximo 31 de diciembre.

Desde la PAH exigimos:

• La mejora y ampliación de la protección del escudo social
• La transformación de esas medidas coyunturales, en medidas estructurales, mientras dure la emergencia habitacional que sufrimos
• La reforma de la ley estatal de vivienda, que la convierta en ley de mínimos de obligado cumplimiento en todo el territorio, incluyendo medidas como al alquiler social obligatorio, y la prohibición de cualquier desahucio sin alternativa habitacional.

¡Sí se puede!