Desde Construyendo Malilla denuncian que las afectadas están siendo extorsionadas y amenazadas con procesos judiciales para que se vayan de sus casas
Centenares de familias de todo el estado se encuentran en esta situación desde que el banco Sabadell vendió buena parte de sus viviendas a Cerberus.
17.05.2020. Esta mañana sobre las 11:00, integrantes del sindicato de barrio Construyendo Malilla se han encerrado en una de las sedes de Solvia en València para exigir la renovación de los contratos de alquiler social de 4 familias en situación de vulnerabilidad del barrio de La Torre.
Un grupo de más de 30 personas, integrado por miembros del sindicato junto a algunas de las afectadas por el alquiler de Solvia, han acudido esta mañana a una de las sedes de Solvia en València con la intención de obtener un interlocutor válido para negociar la renovación de los alquileres sociales a las familias vulnerables de La Torre. Tras exponer la situación al personal de la sede inmobiliaria, este ha negado tener ningún contacto con Solvia a pesar de gestionar la venta de sus pisos.
Desde el sindicato se ha insistido en la urgencia de la situación de las afectadas y la necesidad inmediata de una vía de negociación con la entidad bancaria, pues la no renovación del alquiler social implicaría el desahucio de familias vulnerables que no tienen otra alternativa de vivienda. Sin embargo, los encargados de la sede se han negado a trasladar el contacto repitiendo que no tenían ningún número de teléfono ni correo electrónico al que se pudiera dirigir el sindicato hasta el punto de afirmar que ellos gestionan la compraventa de pisos a través de la página web de Solvia y que nunca hablan con los responsables de la entidad.
Instantes después, han llamado a la policía para que desalojara la sede e identificara a todos los participantes, dejando sin la posibilidad de negociar a las afectadas, las cuales llevan meses sufriendo extorsión por parte de Solvia una vez se les notificó que no se les iba a renovar el contrato de alquiler social. Tampoco han querido escucharlas ni ofrecerles un intermediario para poner fin a la situación extrema en la que se encuentran, tal como explica Yoli, una de las afectadas del barrio de La Torre: «En plena pandemia me comunicaron que me tenía que ir de mi casa. Vinieron a ofrecerme 1000 € para que me fuera. Me dijeron que si no lo aceptaba habría consecuencias judiciales. No tiene nombre lo que nos están haciendo. Nunca he dejado de pagar y tengo dos niños y un informe de vulnerabilidad, pero a ellos les da igual. Nos quieren a todas en la calle y por eso hemos venido hasta aquí, porque no queremos irnos de nuestras casas».
Desde que el banco Sabadell vendió parte de sus activos inmobiliarios al fondo buitre Cerberus, las afectadas denuncian que se les ha presionado para que abandonen sus hogares. La situación se repite por todo el estado. En València, los barrios más afectados son la Fuensanta y La Torre, barrios de clase trabajadora con decenas de casos. El actual propietario de las viviendas, Promontoria Coliseum Real State (propiedad de Cerberus), junto con la gestora de dichos alquileres, Solvia (propiedad de Intrum y el Banco Sabadell), se niegan a renovar los contratos de alquiler social.
Desde el sindicato afirman que este es solo el principio de una lucha que se extiende más allá de la ciudad de València. Declara uno de los integrantes:
«Si no ceden, aumentaremos la presión. Esta lucha afecta a mucha gente y con esta acción queremos mandarles el mensaje de que no están solas y que lucharemos hasta el final para que no las expulsen de sus casas».