Mariano Sanz: «Bienvenida la bajada del IPC, pero emplazamos al Gobierno a actuar frente al precio de la vivienda
- La inflación frenó en julio (-0,6%) pero la vivienda sigue sin dar tregua.
CCOO saluda la reducción de los precios del mes de julio, pero incide en la idea de que los márgenes empresariales siguen disparados y, por lo tanto, hay margen para mayores reducciones de precio y aumento de salarios. Además, la vivienda no está incluida en el IPC y su aumento de precio, tanto en compra como en alquiler, es el principal factor de encarecimiento del coste de la vida para muchas familias. El Gobierno debería abordarlo a través de la generación de un parque de vivienda pública y del control de precios de alquiler.
La subida de los precios del IPC general se modera seis décimas hasta el 2,8% y la subyacente -sin energía ni alimentos frescos- se reduce hasta un 2,8%. Hostelería, bebidas alcohólicas y tabaco y vivienda se consolidan como los grupos más inflacionistas en términos interanuales, a los que se suma este mes los paquetes turísticos.
Además, fuera del IPC, el precio de la vivienda sigue desbocado (+6,3% interanual en el 1t2024). El coste hipotecario sigue siendo más alto que años anteriores y el coste de alquilar una vivienda no para de subir. “El alto nivel alcanzado por los precios en comparación con los salarios ha hecho inaccesible muchos bienes y servicios básicos para muchas familias trabajadoras. Adicionalmente, el poder de compra se ha visto doblemente lesionado en los hogares hipotecados o que deben alquilar una vivienda por la subida de tipos de interés, del precio de la vivienda y del coste de los alquileres”, en opinión de Mariano Sanz, secretario confederal de Salud laboral y Sostenibilidad Medioambiental, que emplaza al Gobierno a actuar mediante la creación de un parque de vivienda pública y un mayor control de los precios del alquiler.
Frente a este fuerte encarecimiento del coste de la vida, la subida salarial pactada se sitúa en el 3,0% de media hasta julio y cubre ya a 9,3 millones de personas, pero solo el 33% cuenta con cláusulas de garantía salarial.
El fuerte aumento acumulado desde 2018 del valor añadido (46% nominal, 21% real) y de la productividad (36% nominal, 13% real) es generalizado por sectores y para grandes y pequeñas empresas, “lo que abre márgenes y cierra excusas a las subidas salariales y la reducción de jornada laboral”, según Sanz.
La reciente rebaja de los tipos de interés del BCE debe consolidarse en futuras bajadas que alivien la carga que soportan los hogares y empresas endeudados. España debe incidir en la rebaja de los márgenes empresariales excesivos y lograr que las bajadas en los precios de la energía y materias primas se trasladen completamente e igual de rápido a como lo hicieron las subidas en estos insumos.