César Pérez Navarro •  Vivienda •  28/08/2019

La Ingobernable: «hemos parado el desalojo»

Este miércoles finalizaba el plazo para que los colectivos que conforman La Ingobernable abandonasen el edificio que mantienen okupado cerca del Paseo del Prado de Madrid.

La Ingobernable: «hemos parado el desalojo»

«Demostrando que somos indeslojables, seguimos en el corazón de Madrid para hacer la vida que merece. La lucha es el único camino». Con estas palabras, activistas del centro social de Madrid han celebrado la enorme afluencia de personas que han conseguido paralizar el desalojo previsto para esta mañana. «Gracias Madrid por tanta potencia, la potencia de los centros sociales cuando de verdad son del común: horizontalidad, apoyo mutuo, autogestión, antifascismo, solidaridad de clase, feminismo, antirracismo, cuidados y rebeldía. Seguimos».

Tras la finalización del plazo previsto para el desalojo se ha paralizado la primera orden dictada por el nuevo alcalde de la capital, el neoliberal José Luis Martínez-Almeida. Los funcionarios del ayuntamiento que han acudido a comunicar la orden de desalojo han sido recibidos por decenas de personas convocadas frente al centro social y una pancarta con el lema «Un Madrid Ingobernable». Ni siquiera se han podido acercar a la puerta de acceso del edificio debido a la gran cantidad de personas solidarizadas con este espacio común.

La orden de desalojo publicada en el BOE daba de plazo hasta este miércoles 28 de agosto a los colectivos de La Ingobernable para abandonar voluntariamente el edificio, de titularidad pública. Pero como en tantas ocasiones en centros autogestionados de todo el país, las personas que dan vida a este espacio mantienen la firme convicción de resistir.

Ante este escenario, se iniciará un procedimiento judicial que probablemente concluirá con un intento de desalojo en próximos días. Dicho desalojo forma parte de las promesas electorales del Ayuntamiento, que llegó a calificar como «desgarramantas», «pandilla de holgazanes», gente «sin oficio ni beneficio», o a utilizar otros insultos como «parásitos» para definir a las personas que trabajan para que el barrio cuente con todo tipo de actividades sociales. En palabras de los ingobernables, son talleres, charlas y todo tipo de eventos basados en «la horizontalidad, el apoyo mutuo, la autogestión, el antifascismo, la solidaridad de clase, el feminismo, el antirracismo, los cuidados y la rebeldía»… principios, todos ellos, enfrentados a la peculiar visión de las cosas de los políticos que conforman el nuevo consistorio.

En palabras de un portavoz del centro social, «la Ingobernable aporta a la ciudad infinidad de cosas. En este tiempo, nos hemos convertido en el centro neurálgico de muchos de los movimientos sociales de la ciudad, como la PAH, Ecologistas en Acción, el 8-M o las kellys. Madrid necesita espacios que se salgan de la lógica del dinero y que lo que hacen es ofrecer un espacio a gentes y movimientos que no se lo pueden permitir. De hecho, en dos años han pasado por aquí cerca alrededor de 140.000 personas. Creo que es una razón suficiente para mantener este espacio». Anoche durmieron allí entre treinta y cincuenta personas a sabiendas que esta mañana solo llegaría la notificación. Las habituales medidas coercitivas que pasan por el empleo de la violencia institucional se esperan para más adelante.

Tras este trámite, es posible que la intentona tenga lugar sin previo aviso, como ya ocurriera en otros casos. Desde La Ingobernable advierten: «el intento de cierre del centro social pueda darse de manera inminente, sin previo aviso y con plena agosticidad. Otros centros sociales como El Patio de Divino Pastor o la Traba de Arganzuela, ya fueron desalojados en agosto aprovechando las vacaciones estivales de gran parte de las madrileñas y madrileños».


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