Alison Bodine •  Opinión •  24/10/2019

Entrevista con Arnold August: «El golpe de Estado orquestado por Guaidó fracasa también en Montreal»

ALISON BODINE: Muchas gracias, Arnold, por tomarse el tiempo para ofrecerme esta breve entrevista. He escrito los principales componentes de un artículo acerca de esta injusticia y exclusión antidemocrática que le sucedió en la frontera de Estados Unidos y Canadá, hará unos tres meses]

¿Puede explicarme cuáles cree usted que fueron las motivaciones de los funcionarios de inmigración de Estados Unidos para negarle su entrada al país aquél día?

ARNOLD AUGUST: Es evidente que la motivación es política. Ese 16 de marzo de 2019, cuando me disponía a viajar de Montreal a Washington D.C., me sorprendí cuando me llevaron aparte, incluso si esto ya me había ocurrido años atrás, no había vuelto a sucederme desde hacía mucho tiempo. Hace algunos años me llevaron aparte y me mencionaron el hecho de que existían cargos contra mí, lo que ellos llaman expediente penal, que data de 1972, 1974. Por supuesto, antecedentes todos relacionados con el activismo político.

Aquél sábado en el aeropuerto me notificaron que tenía este antecedente penal y que no podía ingresar a Estados Unidos. Les dije: —“Esto es absurdo. Ustedes lo saben desde hace 45 años”. En ocasiones pasadas ya se me había detenido y cuestionado de la misma manera, pero después de las preguntas y todo aquello, nunca, en ningún momento se me impidió ingresar a Estados Unidos. Así que pregunté: “Bien, ¿por qué ahora?” En mis adentros sabía por qué inmigración lo hacía, pero deseaba que la respuesta saliera de ellos, así que de nuevo pregunté, “¿Por qué ahora?” Pero la discusión terminó justo allí, y la agente respondió: —“Bien, aquí tiene un documento para que lo diligencie si desea impugnar el hecho de que no se le permitió ingresar a Estados Unidos”. De manera que mi pregunta quedó sin respuesta.

En primer lugar, me parece curioso que hayan invocado los cargos de los años 1972 y 1974. Periodo a partir del cual he viajado a Estados Unidos en docenas de ocasiones sin que se presentara un solo incidente. Supongo que se podría decir que he sido un visitante modelo. Jamás había surgido el más mínimo incidente y de pronto surgió uno el día 16 de marzo de 2019. Desde entonces sigo planteando la cuestión, pero ¿qué pasó en particular y por qué en ese momento? Yo mismo puedo responder a ello.

Uno más uno suman dos, es tan obvio como lo siguiente. En primer lugar, a mi regreso de Caracas, donde estuve el 4 de febrero del corriente, volví con algunos puntos muy importantes a partir de los cuales he escrito varios artículos en apoyo a la Revolución Bolivariana, contra la injerencia de Estados Unidos y el tema de Venezuela en su conjunto. Efectivamente, en esa visita tuve el honor de participar en una reunión muy fraternal con Nicolás Maduro, durante la cual pronunció un discurso de casi dos horas.

Estos artículos en particular parecían ser muy apreciados en Estados Unidos. Por ejemplo, desde el 4 de febrero de 2019 han sido publicados en los siguientes medios populares en Estados Unidos: Mintpress, Venezuelanalysis, Black Agenda Report, Global Research, teleSUR Inglés y teleSUR Español. Todos ellos tienen algo en común: ahora están en la “lista negra” de Estados Unidos y/o sus sitios web y medios de comunicación social han sido perseguidos. Esta es una de las razones plausibles por la cual se me reusó el derecho de entrada a Estados Unidos el 16 de marzo.

Otra posible causa podría estar asociada a mi nuevo canal de YouTube, lanzado el 20 de enero de 2019 —normalmente, como usted sabe, escribo acerca de Cuba y Venezuela, en ese orden— el cual está específicamente dedicado a la deconstrucción de las mentiras de los medios de comunicación en lo que respecta a Venezuela. De manera que antes de la actividad del 16 de marzo en Washington, D.C., y con el principal objetivo de promover la manifestación ahí prevista, publiqué una cápsula muy importante en YouTube inspirada en una entrevista que me hizo el programa Loud and Clear (fuerte y claro) de Brian Becker de la estación de radio Sputnik, de Washington D.C., —estación que también fue puesta recientemente en la lista de los medios que a Washington no le gustan.

Venía desplegando una promoción activa de la manifestación de Washington D.C., pero Facebook bloqueó la publicación que hice de la entrevista radiofónica colgada en YouTube acerca de la actividad. No obstante, tengo además otro tema de interés que he subido a YouTube: se trata de mi apoyo al pueblo palestino.

Lo que se suscitó es aparentemente la suma de todas estas cosas. Esa es la respuesta a mi “¿por qué ahora?” que la agente de inmigración estadounidense no quiso darme en el aeropuerto de Montreal. Todo parece apuntar hacia mi reciente actividad, en términos de periodismo y de presencia incrementada en los medios sociales a partir del 4 de febrero de 2019.

ALISON: Es muy claro, además para nosotros y para mí este fue un caso de presión política y en realidad una violación de sus derechos democráticos a pronunciarse en defensa del pueblo de Venezuela. ¿Cuáles cree usted que son las mejores formas de apoyarle en este momento?

ARNOLD: De hecho, el apoyo inicial fue espontáneo desde el primer día. El 16 de marzo de 2019, estuve en contacto con una periodista de medios sociales, con quien me había reunido en Caracas el 4 de febrero. Había quedado de enviarle algunos de mis vídeos desde Washington, D.C., especialmente el mensaje que llevaba conmigo en el cual citaba las declaraciones y actividades de apoyo a Venezuela realizadas por más de cinco millones de trabajadores sindicales y activistas sociales y políticos canadienses. De inmediato, al cabo de horas, la joven activista venezolana de medios sociales había convertido lo informado acerca de la denegación de entrada a Estados Unidos a la cual se me había sujetado estando en el aeropuerto de Montreal, en un vídeo que fue distribuido con rapidez casi viral a través de Twitter. Esto fue ampliamente difundido desde Caracas, sobre todo en español, y retuiteado entre otros por Jorge Arreaza, Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela. TeleSUR en inglés —con la cual había estado también en contacto para transmitir la expresión de la solidaridad canadiense con la actividad en Washington D.C.— produjo adicionalmente un video realizado desde el taxi que me condujera del aeropuerto de Montreal de vuelta a casa, el cual envié en vivo a Quito, Ecuador.

Así, Alison, en respuesta a su pregunta en cuanto al apoyo prestado desde el primer día, este corrió las primeras 24 horas. A partir de entonces, Prensa Latina, la Agencia Cubana de Noticias, ha hecho circular ampliamente un artículo en español, inglés y francés. Como usted sabe, COHA, el Consejo de Asuntos Hemisféricos con sede en Washington, publicó su artículo acerca del incidente como parte de una cuestión más amplia.

Por supuesto continuaré escribiendo acerca de Venezuela. De hecho, diría que ahora estoy aún más determinado a decir la verdad acerca de Venezuela, a apoyar a la Revolución Bolivariana y a apoyar a Cuba.

Mi abogado y yo continuamos analizando lo ocurrido, interrogándonos sobre el hecho de que hayan podido prohibirme de por vida la entrada a los Estados Unidos de América. De modo que la investigación actual sigue su curso. Así pues, yo diría que lo mejor no es apoyarme en lo personal, sino ayudar a distribuir mi periodismo, no sólo el mío sino el de otras personas de la izquierda, como por ejemplo los periodistas de Firme This Time. Existe una cantidad considerable de periodistas progresistas de izquierda que han realizado una gran labor en Venezuela. Entre ellos Max Blumenthal, Dan Cohen y otros que acaban de regresar de Venezuela tras cuatro semanas de estar allí, y que están haciendo un trabajo excelente.

Creo que la mejor manera de apoyar o más bien de oponerse a este incidente es ayudar a distribuir todos estos ángulos periodísticos, ya sea la opinión de Fire This Time, las emitidas en Estados Unidos o las mías sobre la cuestión de Venezuela.

Es un combate continuo. Venezuela ha ganado el primer round pero está lejos de haber concluido la lucha. Creo que Estados Unidos nunca va a claudicar. Su principal objetivo es derrocar el gobierno de Maduro, derrocar el Chavismo, no sólo por el petróleo, sino además por el hecho de que, yo diría, Venezuela se está convirtiendo en el epicentro de la izquierda internacional. Se está convirtiendo cada vez más en un modelo para la gente del mundo entero que se opone a la injerencia estadounidense, a la intimidación estadounidense y al intento de Estados Unidos de dominar el mundo.

Es muy inspirador ver en todo el globo, por ejemplo en la Palestina ocupada, a personas que manifiestan su apoyo a la soberanía del pueblo venezolano. Yo creo que en este tema debemos trabajar todos juntos, es decir, ayudarnos mutuamente a hacer circular los puntos de vista que se están escribiendo o articulando en torno a Venezuela.

Como ustedes saben, estamos contra las grandes empresas mediáticas internacionales que han realizado y continúan realizando esta campaña masiva contra Venezuela, contra Maduro. Creo que esta es lo peor que he visto en años. Es incluso peor que algunas de las campañas que los medios de comunicación han venido llevando a cabo contra Cuba. Es una situación muy grave.

ALISON: Gracias a Arnold por esta entrevista y por toda su labor y trabajo periodística actual.

Siga a Arnold August en Twitter:@Arnold_August
Siga a Arnold Alison en Twitter:@Alisoncolette

Publicado en Fire This Time, Volumen 13, Número 4

http://www.firethistime.net/articles/Volume13/V13I4/an-interview-with-arnold-august.html

Entrevista exclusiva con Arnold August

El golpe de Guaidó falla también en Montreal

Global Research (G): El 8 de octubre pasado se le prohibió la entrada a un acto público organizado por la Universidad Concordia en Montreal que tenía como invitado especial al denominado “embajador” de Venezuela. El evento se intitulaba “La crisis en Venezuela: charla con el embajador de Venezuela en Canadá”.

¿Qué es lo que ocurrió?

Arnold August (AA): Dado que recibo periódicamente un boletín de la Red de Montreal de estudios latinoamericanos, que agrupa las cuatro universidades de la ciudad, recibí a principios de septiembre el boletín donde se anunciaba este evento en calidad de acto público gratuito. De manera que el 14 de septiembre recibí un pase para asistir a la reunión.

El objetivo del Movimiento quebequense de Paz, de del cual soy miembro era organizar una actividad sorpresa en la sala a fin de leer la declaración que se prepararía de antemano, tal como fue convenido en nuestra reunión del 24 de septiembre. La intensión era sorprender al denominado embajador y confrontarlo verbalmente desde el inicio de la reunión así como a las autoridades que lo invitaron.

No se me permitió entrar al evento no obstante el pase de entrada que recibí con cerca de un mes de anticipación y los varios correos electrónicos de seguimiento que Concordia me dirigió en calidad de participante hasta un día antes de que se celebrara el acto a fin de confirmar mi presencia. Los guardias de seguridad me dijeron —“¡Usted no aparece en la lista!”. Insistí en saber el porqué de la exclusión pero no pudieron darme justificación alguna. Pasaron torpemente de un pretexto a otro. Por ejemplo, dijeron que no había cupo suficiente en la sala y que tuvieron que quitar de la lista a las últimas 4 ó 5 personas que se inscribieron. Evocaron esto a pesar de que fui probablemente una de las PRIMERAS personas en haber recibido el pase. A un momento dado evocaron la posibilidad de una “amenaza para la seguridad” derivada de otra protesta pública con la cual yo no tenía nada que ver. Aun así, no pudieron responder a mi pregunta de “¿por qué yo?”.

G: En su opinión, ¿qué fue lo que les alertó para diferenciarlo?

AA: Bueno, según nuestro plan nuestras intenciones debían permanecer desconocidas del público a fin de sorprender al “embajador” cara a cara en la sala rodeado por su séquito. Pero, por alguna razón la oposición a este acto se supo públicamente de antemano. Tal parece ser que la Universidad, probablemente en colaboración con la agencia del servicio secreto de Canadá, inspeccionó la lista de asistencia y claro, dieron con mi nombre. Así se explica la exclusión.

Tal como sale en los videos, a pesar de que nos cerraron el paso, hicimos sentir nuestra presencia. Se ve lo que el denominado “embajador” y las autoridades de Concordia tuvieron que oír.

G: ¿En qué acabó?

AA: Para las fuerzas Trump-Trudeau en Montreal, esto se tradujo en un desastre. Para aquellos de nosotros que apoyan la Revolución Bolivariana y el Presidente Maduro electo democráticamente fue un triunfo.

¿Sabía usted que ni un solo partidario de Guaidó se presentó a la reunión?

Además, según se nos informó, ¡solo se presentaron 25 personas en una sala con cupo para 50!

G: Sin embargo ¿le prohibieron entrar bajo pretexto que ya “no había cupo”?

AA: Así es. Lo esencial es que ahora todos somos testigos de otro simple ejemplo de persecución política y/o de bloqueo mediático en Canadá contra aquellos de nosotros que se oponen en todo el país a la política Trump/Trudeau sobre Venezuela.

También fue un triunfo porque al final de la reunión el “embajador” tuvo que pasar tímidamente por el vestíbulo donde nos encontrábamos y escuchar nuestros lemas mucho más claro de lo que los oyó estando dentro de la sala. Incluso no le quedó más que tomar el folleto que se le entregaba a todos los participantes al salir de la reunión. Espero que lo haya disfrutado. De hecho, añadiría este mensaje: No vuelva a poner su cara en Montreal. Aquí no es bienvenido.

Fuente: https://www.globalizacion.ca/el-golpe-de-estado-orquestado-por-guaido-falla-tambien-en-montreal/


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