La distopía en la ventana
El hispanista Karl Zeligman contó que tenía 12 años cuando salió de Alemania, en 1939, en un avión ocupado por niños judíos con destino a Londres. Al llegar al espacio aéreo británico, la torre de control prohibió el aterrizaje y le exigió al piloto que regresara a Alemania. Él fingió una avería y un aterrizaje forzoso, consciente de lo que esperaba a los pasajeros si volvían a su país. El profesor Zeligman durante décadas seguía soñando que iba en ese avión y que no aterrizaban nunca en Londres. Su pesadilla -lo sabía- era la realidad donde estaban instalados otros.