Notitia Criminis •  01/02/2009

La operación Mahou-Calderón IV. Petra Mateos, de Directora General de Marc Rich a la presidencia de Hispasat

Si alguien en los círculos de poder oscuro de España ha sabido ceñirse a la catástrofe personal y escurrir el bulto en el último momento, esa ha sido Petra Mateos. Su nombre apareció, aunque de soslayo, en todos los escándalos de cierto volumen de los 90. Surgió a la vida pública como mujer de confianza de Miguel Boyer quien la hizo jefa de su gabinete en el Ministerio de Economía, y tan cercana fue su relación que, como la misma Petra ha reconocido en alguna entrevista, no resultaron completamente ajenas a sus tareas de entonces, ciertas funciones de “celestina” entre el Sr. Boyer y la ex esposa del Marqués de Griñón. Boyer y su segunda esposa acabaron imputados en el caso IBERCORP, pero nadie se acordó de su mano derecha, Petra Mateos.

Como ya hemos visto, también formaba parte del Consejo de Administración que Mario Conde puso al frente de Banesto, pero pese a que no pocos de aquel Consejo acabaron presos y pese a su evidente posición intermedia entre Mario Conde, Marc Rich, y Jacques Hacuel, en el caso “Belleuve“, nadie entonces se percató de que Petra Mateos estaba allí.

También anduvo en medio del “Caso AFISA” y del feo y siniestro “Caso Alfaro“. Anduvo mezclada con Ramón Mendoza y con quien entonces era uno de sus directivos en el club “Real Madrid”, Lorenzo Sanz, imputado ante la Audiencia Nacional por un delito de estafa y falsificación de documentos; pero Petra abandonó pronto su relación institucional con Mendoza y Sanz, aunque no tanto a estos y a su círculo personal.

El nombre de Petra Mateos no salió a relucir en el “Caso Casino de Alicante“, parte del complejo entramado de financiación ilegal del PSOE que se conoce como “Caso Filesa“; pero aunque aquella sombra rozó y no toco a Petra, como veremos, no estaba, ni mucho menos, lejos del lugar de los hechos.

También estuvo en el entorno del “Caso Fondos Reservados” y fue, a través de AFISA y su inseparable Luis García Cereceda, parte del eslabón que relacionaba los casos de financiación ilegal de su partido con el saqueo del Ministerio del Interior en los tiempos de González, Barrionuevo, Roldán, Corcuera y Sancristobal; pero si la propia secretaria de Felipe González tuvo que sentarse en el banquillo y declarar sobre el caso, nadie fijó su atención en Petra Mateos.

Cuando se produjo el derrumbamiento de lo que entonces se llamó el felipismo, el brillo público de Petra Mateos se apagó y si antes pocos habían reparado en ella al margen de su inevitable presencia en las múltiples soirées que se celebraban en no importa qué lugar; desde ese momento se le perdió la pista o, si no, se perdió el interés en ella, de forma que pasaron años hasta que se la vio reaparecer, modestamente, en la sociedad de provincias.

Igual que, inicialmente, había ligado su destino al de Miguel Boyer, lo que hizo entonces fue buscarse otros protectores que le proporcionaran cobijo y cercanía al poder, aunque fuera un poder de segunda fila y periférico.

Volvió a La Mancha, de donde había salido, a refugiarse en el regazo de José Bono y de su Consejero de Hacienda, Juan Pedro Hernández Moltó, ahora indiscutido presidente de CCM. No fue una mala elección porque, a día de hoy, Petra Mateos-Aparicio Morales es presidenta de TELECOM CASTILLA-LA MANCHA, sociedad cuyo control se reparten la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, es decir, Barreda; y Caja Castilla-La Mancha o, si se quiere, Hernández Moltó. También forma parte del Consejo de Administración de CAJA CASTILLA LA MANCHA CORPORACIÓN y es vocal de la propia CCM, además de aparecer en un nutrido conjunto de sociedades como consejera o como administradora única.

Tampoco fue mala elección teniendo en cuenta que su cercanía y fidelidad a José Bono le permitieron lanzarse, nuevamente, a la conquista de Madrid y de un lugar en la política y la economía nacional, pues fue Bono, en su condición de Ministro de Defensa, quien impuso su nombramiento como presidenta de HISPASAT, empresa estratégica y con institucionales y evidentes implicaciones militares.

Ahora, a los cargos anteriores, la Mateos suma los de presidenta de HISPASAT; presidenta de HISPASAT CANARIAS, donde, casualidades de la vida, tuvo el cargo de apoderado, hasta julio del 2004, José María Olarreaga Yeregui, de los Yeregui de toda la vida ; presidenta de HISDESAT SERVICIOS ESTRATÉGICOS; y como no podía faltar algo relacionado con la Junta de Andalucía, también ocupa el puesto de Consejera de RED DE BANDA ANCHA DE ANDALUCÍA.

Todo esto, siendo mucho, no da una completa idea del papel que Petra, natural de La Solana, Ciudad Real, juega en Castilla-La Mancha y en el entorno de José Bono, que es lo mismo que decir, en el entorno de Barreda; pero una escueta noticia perdida en la maraña de información diaria que apareció en Diario Crítico en julio de 2007 y titulada “Algo pasa con Bono“, puede que dibuje mejor al personaje.

Cuando ya se le había hecho el ofrecimiento de encabezar la lista electoral por Toledo y de ocupar, después, la presidencia del Congreso de los Diputados, el jueves 12 de julio de 200, José Bono se reunió a cenar con unos amigos, como dice el diario, “muy interesantes“. En aquella cena estaban, entre otros pocos, Francisco Pardo, actual presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha; Juan Pedro Hernández Moltó el presidente de CCM y como tal socio de PEYBER en Carranque y de Enrique Ventero en Los Alcázares y Fernándo Lamata, consejero del gobierno de Barreda y personaje que inauguró la “casa de la cultura” que fue adjudicada a PEYBER, también en Carranque, Toledo. La cena, como se puede comprobar en la noticia, fue organizada por José Luis Rodríguez, responsable de FORUM NUEVA ECONOMÍA y por Petra Mateos. El encuentro se pretendió “secreto” al decir de “Diario Crítico” y lo cierto es que tras él, Bono aceptó la propuesta que se le había hecho y, a día de hoy, preside el Congreso de los Diputados.

No hay que ser muy suspicaz, por tanto, para maliciarse que en aquella cena se reunió el Estado Mayor de José Bono y que en ese círculo de intimidad y confianza, Petra Mateos tiene un lugar privilegiado.

Así pues, ha sido mucho el camino que esta mujer ha recorrido desde La Solana hasta el despacho de Marc Rich, hasta el de Miguel Boyer, hasta el de Mario Conde, hasta el de Benedicto Alfaro, hasta el de Luis García Cereceda, hasta los de Manuel de la Concha y Jaime Soto y hasta el de Juan Pedro Hernández Moltó y como no ha terminado de andar y aún guarda sorpresas, merece la pena hacer un recorrido, tan breve como sea posible, por cada uno de esos episodios, sobre todo para tener a mano los datos cuando llegue el momento.

El Caso AFISA, el Casino Costa Blanca y el Caso de los Fondos Reservados.

Entre los muchos asuntos destapados por la instrucción del “Caso FILESA” hay uno que tuvo poca repercusión: el del CASINO COSTA BLANCA, en Villajoyosa, Alicante.

Los detalles del asunto se conocieron a partir de un informe elaborado por un tal Alberto Flores, que entonces era consejero del Casino e imputado en el caso FILESA. La mercantil CASINO COSTA BLANCA SA venía consiguiendo una “financiación” más que ventajosa de la propia Hacienda Pública, mediante el método del aplazamiento de la Tasa de Juego. Llegó a adeudar al Fisco, por ese concepto, más de 900 millones de Pesetas de los de mediados de los 80, afrontando un tipo de interés del 8% cuando los bancos estaban prestando el dinero al 22%.

En ese contexto, y según informó en su día Juan Luis Galiacho, el militante del PSOE José Anastasio Moreno Martín, a través del comisario Céspedes, contactó con Julio Martino Fernández de Torres, íntimo del entonces presidente González, y le propuso un negocio redondo en el que no tendría que gastar un duro: comprar los activos del Banco Industrial de los Pirineos para paralizar el embargo de las acciones de RECOINSA.

RECOINSA y sus participadas URCOBASA y RETRASA, habrían sido los instrumentos que hicieron posible la “financiación” de la Hacienda Pública a CASINO COSTA BLANCA, con un tipo de interés 14 puntos por debajo del de mercado, mediante operaciones presuntamente fraudulentas entre las citadas sociedades.

Así pues, a partir del contacto entre José Anastasio Moreno y Julio Martino, éste último se entrevista con Felipe González que le recomienda como abogado a “Poto“, es decir a Fernándo Múgica, que acabó siendo socio de Nicolás Franco Pacual del Pobil, sobrino de Franco y principal accionista de CASINO etc.

A continuación, Nicolás Franco, “El Poto” y Julio Martino se reunieron con Mariano Rubio, Gobernador del Banco de España y uno de los principales protagonistas del “Caso Ibercorp” aún por destapar en esas fechas. Se trataba de conseguir (y de hecho se consiguió) un acuerdo y visto bueno para la adquisición de las acciones en poder del BANCO INDUSTRIAL DE LOS PIRINEOS y de las letras anotadas en el pasivo de los balances de URCOBASA y CASINO COSTA BLANCA SA.

En 1989 los problemas de CASINO etc. volvieron a salir a la superficie. Se hacía necesario renovar la licencia del Casino y, para ello, liquidar la deuda con Hacienda. Entonces de diseña una curiosa operación a través de Caja Postal dirigida a la venta de los terrenos de la mercantil CASINO etc. La sociedad obtiene de Caja Postal un crédito de 950 millones garantizados con el valor de un suelo que, a precios de mercado, no superaba los 400. Se organiza una venta a dos presuntos testaferros de Málaga, un tal Velasco y un tal González, los cuales se subrogan en la hipoteca de la Caja. Los testaferros pagan a CASINO etc. 399 millones por el suelo con lo que Nicolás Franco y los otros liquidan la deuda con Hacienda. Luego, según escribe Galiacho, los 396 millones que sobraron tras liquidar las “mordidas” a Caja Postal y a los presuntos testaferros, “se transportaron en un furgón de la empresa de seguridad ESABE hasta la casa de Fernando Pascual del Pobil” donde los estaban esperando Nicolás Franco Pascual del Pobil, José Anastasio Moreno Martín, Isidro López de la Llave y Fernando Múgica, además del citado Fernando Pascual.

A partir de aquí se pierde el rastro del dinero y, por detalles de los que hago gracia al lector, Julio Martino se considera engañado, lo que hace que se querelle contra Fernándo Múgica y Nicolás Franco, destapándose el tinglado y la tormenta, que sólo amainó al estallar el caso IBERCORP y rodar la cabeza de Mariano Rubio, cosa que acobarda a Julio Martino, el cual llega a un acuerdo con Nicolás Franco para retirar la querella.

Ahora es cuando llegamos al meollo de lo que aquí interesa. Al tiempo que estaba sucediendo esto, también salía a la luz el escándalo de los Fondos Reservados. La investigación del asunto puso de manifiesto la compra de un “duplex” de 430 metros cuadrados en la calle Almagro número 20, que ocupaba las plantas quinta y sexta escriturado en cerca de 100.000.000 de Pts de las de principios de los noventa.

Los compradores fueron Pilar Navarro Ortega, la jefa de la secretaría de Felipe González, y su marido el pintor José Luis Fajardo Sánchez. En aquel momento “El Mundo” tituló la noticia así: “La secretaria de Felipe González que cobró fondos reservados tiene un piso escriturado en 100 millones“.

Casualmente, el duplex estaba situado en encima de la vivienda habitual de Julio Martino y también casualmente, Los gastos de comunidad del duplex comprado por “PilucaNavarro y su marido, los pagó Julio Martino hasta la fecha de adquisición, diciembre de 1993, quien, sin embargo no figuraba en los registros como propietario de la finca.

Juan Luis Galiacho en su artículo, barajó la posibilidad de que “Martino o un tercero recibiera en dinero B el importe de las letras depositadas en el Fondo de Garantía como parte de los arreglos financieros. Dicho importe, incorporado la Letra que propició el embargo de las acciones de RECOIN (Casino Costa Blanca) sumaría la cantidad de 152.677.739 Pts. un precio muy aproximado al pagado por el mencionado duplex.

“Algunos apuntan -continúa Galiacho- a que el hecho de no haber otorgado Escritura Pública obedecería a razones fiscales -incremento de patrimonio no justificado- y a la facilidad de llegar a acuerdos con la promotora inmobiliaria”.

La cuestión es que si el duplex procedía ya, presuntamente, de los turbios negocios de Julio Martino con Nicolás Franco Pascual del Pobil y con “PotoMúgica, y acabó en manos de la citada Pilar Navarro, que reconoció en juicio haber tomado y dejado de la caja de “fondos reservados” a discreción; a tales coincidencias hay que añadir otra más.

El duplex de la Calle Almagro no estaba a nombre de Julio Martino, pero si estaba escriturado a nombre de INVERSIONES URBANAS ALMAGRO (Urbaninver Almagro) cuyo administrador único era LUGARCE, empresa de Luis García Cereceda, y cuya Directora General era Petra Mateos-Aparicio Morales, con lo que entramos de lleno en el “Caso AFISA“, empresa de la que también era Presidenta y Consejera Delegada esta misma Petra Mateos.

Resumiendo todo lo posible los hechos, el Caso Afisa consistió en una serie de operaciones fraudulentas realizadas a través de las sociedades URBANIZADORA SOMOSAGUAS, AFISA, LUGARCE y la agencia de valores AGUILAR & DE LA FUENTE.

En su momento, el Ministerio de Economía multó a URBANIZADORA SOMOSAGUAS con 427 millones de Pts. y a LUGARCE con 268 millones por infracciones muy graves contra la Ley del Mercado de Valores. Las dos sociedades realizaron operaciones fraudulentas entre octubre -que se sepa- de 1989 y agosto de 1990 falseando los precios de cotización. Los beneficios obtenidos por los defraudadores se calcularon en 145 millones brutos y el comprador de las acciones fue la propia AFISA a través de una de sus filiales denominada SANTO DOMINGO. A AFISA también se le impuso una sanción de 24 millones “por un delito muy grave“, según informó en su día “El Mundo“.

En cuanto a las responsabilidades personales de los administradores de las sociedades implicadas, resultaron sancionados José María Arcas de Caso, miembro del consejo de administración de AFISA y Fernando Orteso, director general de la agencia mediadora AGUILAR & DE LA FUENTE. A José María Arcas se le encontró responsable de haber hecho uso de información privilegiada para la compraventa de acciones, mediante la cual obtuvo 57 millones de beneficio y ello sin informar a la CNMV. Hechos similares se imputaron a Fernando Orteso.

Lo significativo del hecho es que ninguna sanción recayó sobre Luis García Cereceda, propietario de LUGARCE, ni tampoco sobre Petra Mateos-Aparicio Morales que era la Presidenta y Consejera Delegada de AFISA, empresa también controlada por Luis García Cereceda.

Los grandes perjudicados, de forma similar a lo que había ocurrido un poco antes con el Caso IBERCORP, fueron los pequeños accionistas, externos al “círculo de confianza” y que, por eso mismo, sufrieron un gravísimo quebranto económico.

AFISA acabó suspendiendo pagos, con un pasivo de 7.000 millones de Pts. y en 1993, se hizo pública la noticia de que estaba negociando la venta de parte de sus inmuebles para hacer frente a dicha suspensión. Coincidencia notable fue que en ese momento las entidades que negociaban la compra de tales inmuebles eran la cadena hotelera NH HOTELES, entonces controlada por Antonio Catalán y cuyos directivos, algunos de ellos, han tenido y tienen tan estrecho contacto con Juan Antonio Roca y con Pedro Román Zurdo.

Otra de las empresas interesadas en la compra fue la Cadena TRYP controlada por Marc Rich y por su socio Max Mazin. Sin embargo, para entonces, Cereceda ya había salido de AFISA (lo hizo en 1990) y también Petra Mateos, que dimitió en 1991.

Petra Mateos había llegado a ocupar los cargos de Presidenta y Consejera Delegada de AFISA en 1988. Hasta ese momento había desempeñado el cargo de Directora General de RON INVESTMENT, propiedad de Marc Rich y, no obstante su paso a la presidencia de AFISA, continuó siendo Consejera en RON INVESTMENT, lo que pone en evidente y estrecha relación a Luis García Cereceda con el citado Marc Rich.

Por tanto y resumiendo lo que aquí interesa: el caso Casino de Alicante, un fleco del Caso Filesa, acaba confluyendo en un piso duplex de la Calle Almagro de Madrid, con el Caso de los Fondos Reservados y con el Caso Afisa, y tras el piso de la Calle Almagro quienes aparecen son Petra Mateos-Aparicio Morales y su amigo Luis García Cereceda.

El caso Ibercorp.

El día 12 de febrero de 1992 “El Mundo” titulaba en portada: De la Concha engañó a la Comisión de Valores para encubrir a Rubio y Boyer“. Daba comienzo el Caso IBERCORP.

Los periodistas Jesús Cacho y García-Abadillo revelaron que Manuel de la Concha y Jaime Soto, los dos personajes que controlaban IBERCORP y sus derivadas, habían ordenado “falsificar una lista de vendedores en la que figuraban él y sus amigos. SISTEMAS FINANCIEROS recompró sus acciones a buen precio al «grupo de confianza» en el que figuraban el gobernador del Banco de España y el ex ministro de Hacienda. Poco después los títulos se hundieron y el resto de accionistas sufrió un gran quebranto

Desde hacía años, De la Concha y Soto venían manejando los ahorros de una clientela en la que se distinguían claramente dos grupos: el «círculo de confianza» y los demás. La rentabilidad estaba asegurada, al menos para el «círculo de confianza», por el conocimiento exacto de información que les podía proporcionar el Gobernador del Banco de España o, incluso e hipotéticamente, personajes tan cualificados como el propio Miguel Boyer.

Luego vino el tiempo de una operación en la que o bien De la Concha y Soto salvaron a ese círculo de confianza como condición de su futura impunidad, o bien sin más orquestaron una maniobra fraudulenta para elevar ficticiamente el precio de las acciones y alzarse después, ellos y los amigos, con el botín… o las dos cosas a la vez.

Lo cierto es que SISTEMAS FINANCIEROS, una sociedad adquirida previamente por Manuel de la Concha y su consorte Jaime Soto, compró para su autocartera, las acciones de IBERCORP en poder de los privilegiados del “círculo de confianza”, haciéndose todas estas operaciones a través de IBERCORP BOLSA, otra sociedad del Grupo. Eso ocurría en vísperas de su desplome en bolsa y el resultado fue un quebranto patrimonial de los “no enterados” que, en aquel momento, el Juzgado cifró en 7.100 millones de Pts.

El asunto no acabó con el descubrimiento del tinglado por la CNMV. Ante las circunstancias desveladas, la Comisión solicitó a IBERCORP una lista de los ordenantes de las ventas de acciones para la autocartera de SISTEMAS FINANCIEROS. De la Concha falsificó esa lista para hacer desaparecer de ella, entre otros, a Miguel Boyer y a Mariano Rubio, entonces Gobernador del Banco de España.

El truco sirvió de poco, porque el 5 de abril del 94 El Mundo reveló la existencia de una “cuenta secreta” de Mariano Rubio en IBERCORP en la que negociaba con dinero negro. Rubio acabó en prisión a instancias del fiscal, el ahora Ministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo. Manuel de la Concha y Jaime Soto se libraron de la cárcel mediante un acuerdo con la Fiscalía.

El caso, naturalmente, tuvo más repercusiones. Miguel Boyer e Isabel Preysler acabaron imputados y además, supuso el salto a la celebridad de un semianónimo diputado socialista: Juan Pedro Hernández Moltó. Al Sr. Hernández se le encomendó el interrogatorio de Mariano Rubio en la comisión de investigación del Congreso y su ensañamiento con él, un hombre que compareció convertido en un pingajo humano y en estado de semiinconsciencia, indignó incluso a quienes habían destapado el caso. Su “míreme usted a los ojos” lanzado a gritos contra Rubio, como digo, hizo que Hernández Moltó saliera de su discreto anonimato, aunque no especialmente bien parado. Posteriormente se llegó a publicar que cuando Rubio recuperó la conciencia que parecía haber perdido en la sesión de la Comisión del Congreso, se refería en privado al interrogatorio de Hernández Moltó con este comentario: “te miro, te recuerdo y me das asco“.

Pero, bosquejado el caso, volvamos a la lista del “círculo de confianza”(la lista de clientes de Ibercorp se puede descargar completa desde aquí). En esa lista estaban Mariano Rubio, Miguel Boyer y su encantadora segunda esposa, la familia Entrecanales, los Benjumea, los Huarte, Juan Antonio García Díez -que también había sido Ministro de Economía- y su socio Carlos Bustelo, Juan Miguel Villar Mir, Fernando Fernández Tapias, Garrigues Walker, Fernando Escardó -del que se decía, era el cerebro gris de las Koplowitz-, o Alvaro Alvarez Alonso el socio de Enrique Sarasola, amigo íntimo de Felipe González.

La lista era más larga, claro está, y otra vez ahí estaba el nombre de Petra Mateos-Aparicio Morales haciendo compañía a otro personaje que bastantes años después ha cobrado nueva celebridad: el “malayoRafael “Koke” Calleja.

La presencia de Petra Mateos en el tinglado de IBERCORP tampoco supuso su procesamiento. Al contrario de lo que les ocurrió a Miguel Boyer y a su “encantadora esposa“, ambos amigos íntimos de Petra Mateos -que aún saliendo bien parados del Caso Ibercorp, no pudieron evitar estar imputados durante su instrucción- Petra Mateos pudo escurrir el bulto una vez más.

Lo mismo le pasó entonces al ahora “malayo” Koke Calleja, concejal del Ayuntamiento de Marbella y uno de los más fieles a Jesús Gil, detenido el 27 de junio de 2006 durante la “segunda fase de la Operación Malaya”. Calleja, ni más ni menos que yerno de Manuel de la Concha, el principal condenado del Caso IBERCORP, se hizo cargo de la Delegación de Urbanismo tras la moción de censura que volvió a dar el control pleno del Ayuntamiento a Juan Antonio Roca y que presuntamente financió Judah Eleazar Binstock.

El caso Alfaro

El Caso Alfaro, también conocido en su día como Caso Egea, es sin duda el más macabro de aquellos en los que ha estado envuelta Petra Mateos y en los hechos que comprende, corrió abundante sangre.

Baltasar Egea era un “broker” que, entre otras actividades lícitas, también captaba dinero negro de sus clientes para invertirlo de la mejor manera posible. Egea conocía a Benedicto Alfaro, propietario de los supermercados Alfaro, que tras sus incursiones en en negocio inmobiliario, a través de COMERCIAL VENECIA SA, estaba al borde de la quiebra.

Alfaro solicitó a Baltasar Egea un préstamo falseando los datos de solvencia de su grupo empresarial y garantizando la devolución con letras de cambio falsificadas. Como dijo la sentencia que once años después de los hechos le condenó a 6 años de prisión, Benedicto Alfaro era consciente de la naturaleza ilícita del dinero que le prestó Egea y de lo difícil que le sería reclamárselo, sin incriminarse a sí mismo.

En total, Egea prestó más de 1.500 millones de Pts. a Alfaro. Cuando los problemas de éste no se solucionaron, sino que se agravaron, Egea vió como Alfaro se retrasaba en los pagos hasta que, finalmente, en 1992, sencillamente se negó a pagar.

Incapaz de cubrir las devoluciones del dinero a sus propios clientes y desesperado sin duda, el 4 de mayo de 1993, Baltasar Egea, de 47 años, asesinó a su mujer y a su hijo y luego se pegó un tiro, no sin antes dejar escritas varias cartas dirigidas al Juez Moreiras dando detalles de la situación.

A raíz de esas cartas las actuaciones judiciales se dirigieron contra Benedicto Alfaro y contra su hija Carmen. En el curso de esas actuaciones este buen elemento aún tuvo la frialdad de acusar a Egea, el hombre al que había empujado al asesinato de su familia y al suicidio, de ser él el autor de las letras falsificadas que se suponía garantizaban la devolución del crédito dado por Egea a Alfaro.

Por otra parte, las actuaciones judiciales también se dirigieron a varios paraísos fiscales. En enero del 94 El País informó sobre la existencia de, al menos, “dos sociedades radicadas fuera de España denominadas BV International y Fungi Holding, que poseen buena parte de las acciones correspondientes a las empresas que componen el Grupo Alfaro. Desde el año 1988, las inversiones efectuadas por el industrial Benedicto Alfaro en sus empresas dieron paso a las realizadas por las sociedades antes citadas, que lógicamente, se encuentran fuera del alcance de la Hacienda española” lo que, como poco, induce la vehemente sospecha de que el tal Alfaro estaba descapitalizando fraudulentamente sus sociedades en España.

Así, a finales de 1991, las dos empresas inmobiliarias del Grupo Alfaro debían 7.100 millones. HOLDING ALFARO adeudaba 3.500 millones de Pts. al Banco Central y COMERCIAL VENECIA mantenía una deuda con CAJA POSTAL de 3.600 millones de Pts. Dos años después esas deudas habían aumentado hasta los 11.000 millones de Pts.

Da la casualidad insólita, de que en el Consejo de Administración de COMERCIAL VENECIA estaba presente Petra Mateos-Aparicio Morales. Sin duda, también se trató de otra insólita casualidad que fuera CAJA POSTAL la entidad acreedora -la misma Caja que prestó el dinero en el caso CASINO COSTA BLANCA– igual que debió ser otra inesperada coincidencia que el duplex de la Calle Almagro de Madrid, que apareció relacionado con el asunto del Casino y con el de los Fondos Reservados, estuviera escriturado a nombre de INVERSIONES URBANAS ALMAGRO, controlada por LUGARCE, la empresa de Luis García Cereceda y cuya Directora General era Petra Mateos.

Petra salió indemne de este siniestro episodio, pero no fue el final de sus comprometedoras relaciones con Benedicto Alfaro. El 12 de noviembre de 1994 el Juez de Delitos Monetarios, Miguel Moreiras, aceptó a trámite la querella criminal de un individuo llamado Andrés von Wernitz Galitzin Udvary Salm-Kylburg, de nacionalidad europea, que se decía descendiente de una rancia estirpe centroeuropea y que hablaba con pronunciado acento porteño.

Los hechos de esa querella, que Moreiras acumuló al original Caso Alfaro, los resumió El Mundo de la siguiente forma: «En junio de 1988, Benedicto Alfaro entra en contacto, indirectamente, con el querellante: Andres von Wernitz… A Wernitz se le propone entonces que participara en la compra de unos terrenos en Fuencarral, al norte de Madrid, propiedad de distintos dueños, a los que Alfaro -según Wernitz- denominaba ‘los paletos’.

Alfaro no quería figurar en la operación, que se diseña a través de una sociedad de Wernitz. Una operación artificial, ya que Alfaro se comprometía a ‘dotar de fondos para la adquisición y posterior venta’ a una sociedad del empresario madrileño ‘a un precio hasta cinco veces superior al adquirido para poder justificar, a su vez, la voluminosa y cuantiosa hipoteca que previamente tenía concertada (…) por mediación de doña Petra Mateos con la Caja Postal‘.

Poco después, se lleva adelante la compraventa, en la que Wernitz no tendría que desembolsar ni un duro. Sobre el papel, el inversor compra por 343 millones y vende por 975 millones en el mismo acto. Pero ‘concluidas las operaciones, el Señor Von Wernitz no recibe nada de lo pactado‘».

Ni que decir tiene que Wernitz no vio ni un céntimo, ni entonces, ni después y eso es lo que le llevó a presentar su querella. Esta vez la catástrofe había rozado de cerca a Petra Mateos, pero una vez más consiguió eludirla. El 9 de mayo del 96 si hizo pública la noticia de que el Juzgado de Instrucción nº 25 de Madrid había archivado la querella de Wernitz. Consideró el juez que Alfaro y Petra Mateos no habían cometido ningún delito al elevar artificialmente el precio de los terrenos de Fuencarral para justificar el préstamo de CAJA POSTAL; sino que quienes habían cometido delito fiscal -ya prescrito- eran los propietarios que vendieron los terrenos y a los que, según Wernitz, Alfaro llamaba “los paletos de Fuencarral“. El negocio terminó convirtiéndose en la que entonces se calificó como «la operación de especulación mas grande de Europa en los últimos 50 años».

La fiesta de fin de año en Santo Domingo y el “Caso Atocha”.

El fin de año de 1984 se celebró en casa del ya difunto José Francisco Peña Gómez, alcalde de la ciudad de Santo Domingo y vicepresidente de la “Internacional Socialista”, una fiesta en la que hubo notable asistencia. Entre los invitados que ahora interesan estaba Petra Mateos, Virgilio Cano y Ramón Mendoza al que Petra Mateos, como sabemos, acompaño en la directiva del club “Real Madrid” durante un tiempo.

Para esas fechas, Petra Mateos ya tenía cierto renombre pero a Virgilio Cano -Consejero de Cooperación de la Comunidad de Madrid con Leguina y ex marido de María Porto, la actual esposa de Alvarez Cascos– aún le quedaban nueve años para alcanzar el punto culminante de su popularidad. Este llegó en 1993 con el “Caso Atocha” un supuesto de falsedades y trato de favor en contratos otorgados por la Comunidad de Madrid a CONSTRUCCIONES ATOCHA y a empresas ligadas a ésta, cuyo valor alcanzó, entonces, los 3.000 millones de pesetas.

No fue este el único supuesto de trato de favor que, por esas fechas salió a la luz en relación con el tal Virgilio Cano. En junio del 94, El País publicó que Cano había adjudicado “166 millones a la empresa del marido de su ex secretaria“.

También, en enero de 1995 El Mundo publicó que se acusaba a Virgilio Canode dar contratos a la empresa de un amigo y de un ex consejero del PSOE“. Ese amigo y ese consejero eran, respectivamente, Adrián de la Joya y Ruiz de Velasco y Rafael Martín Sanz, cuyos nombres ya habían salido a relucir en relación con el “Caso Atocha” y, en concreto, respecto a las adjudicaciones dadas a la mercantil DEFENSAS HIDRÁULICAS, de la que tanto Adrián de la Joya como Martín Sanz eran consejeros.

En la actualidad Rafael Martín Sanz consta como Administrador de PARQUESOL INMOBILIARIA Y PROYECTOS S.A. donde el quebrado GRUPO LABARO tiene el 12% del capital, CAJA CASTILLA LA MANCHA CORPORACIÓN -en cuyo Consejo de Administración está Petra Mateos– el 9,37% y CAJA CASTILLA-LA MANCHA el 4%.

La traca final de Virgilio Cano llegó en octubre de 2004. Entonces, la Fiscalía de Madrid pidió para él tres años de cárcel por un presunto delito de estafa a la dueña de un prostíbulo a la que, presumiendo de sus influencias, le solicitó, presuntamente, el pago de 36.000 € a cambio de agilizar la licencia del local. Por este motivo había sido expulsado del PSOE en 2001. Desde entonces, en correspondencia con el oficio de su todavía esposa María Porto -marchante de arte- se dedicó a vender cuadros a ayuntamientos gobernados por el PSOE.

Hasta aquí llega el denso resumen del pasado de Petra Mateos-Aparicio Morales, de sus amistades y de sus relaciones profesionales. Su presente no tiene menos interés y ese interés ya preocupó en el momento en que fue nombrada presidenta de HISPASAT.

El 9 de noviembre de 2004 Amador G. Ayora escribía en La Razón sobre este nombramiento que “su vinculación posterior con Mario Conde y con el caso Alfaro provocaron ayer urticaria en algunos, que se preguntaban dónde quedan las palabras del vicepresidente Pedro Solbes, que reclamaba presidentes con un pasado limpio al frente de las empresas públicas“.

Seguro que eso mismo también se lo pregunta Melchor Gail Fernández, ex chófer de Petra Mateos que, tras denunciar trato vejatorio y humillante por parte de su jefa, se le diagnosticó en la Fundación Jiménez Díaz un “cuadro depresivo-ansioso”, se le recomendó no volver al trabajo y se le recetaron cuatro comprimidos de valium diarios.


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