Excusas y come palomitas

Derechas y ultras
Las palabras tienen peso específico y más, si son enunciadas por dirigentes políticos de peso.
Cuando se agita el fantasma del golpe de Estado, en una sociedad que lo ha padecido, nada resulta inocente.
La derecha y los ultras lo saben: la única dictadura es la franquista, o la de Primo de Rivera, o la de Videla en Argentina, más allá en el tiempo.
Por cierto, dictaduras que no condenan y, en algunos casos, reivindican.
La amnistía puede o no gustar y todos tienen el derecho a manifestarse, pero hay una línea roja y es la violencia.
Pero sucede que no es la amnistía la cuestión, porque, con diversas reacciones, también se han opuesto al aumento del salario mínimo, a la limitación del precio de la luz, al impuesto a las grandes fortunas, a los indultos, al estado de alarma, a la ley de eutanasia, a la ley trans, al matrimonio igualitario, etcétera, etcétera.
Y esto está a la vista de cualquier persona que tenga dos dedos de frente.
El Poder, el Poder…
Lo que no admiten es no tener el poder central.
Un poder central que las mega empresas, los bancos, los fondos de inversión y los grandes medios de comunicación, desearían que esté en manos de un partido que siempre ha gobernado para ellos.
Y ese partido, es el PP.
Lo que sucede es que al PP le ha aparecido un socio impresentable y, pese a eso, gobiernan juntos en media España.
Sin embargo…
Convendría que la mujer y el hombre de a pie sea soberano en sus ideas, es decir, sea lo más libre posible para poder discernir hacia dónde lo quieren llevar estos partidos y cómo los usan para lograr sus propios y oscuros proyectos.

Instalan el relato del golpe, de lo ilegítimo, desgastan al gobierno echando a correr la idea de que usurpan el poder, de que han quebrado la democracia, sacan a pasear cada tanto a ETA y hasta comparan el día de ayer con el intento de golpe del 81! Vaya tela, como dicen aquí.
A ver señores: los únicos que sueñan con quebrar a la democracia son ustedes porque con cada crítica, se confiesan.
Lo que ustedes no aceptan, justamente, es la democracia.
Hace unos días, Alberto NF, dijo que Sánchez quiere quedarse en el poder a toda costa, pese a haber perdido.
Señor Feijóo, usted sabe, si es un demócrata, que en España gana el que logra ser investido y no el que saca más votos, por tanto, dedíquese a ser una oposición seria y a la altura de los tiempos que se viven y no simples gasolineros de televisión.
La idiotez de las ovejas
En España hay ovejitas desmemoriadas que instalan relatos de catástrofe porque se sienten frustradas al no haber podido formar gobierno.
Cuando los pactos y las amnistías eran concesiones de la derecha, todo estaba bien.
Al final, se trataba de gobernabilidad.

Cuando ellos no gobiernan, dado que se creen dueños de la democracia, la libertad, la justicia y de la opinión pública, salen a poner el grito en el cielo, utilizando sus medios de comunicación afines para llenar de odio y teatralizar un supuesto quiebre democrático, o una traición.
Sería interesante que las ovejitas revisaran la hemeroteca porque allí están las portadas de los periódicos ratificando lo que expreso.
El problema no es la amnistía, el problema es que no admiten que gobiernos progresistas o de izquierda, avancen tibiamente con medidas un poco más equitativas.
Les molesta eso y la memoria. Les molestan los derechos.
Esto también sucede en la Argentina.
Para esos partidos y sus seguidores come palomitas, la memoria es una afrenta; los derechos humanos son un negocio y los miles de muertos causados por el terrorismo de Estado, bien muertos están.
La rebelión de las ovejitas

Las ovejitas ofuscadas se suman a los relatos desestabilizadores y no se dan cuenta de que trabajan, gratis, para los dueños de la torta.
Siempre sucede así: los poderosos necesitan de gente con poco criterio, desinformada, ignorante o llena de odio de clase, para llevar adelante sus planes, que son, ni más ni menos, que conservar sus fortunas, sus influencias en las principales instituciones, sus fugas de dinero a paraísos fiscales y su impunidad ante cualquier investigación independiente.
Pobre rebaño: se cree por encima de las disputas políticas, pero siempre apunta hacia el mismo lado y cuando la derecha y sus socios ultras vuelvan al poder, les pasarán por encima.
Y será demasiado tarde para lágrimas.
Néstor Tenaglia Álvarez