Aparece otra vivienda de un millón de € en el barrio de Salamanca a nombre de una sociedad de José Bono. El ex postulante a la Guardia de Franco se la compró a un constructor imputado por corrupción
Un ático de 106 m2, piscina climatizada, seguridad privada durante las veinticuatro horas del día y situado en la C/ Ayala, en el barrio de Salamanca, la zona más exclusiva del centro de Madrid. Esa es la última propiedad, hasta ahora, que se descubre en manos de José Bono y su familia.
La vivienda, puesta a la venta por algo menos de un millón de €, está escriturada a nombre de la mercantil AHORROS FAMILIARES SAJA, la sociedad que según la declaración de bienes, rentas y actividades presentada por Bono en 2004, el último año que permaneció como presidente de Castilla-La Mancha, se constituyó para absorber los inmuebles del matrimonio Bono-Rodríguez tras su separación de bienes.
Eso, sin embargo, no quiere decir que el piso de la C/ Ayala estuviera en su poder en aquellas fechas. Por el contrario su adquisición se realizó en 2009 y se elevó a escritura pública unos dos meses antes de que Bono comprara otra de sus nuevas viviendas de lujo: el piso de la C/ San Justo de Madrid, cuyo precio declarado también fue de un millón de €, aunque el inmueble estuviera a la venta por un millón ochocientos mil €.
El constructor del edificio, vinculado a la trama vasco-malaya y al caso de corrupción de Mercasevilla
Al margen de que, a medida que se investiga a Bono, crece vertiginosamente el número de los inmuebles de los que son titulares él, su familia directa o alguna de las cinco sociedades de las que se tiene constancia que le pertenecen, llama vivamente la atención el hecho de que el promotor del edificio de la C/ Ayala sea la constructora SANDO, la mayor de Andalucía y propiedad de José Luis Sánchez Dominguez, imputado junto a su hijo, Luis Sánchez, por presunta corrupción en el caso Mercasevilla.
La constructora SANDO, al decir de la magistrada Mercedes Ayala, se hizo, en el contexto de ese caso —la noticia se puede descargar desde aquí— con unos terrenos, de forma «ilegal» y «antieconómica» por 52 Millones de € menos de lo que ofrecía otro de los licitadores.
De la constructora SANDO y de José Luis Sánchez Domínguez, ya se habló en Notitia Criminis hace algún tiempo. La familia Sánchez Dominguez, que mantiene amistad pública e íntima con Magdalena Alvarez, le ex ministra de Fomento de infausta memoria, tiene presencia dominante, junto a CONSTRUCTORA HISPÁNICA, en la mercantil EXPLOTADORA DEL HOSPITAL DEL TAJO, en Aranjuez. Sobre eso, en su día, escribí lo siguiente:
Esta empresa tiene una fuerte participación en EOC DE OBRAS Y SERVICIOS y también participa con un 10% en PROMOCIONES TAVINOVA SL, a su vez, vinculada a EOC DE OBRAS Y SERVICIOS, a AZARBE OBRAS Y SERVICIOS y, además, presente en el Consejo de Administración de VITANOVA PROMOCIONES E INFRAESTRUCTURAS SL. La administración de ésta última corresponde a las siguientes personas y entidades.
Presidente: PROMOCIONES TAVINOVA S L (Que está presidida por VITANOVA.
Consejero delegado: LUIS FERNANDO LINARES TORRES (Trama Vasco-Malaya)
Consejero: CONSTRUCTORA HISPANICA SA (Caso Gürtel)
Consejero: MARIA EUGENIA YEREGUI KINKEL (Trama Vasco-Malaya)
Consejero: JOSE IGNACIO SANCHEZ BARANDA
Consejero: EOC DE OBRAS Y SERVICIOS SA
Con estos datos, baste recordar que Luis Fernando Linares Torres, socio de María Eugenia Yeregui Kinkel en varios bufetes y, por supuesto, en numerosas sociedades, fue detenido durante la Operación Astapa y se encuentra en libertad bajo fianza de 500.000 €. No hay que recordar que la presencia de Bono en Estepona es constante desde hace años.
Por lo tanto, el Hospital del Tajo, uno de los proyectos estrella de la nueva sanidad madrileña, ocultaba sorpresas en su interior. Pero las sorpresas no acaban aquí. Ocurre que Fernando Linares y Eugenia Yeregui no son los únicos que tienen intereses mercantiles relacionados con ese hospital. Parte del dinero de su construcción también ha ido a parar a las cuentas consolidadas de CCM.
La mercantil GERENS HILL INTERNATIONAL realiza lo que, con el habitual esnobismo de los negocios modernos, se denomina “Project & Construction Management” (la dirección de proyectos y construcciones) de varios hospitales por un valor de 1.000 millones de Euros. Entre esos hospitales, como habrá adivinado el lector, está el Hospital del Tajo.
Esta empresa, GERENS HILL, no es desconocida en NOTITIA CRIMINIS. Apareció por primera vez en el capítulo VIII de “La Conexión Malaya”, ligada al campo de golf de los Oriol, de Javier Arteche, de Maya Galarraga etc. Ahí se decía lo siguiente: “En esta empresa dedicada a la gerencia de proyectos, aunque tampoco hace ascos a la construcción; participan varias cajas de ahorro de las cuales, las principales son Caja Avila —también asociada a Enrique Ventero en sus proyectos de Los Alcázares— EL MONTE-Caja Sol, cuyas conexiones con implicados en la Operación Malaya han sido ampliamente puestos de manifiesto por los medios de Comunicación y, como al parecer no podía ser de otra manera, CAJA CASTILLA LA MANCHA CORPORACIÓN, entidad dependiente de CCM, la misma Caja asociada a Ventero en Los Alcázares, la misma que prestó 40 millones de € a las empresas MASDEVALLÍA y ONE PROPERTIES, ambas propiedad de Roca, y la misma que, también, prestó el dinero a Roca para la compra del Palacio de Saldaña, en Madrid”.
Bono y la Guardia de Franco
Me cuentan —y aunque tengo a la fuente por muy fiable, la cosa no me consta más que testimonialmente— que Bono anda estos días abordando por los pasillos del Congreso a diversos diputados del PP para interesarse por la tripa que se le ha roto a La Gaceta. El Presidente del Congreso no comprende a qué vienen las últimas informaciones de ese periódico, si «yo —dice— nunca le he hecho nada a los de Intereconomía», y añade: «Debe ser por lo del aborto».
Sin embargo, en público, lo que Bono ha dicho es que está siendo objeto de calumniosos ataques por parte de la ultraderecha, dada su condición de «socialista».
Al margen de que los «ataques» más bien se los debería achacar a los registradores de la propiedad, el conocimiento que Bono tiene de la ultraderecha es profundo, y no sólo porque su padre fuera falangista.
Como cuando el diablo no tiene qué hacer, con el rabo mata moscas, ha querido la mala fortuna que por estas fechas se ponga a la venta el libro del periodista Sebastián Moreno titulado «Camaleones, Desmemoriados y Conversos».
En la página 52 de ese texto se recogen unas declaraciones de Bono que vienen a decir lo siguiente: «Yo entré en política —dice nuestro héroe— cuando no tenía cerca ser ministro, ni ser alcalde, ni ser presidente autonómico, lo único que tenía cerca era la cárcel por ser socialista y por luchar contra Franco, y de esa política no me echó Franco y no me echa nadie”.
Pero, al parecer, la realidad era bien distinta. Precisamente por aquélla época José Bono no estaba luchando contra Franco, sino inscrito en su Guardia como postulante, razón por la cual, esa organización selecta de Falange, en concreto la Lugartenencia de la Guardia de Franco de Albacete, le pagó un viaje a Mallorca para participar en un concurso de mandos de la citada organización falangista.
La Guardia de Franco no era —como bien dice Sebastián Moreno— ni la Guardia Mora, que escoltaba a caballo su Rolls Royce, ni unos soldaditos que pasaban las noches en las garitas del Pardo, sino —o al menos eso quiso ser— el trasunto español de las Schultz Staffel, las SS del partido Nazi, es decir, una organización de élite dentro de la quintaesencia falangista, el cuerpo inquisitorial de la Falange, encargado de aquilatar el rigor doctrinal del Régimen y de personificar la devotio iberica hacia el general; y es que, cuando Bono apunta, apunta alto.