Ultimatum del Banco de España a Caja Castilla-La Mancha: o absorción o intervención.
La noticia la publica hoy El Confidencial. El tiempo se acaba para Hernández Moltó y para el gobierno «bonista-barredista». Deben elegir entre que Caja Castilla-La Mancha sea intervenida por el Banco de España o que sea absorbida por otra entidad. Las dos soluciones desde el punto de vista de la seguridad de los depósitos son indiferentes, pero que el dinero necesario para rellenar el agujero, el quebranto que ha causado a la Caja la dirección de Hernández Moltó, tendrá que salir de los fondos públicos, también parece evidente. Lo que ya no es tan evidente es si se exigirán o no responsabilidades por esta situación.
El estado al que ha sido llevada Caja Castilla-La Mancha, un estado, con toda probabilidad, de quiebra virtual, no es producto de un hecho de fuerza mayor, no es consecuencia de una crisis financiera imprevisible o que, aún prevista, no se hubiera podido evitar. Lo que hasta ahora se sabe de CCM es que el 40% de sus recursos propios están concentrados en cuatro constructores áulicos cuya principal, si es que no única, virtud es su proximidad «afectiva» al «bonismo-barredismo»; que Hernández Moltó comprometió, y perdió, 40.000.000 de € (los beneficios que tenía la Caja en todo un trimestre de los buenos tiempos) Al financiar al hampa marbellí ―concretamente a Roca― en Los Alcázares; que a ese mismo Roca también le dio el dinero para que comprara el palacio de Saldaña en Madrid; que no contento con esto, entró en negocios con otros imputados en el mismo procedimiento, como Ventero, en Murcia; que cantidades no muy inferiores han sido puestas a disposición de sujetos con turbias asociaciones en Aranjuez y en Toledo, muy próximos a Roca, suponiendo que no sean sus testaferros… Y todo ello confiado en la certeza de que las recalificaciones de suelo discurrirían perfectamente lubricadas por los engranajes administrativos de Castilla-La Mancha y que la legislación y las modificaciones de Planes de Ordenación y de Normas Subsidiarias se harían «a demanda», como está ocurriendo en el campo de golf de Carranque.
Me consta la considerable preocupación que existe en CCM por los datos que puedan aflorar sobre una presunta relación entre Juan Tomás Vidal y Luis Maya Gallaraga, el señero miembro de lo que la prensa viene llamando la «Trama Vasca» de la Operación Malaya; pero no es esto lo único que debe preocupar a los responsables de la Caja. Hay más tramas ligadas a la Operación Malaya y la «salmantina» no es la más inocua. A Hernández Moltó le debería inquietar lo que hacía el Grupo DICO al formalizar contratos con el Ayuntamiento de Boadilla, el mismo Ayuntamiento que ahora protagoniza la Operación Gürtel. De la misma forma le debería preocupar la incuestionable conexión de, al menos, dos de los «constructores áulicos» a los que me refería antes: Aurelio González Villarejo y Domingo Díaz de Mera, con la cadena hotelera NH y con su fundador, Antonio Catalán, y la conexión de una y otro con protagonistas de la Operación Malaya y de la Operación Gürtel, a través, por ejemplo, del ahora imputado Ramón Blanco Balin. Le deberían preocupar a Hernández Moltó las actividades en Majadahonda de Fernando Agulló Díaz-Varela, etc. etc. etc.
En cualquier caso, ahora, la cuestión está en determinar si la actuación de Hernández Moltó debe calificarse como negligencia insólita o pura y llanamente como dolo directo de primer grado. Es obligación de las autoridades levantar la alfombra de esos despachos, analizar el contenido que hay bajo ellas y, en su caso, trasladar a jueces y fiscales el tanto de culpa que les corresponda a los responsables, porque lo que desestabiliza el sistema financiero español o regional, no es arrojar luz sobre las sombras, sino estar en manos de personas como Juan Pedro Hernández Moltó.
En fin, a continuación reproduzco la noticia aparecida hoy en El Confidencial. Poco más se puede añadir a ello:
MAFO exige al PSOE una solución urgente para no intervenir Caja Castilla La Mancha
La situación de la Caja de Ahorros de Castilla La Mancha (CCM) se ha agravado. La preocupación es máxima tanto en el Banco de España como en el propio Partido Socialista, que teme que el primer fiasco sonado de una entidad financiera española sea una Caja presidida por un militante socialista (Juan Pedro Hernández Moltó) y radicada en una Comunidad Autónoma donde gobierna el PSOE desde el inicio de la democracia. El Banco de España ha pedido al PSOE que busque una solución urgente para CCM, so pena de tener que intervenirla.
De las operaciones necesarias para encontrar un acomodo a la entidad manchega que evite la intervención se encarga el secretario federal de Economía y Empleo del PSOE (además de secretario de Estado de la Seguridad Social) Octavio Granado, que viene manteniendo ronda de contactos permanente con el gobernador del Banco de España, Fernández Ordóñez, con la consejera de Economía y el presidente de la Junta de Castilla La Mancha, y con las potenciales Cajas susceptibles de llevar a cabo la “operación salvamento”, Ibercaja y Unicaja, amén de con la propia entidad manchega.
Las conversaciones exploratorias mantenidas entre la dirección ejecutiva de Ibercaja y CCM, de las que dio cuenta este diario, orientadas a lograr una fusión por absorción de la primera sobre la segunda, se rompieron una vez que el PSOE, tras realizar las simulaciones correspondientes, llegó a la conclusión de que no iba a contar con mayoría en la Asamblea General de la nueva Caja de Ahorros resultante. Tras este episodio, Octavio Granado volvió sobre sus pasos para orientar de nuevo los tiros hacia Unicaja, planteando otra vez a Braulio Medel la necesidad de que sea la Caja malagueña la que absorba por vía de urgencia a la manchega.
Las cosas se han acelerado hasta el punto de que, según fuentes de toda solvencia cercanas al Banco de España acogidas al anonimato, el presidente de Unicaja se entrevistó a finales de la semana pasada con el Subgobernador, José Viñals, y con el Director General de Supervisión, Francisco Javier Aríztegui, para conocer su posicionamiento ante una hipotética fusión por absorción. A preguntas de este diario, un portavoz del Banco de España aseguro que “venimos obligados a mantener el secreto de las relaciones que la institución mantiene con sus supervisados, porque así lo establece la ley. No obstante, sí estamos en condiciones de asegurar que en ningún caso se va a intervenir ninguna Caja”.
Braulio Medel, entre la espada y la pared
De acuerdo con las fuentes, Unicaja es “la única posibilidad real” de salvar a CCM de la inminente intervención del Banco de España, cuyo Consejo de Gobierno está retrasando la adopción de una decisión semejante, esperanzado en que la mediación del PSOE haga posible una fusión interregional, hasta hoy algo inédito en el panorama del Estado de las Autonomías.
La LORCA (Ley 31/1985) prevé expresamente esta posibilidad, al establecer en su 5ª Disposición Adicional que “Cuando se produzca una fusión entre Cajas de Ahorros que tengan sus sedes sociales situadas en diferentes Comunidades Autónomas, la autorización para la misma habrá de acordarse conjuntamente por los Gobiernos de las Comunidades Autónomas afectadas”. Además, exige que “en el acto que autorice la fusión se determinará la proporción que corresponderá a las Administraciones públicas y Entidades y Corporaciones de Derecho Público de cada Comunidad en los órganos de gobierno de la Caja de Ahorros resultante”.
La situación de la CCM es tan apurada, que la Comunidad de Castilla La Mancha está dispuesta a autorizar cualquier fusión en la órbita del PSOE, sin exigir especiales condiciones. Su solvencia, sin embargo, está tan deteriorada que la Caja que se plantee absorberla tendrá que negociar previamente con el Fondo de Garantía de Depósitos (Banco de España) la cuantía y condiciones de las ayudas necesarias para ello. Ese, entre otros, fue el primer objetivo del encuentro entre Medel y el subgobernador Viñals: conocer qué ayudas estaría dispuesto a otorgar el FGD a Unicaja para hacerse cargo de la Caja manchega.
Braulio Medel tiene, además, otro problema, y es deshojar la margarita entre la absorción de CCM y la fusión con la sevillana Cajasol, la operación que auspicia el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves. Hacerse cargo de la entidad manchega, con la difícil digestión que traería aparejada, haría imposible a corto plazo pensar en cualquier otra operación. Braulio Medel parece, pues, cogido entre la espada y la pared.
A preguntas de este diario, Hernández Moltó manifestó ayer que “ni voy a confirmar, ni voy a desmentir la operación. Es cierto que estamos sondeando distintas opciones que consideramos son de interés para la Caja, como también lo es que todos estamos en conversaciones a muchas bandas y con mucha gente. Hay varios ámbitos de contacto y no somos nosotros solos. Y, desde luego, la eventual operación está lejos aún de su nivel de madurez”.