Pompa, el alcalde de Carranque, dice ahora que la residencia de ancianos del cementerio también tendrá un tanatorio con horno crematorio
Cuando Pompa Mingo, el alcalde de Carranque (Toledo) parece insuperable, no es verdad, se supera. Hay lugares que tienen una “Ciudad de la Justicia”, otros que tienen una “Ciudad del Deporte”, hay alguno que, incluso, tiene una “Ciudad de las Ciencias y las Artes”, pero Pompa, para que Carranque no sea menos, quiere que este pueblo tenga una “Ciudad de los Muertos”.
Hoy se ha sabido que Pompa no sólo se propone levantar una residencia de ancianos en el solar contiguo al cementerio municipal, sino que, además, pretende construir en el recinto de esa misma residencia un tanatorio con horno crematorio incluido.
Un servidor se había hecho el firme propósito de no volver a perder tiempo con esta majadería mientras no hubiera datos fiables que revelaran quién está detrás del luctuoso negocio, a duras penas enmascarado de iniciativa social, pero he de reconocer que este individuo ha conseguido asombrarme otra vez.
Cualquier persona normal y en sus cabales que tenga noticia de semejante bachillería, tan macabra como grotesca, pensará que el tal Pompa está bajo los efectos de algún delirium tremens especialmente virulento y que cuando pasen tales efectos, algo de cordura volverá a reinar. Pues si espera eso, que no lo espere, que desespere.
El Ayuntamiento presidido por Alejandro Pompa no es un lugar en el que se den puntadas sin hilo y el proyecto de este “paquete” completo de servicios pre mortem y post mortem apunta a un hilo largo y grueso como amarra de buque carguero, porque la residencia de ancianos del cementerio, lejos de estar concebida por una mente enajenada, pretende ser un buen negocio privado teniendo en cuenta que el Ayuntamiento cederá el terreno y que el concesionario de la explotación del asilo cobrará, según las primeras estimaciones barajadas por el alcalde, del orden de 1.250 € (más de 200.000 Pts) por una habitación individual, y unos 1.850 € (algo más de 300.000 Pts) por una habitación doble, cantidades muy asequibles ―lo digo irónicamente― para cualquier jubilado adscrito al Régimen Especial Agrario, y eso aunque el traslado del finado y el horno crematorio no están incluidos en el precio.
De todas formas, esto es lo que Pompa ha declarado a la Cope de Toledo hoy. Póngase atención en la referencia al Reglamento de Policía Mortuoria de Castilla-La Mancha, muy interesante en atención al procedimiento que Pompa tiene abierto en el Juzgado nº 2 de Illescas por cohecho, prevaricación, negociaciones prohibidas a funcionarios, etc.
Ahora sólo falta que Pompa denomine al complejo funerario “El Abedular” que es palabra que no existe en castellano, pero sí en alemán, idioma en el que a un bosquecillo de abedules se le llama Birkenau, y que a la residencia la llame “Hogar de Mayores Dr. Mengele”.
En fin… “¿de dónde saldrá el martillo verdugo de esta cadena?”