La truculenta agonía del aeropuerto de Ciudad Real se complica. Una nueva demanda de concurso de acreedores y guerra en Grupo Montreal
La prensa ya dio la noticia hace tiempo. El Grupo MONTREAL, del que es accionista mayoritario Domingo Díaz de Mera, había solicitado concurso necesario de acreedores contra el aeropuerto de Ciudad Real, del que también es socio de referencia el citado Domingo Díaz.
La cosa despertaba sospechas dada la particular situación del accionariado de CR AEROPUERTOS. La fenecida CCM –y digo fenecida porque lo que hay ahora ya es otra cosa que poco o nada tiene que ver con la entidad llevada a las más altas cotas del fiasco financiero por Hernández Moltó– es en realidad el único inversor de ese proyecto de “singular interés” y lo es porque los demás socios, entre los que destacan Díaz de Mera y Antonio Miguel Méndez Pozo, financiaron su participación en el aeropuerto con créditos concedidos en un alarde de temeraria o puede que presuntamente delictiva, largueza de CCM y, en la medida en que le corresponde el control de inversiones de esa magnitud, también del Gobierno de Barreda.
Dicho para que se entienda. CCM financió la inversión de los demás socios del aeropuerto y estos garantizaron el pago de esos créditos con sus propias acciones del aeropuerto. Es decir, que recibieron billetes de banco de curso legal y se comprometieron a devolver, si las cosas iban mal, unos papeles en los que estaba impresa la frase “acción al portador” y cuya utilidad quedaba reducida, por ejemplo, a la de servir de envoltorio a un bocadillo de panceta.
Así las cosas, el concurso de acreedores instado por el Grupo MONTREAL, parecía beneficiar, más que a muchos, al propio Domingo Díaz de Mera y por eso sus protestas contra el presidente del mencionado Grupo, parecían lágrimas de cocodrilo.
Sin embargo, ahora lo que entonces pudo ser una maniobra para forzar a los nuevos ejecutivos de CCM a hacerse cargo de las deudas y a inyectar capital sin tardanza antes de que la quiebra del aeropuerto fuera un hecho manifiesto, se está empezando a complicar más de lo esperado pues CAJASUR, otro de los acreedores del aeropuerto, ha presentado por su cuenta una nueva solicitud de concurso necesario de acreedores.
Días después de que esta noticia se hiciera pública se ha conocido que el consejo de administración del Grupo Montreal, reunido por imperativo del Juez competente, ha destituido al presidente José Angel González, a quien Díaz de Mera responsabiliza de la presentación del concurso de acreedores.
Díaz de Mera posé el 51% del capital social, de modo que la decisión de destituir al señor González, acompañada de la autorización para emprender acciones judiciales contra él; debe atribuírsele.
Mientras todo esto sucede, Barreda permanece silente como tumba antigua y Hernández Moltó, no sólo silente, sino también desaparecido puesto que aunque ABC llegó a publicar que había encontrado refugio en el gremio de la charcutería, concretamente en la mercantil CARNICAS TELLO, la cosa fue luego rotundamente desmentida por esa entidad, que debió entender que cualquier relación con Moltó la ponía en comprometedor entredicho. O quam cito transit gloria mundi.
En fin, que no me resisto a incluir aquí, íntegramente, el artículo que publica hoy el diario CAPITAL MADRID y que contiene algunas informaciones del mayor interés:
Guerra en Caja Castilla La Mancha por el aeropuerto de Ciudad Real. La junta de accionistas del Grupo Montreal cesa a su presidente
J. Hervás.– Lo que mal empieza, mal acaba. Cuando a la falta de transparencia se añade el oscurantismo obligado por recibir créditos arriesgados gracias a los apoyos políticos, se acaba como se ha visto ayer, con amenazas. La junta de accionistas de Grupo Montreal (Montajes y Realizaciones) decidió por mayoría simple cesar de sus funciones al presidente, José Ángel González, quien había instado el concurso necesario de acreedores contra el Aeropuerto de Ciudad Real. El 51% del accionariado de Montreal pertenece a Domingo Díaz de Mera, uno de los empresarios preferidos del presidente de la Junta de Castilla La Mancha, José María Barreda, y que más favores ha recibido de la Caja de Castilla La Mancha hasta su intervención.
Se llegó a preparar un avión particular para que tan destacado representante de los medios de comunicación regional no faltara y acudiera hasta Oriente Próximo a uno de los viajes de recreo organizado por el ex presidente de la Caja, Juan Pedro Hernández Moltó, como premio a los consejeros por el “magnífico trabajo realizado”.
Menos mal que el trabajo era magnífico. Si llega a ser malo, en lugar del Banco de España y CajAstur, habría tenido que acudir en su ayuda la Reserva Federal en sus buenos tiempos. Mientras, las encuestas ofrecen cada mes peores expectativas electorales para el presidente de la Junta de Comunidades. Sus posibles sucesores presionan, directa o indirectamente, para que haya un cambio de cara a las autonómicas de 2011.
Domingo Díaz de Mera decidió ejercer la acción social de responsabilidad contra González, que detenta el otro 49% de la sociedad, por supuestas irregularidades en la gestión.
Fuentes próximas a González interpretan que los acuerdos adoptados por la junta de accionistas son nulos al vulnerar los estatutos de la sociedad, que exigen una mayoría del 60 por ciento para validar este tipo de decisiones. Fuentes consultadas por Capital Madrid recuerdan que las juntas de accionistas son soberanas para cambiar los estatutos, pero mientras no se cambien los vigentes dan la razón a González.
La actuación podría ser constitutiva de delito. Lo que pretende es la retirada de la presentación del concurso necesario contra CR Aeropuertos, la sociedad gestora del aeropuerto de Ciudad Real, donde a su vez participa Díaz de Mera, para facilitar la venta al fondo de inversiones que ha comprometido inicialmente la compra.
Montreal presentó ante un juzgado de Ciudad Real el pasado mes de junio la solicitud de concurso necesario de acreedores contra el Aeropuerto Central de Ciudad Real, al reclamar una deuda de 17 millones de euros. Montreal ha venido ejecutando obras además de en el propio aeropuerto de Ciudad Real, en la urbanización del polígono industrial adyacente donde esperaban obtener importante plusvalías los socios, como comentó a Capital Madrid, Luis Arroyo, ex rector de la Universidad de Castilla La Mancha y ex consejero de la corporación industrial de la CCM.