Santos y pecadores •  17/02/2025

El huevo de la serpiente

Hay cuestiones que se han desmadrado de tal manera que parece increíble que tengamos que volver a explicar, con crayones y todo, como si estuviésemos en la escuela primaria, el significado de cada cosa.

JUEGO SUCIO

La polarización política que se vive a nivel mundial, y no casualmente, hace que para abrir la boca, tengamos que mostrar el certificado de procedencia ideológica.

Hay quienes pueden hacerlo sin ruborizarse porque la coherencia no es algo que se pueda comprar en un mercadillo de baratijas.

Y en muchos casos, nuestros pasos están en las redes, y en las producciones que hemos realizado.

Hay otros que han sido, y son, verdaderos fantoches de la palabra; la catadura moral de estas personas que han acumulado poder durante años es muy relevante.

Son mentirosos compulsivos, y les encanta el barro.

FEOS, SUCIOS Y MALOS

Ahora bien: ser de izquierda no garantiza fiabilidad como tampoco ser de derecha significa ser culpable.

Lo esencial, es la ética y los valores de cada persona.

He conocido a personas conservadoras muy leales y a personas de izquierda, muy estafadoras.

Y también a la inversa.

En lo personal y en mi oficio de comunicar, siempre ha estado presente la idea de pertenencia a un determinado lugar ideológico. Pero esto lo vivo, no como un mantra, no como un mandato, sino como un lugar que yo elegí para mirar el mundo y sus complejidades.

Y ese lugar es la izquierda democrática y la justicia social.

Es el sitio desde donde me siento involucrado. Pero, a la vez, es una mirada que carece de dogmas.

Por eso me siento políticamente incorrecto, y esto ha jugado a mi favor, pero también en mi contra.

Me han cancelado por derecha y por izquierda muchas veces por el simple hecho de no aceptar los mandatos de la masa, ni las modas ideológicas, ni las derivas autoritarias.

Nunca me he aferrado a la idea de que los colectivos son más importantes que los individuos, por la sencilla razón de que para mí, el valor supremo es la libertad individual, mas no el individualismo.

Los colectivos sociales son una columna importantísima de la democracia, pero no están por sobre las personas en general.

Y no soy menos de izquierda por no sumarme a determinados catálogos, o a determinadas formas de nombrar lo que nombro.

PARQUE JURÁSICO

Hoy en día, ante el panorama mundial devastador, se impone pensar y actuar en consecuencia respecto de la resignificación de las palabras y los modos.

Estamos observando un matonismo ultra que busca meter miedo, y ante ese panorama, no podemos detenernos para pedirle credenciales de progresistas a los ciudadanos, a los intelectuales, a los artistas, a los periodistas, a los trabajadores, a los estudiantes.

No obstante, debe quedar claro que hay fronteras que no debiéramos cruzar y no por una cuestión canceladora, ni mucho menos, sino por una cuestión ética.

En nuestro mundo, y con una historia trágica detrás, no debiéramos naturalizar a los totalitarios.

Con los ultras, a ningún lado. Al menos para mí, ese es el límite.

El gran problema que tienen los conservadores hoy en día, y las derechas en general, es que han sido superados por los ultras.

Los cavernícolas les están robando votos, entonces, no han encontrado mejor manera de frenar la sangría que imitándoles. Radicalizando sus discursos.

Y ese es un verdadero drama para las sociedades y sus derechos conquistados.

Por otro lado, si tenemos izquierdas cuya palabra es santificada y a las cuales no se les puede cuestionar nada porque enseguida aparece la palabra «traidor» o «cancelación», o te hacen invisible, pues entonces, estamos en problemas más graves aún.

El panorama se transforma en un territoio apetecible para los ultras cuyas mentiras venden como verdades porque, al parecer, el presente no se construye sobre verdades, sino sobre golpes de efecto y entretenimiento.

TRAMA MACABRA

¿Y cuál es el objetivo de semejante accionar?

-Los negocios voraces de un puñado de familias, empresas y países por sobre los intereses de las mayorías.

-La demolición de las democracias tal cual las conocemos y la imposición de un nuevo paradigma mundial cuyo nombre se vislumbra, se sospecha, pero que todavía no se conoce.


Volviendo a los personal, lógicamente que quien escribe, se siente más a gusto compartiendo una visión del mundo, desde lo cotidiano hasta lo histórico, con personas de izquierdas.

Y en este sentido, me ha llamdo la atención algo que se ha naturalizado en España y es que cualquier persona que piense y luche en términos de una democracia verdadera es tildado de «rojo».

Esto da cuenta de un sesgo muy autoritario en general y de la falta de comprensión de mucha gente que asocia conquistas y derechos con comunismo; un pensamiento mediocre que no se sostiene con ningún argumento sólido y que ubica a gran parte de la sociedad en un extremo derechista bastante preocupante, incluso, en contra de sus propios intereses como individuos.

En la Argentina actual, por ejemplo, cualquiera que hable de derechos humanos o de conquistas laborales es un «K», en alusión al kirchnerismo, o un zurdo, a secas.

Yo tengo la sensación de que no casualmente las discusiones públicas y privadas han sido derivadas hacia esos extremos.

NUESTROS AÑOS FELICES

Cuando era joven, allá por los años 80, estaba mucho más claro quién era el enemigo.

Y el enemigo era la dictadura y muchos luchábamos en Argentina por el regreso de la democracia con todo lo que ello implicaba.

A nadie se le ocurría llamar a la democracia «un régimen», ni a un demócrata, «rojo».

Lo importante era desmantelar el terrorismo de Estado, juzgar a los responsables, avanzar en derechos sociales, culturales, políticos y encontrar consensos entre las diversas fuerzas sociales.

Y, sobretodo, poder votar.

EL PADRINO

El matonismo actual, encabezado por Trump, pero que no ha nacido con Donald, sino que viene gestándose desde los años 90, busca suplantar, en nombre de una falsa libertad, a la libertad individual y, por ende, a la colectiva.

El lema explícito sería: Es tiempo de obedecer y nosotros fijamos las reglas, los territorios y las normas porque no solamente tenemos el poder, sino porque somos el poder.

Como se ve, los desafíos son muy grandes porque el retroceso ya se está evidenciando.

Las democracias liberales no han sabido ver con anticipación estos fenómenos, y los gobiernos progresistas se han entretenido con demasiado maquillaje, poca esencia e imposiciones ridículas.

No han sabido disminuir la brecha entre los muy ricos y las clases medias y bajas.

Y en ese derivar, también hemos tenido que ver casos de corrupción tan miserables que han socavado la confianza de derechas, izquierdas, progresistas, nacionales y populares.

TIEMPOS VIOLENTOS

El hartazgo social ante este combo ha hecho florecer como ojivas a los partidos ultras en todo el mundo; y en algunos países ya gobiernan.

El caso más emblemático es el de Argentina, cuyo presidente es un cómic tan perverso como dañino, involucrado ahora en presuntas estafas, habiendo violado todos los consensos.

En un país que supo ser ejemplo en la lucha por los derechos humanos, en las conquistas sociales y laborales, y en los avances para las minorías.

La supuesta batalla cultural que se está librando desde los sectores ultras, apoyados por gran parte de los poderosos medios de comunicación, parte del poder tecnológico y financiero, parte de los poderes judiciales y religiones varias, es devastadora.

Lo que convendría señalar es que lo que busca esa batalla es imponer una única visión del mundo, vertical, inflexible, sin debate, y autoritaria.

Una sociedad disciplinada que obedezca a través del miedo; sólo de esa manera es posible realizar buenos negocios sin que los estados regulen o controlen nada y sin que las sociedades se opongan porque «el sacrificio» de perderlo casi todo, es necesario para un «futuro libre».

Nuevamente, el dios mercado neoliberal, pero en una fase ultra.

LOS ABRAZOS ROTOS

Sirvan estas cuestiones para que los llamados izquierdistas, demócratas y progresistas sean mucho más amplios, escuchen más, dejen de mirarse el ombligo, dejen los dogmas en la biblioteca, y las cancelaciones se vayan por el inodoro.

Hay algo que los matones no pueden controlar, y son las calles.

Ahí no hay algoritmo que funcione.

Tal vez sea tiempo de dejar la comodidad burguesa de las redes sociales y de perder tiempo en peleas virtuales absurdas y adolescentes y moverse más.

Utilizar, eso sí, todas las herramientas digitales a nuestro alcance para desmenuzar y limpiar relatos, y para compartir elementos que ayuden y (nos) ayuden a reflexionar.

Y explicar mejor qué significa el totalitarismo creciente, en vez de catalogar de fascistas a todo el mundo, y luego al bar o a la cama, tranquilos.

Eso sí, sería inclusivo.

El mismo sistema ha creado estos montruos porque hemos creído que el estado del bienestar es eterno. Quizás, en muchos países, fue la manera necesaria para adormecer conciencias en pos de un consumismo demoledor.

La sociedad de consumo ha fragmentado a las clases sociales que han sido fagocitadas.

La meritocracia , nacida hace mucho más tiempo del que se cree, es la credencial que el sistema reparte como castigo o premio, según el caso, como si las oportunidades fueran las mismas para todos.

Entonces no hay unidad posible bajo esos parámetros.

PASOLINI ETERNO

Ya en los años 60, el poeta, cineasta y dramaturgo iltaliano, Pier Paolo Pasolini, calificaba a la sociedad de consumo como el nuevo fascismo vigente. Un fascismo que era homologado culturalmente.

Eso produjo el éxodo y el vaciamiento de las poblaciones hacia las grandes ciudades en busca del éxito, del ascenso social, de las oportunidades.

Lo rural quedó como estancado en el tiempo, pero perdiendo su esencia de a poco por la desaparición física de sus pobladores y sin recambio generacional.

Ese nuevo fascismo del cual hablaba Pasolini, podía estar entre nosotros, con ropa de trabajo, en una fábrica, en un concierto de música, en una tienda. Podía no reconocerse.

No era necesario vestir una camisa negra, decía.

Estaba naturalizado.

Lo que vemos hoy es una nueva forma de totalitarismo, corregido y aumentado.

JUVENTUD, DIVINO TESORO

Dependerá de nuestra ética y de nuestro accionar transformar el presente, dejando de ser espectadores. Sobretodo, con una mirada crítica y propia sobre lo que nos sucede.

Sin creernos imprescindibles y superiores, pero firmes en combatir a los totalitarios.

Saber unirnos, aún en la diversidad, sin mesianismos ni verticalismos.

Dejándoles el paso, también, a los jóvenes en todos los estamentos.

Convencidos de que la verdad se construye entre muchos, y siempre es relativa.

Si realmente nos importa, claro.

Néstor Tenaglia Álvarez


Santos y pecadores / 

Néstor Tenaglia Álvarez

 https://nestortenaglia.wordpress.com/

Escritor y radio apasionado argentino / español: En 1989 comienza una experiencia comunicacional en Radio Nacional Esquel, Patagonia, Argentina, por lo cual es convocado por la Dirección Municipal de esa ciudad para realizar trabajos de prensa y difusión. A partir de 1992, en Buenos Aires, comienza el programa de radio "SANTOS Y PECADORES "que se extenderá en el tiempo hasta 2018. Allí vincula las letras con las entrevistas, convoca a importantes músicos, historiadores, artistas y vuelca periodísticamente todas esas experiencias en lo que se denomina "radio arte". Con una fuerte impronta en los derechos humanos, colabora para el periódico Madres de Plaza de Mayo, organismo mundialmente conocido. La poesía ha sido siempre la forma de encarar los proyectos comunicacionales, anclando las temáticas en cuestiones marcadas por sucesos históricos y también atemporales. Su trabajo comunicacional le ha valido algunos premios y varios reconocimientos. En 2005, la Editorial Dunken edita "La gran apuesta", antología poética donde participa con el texto "Mapuche". En 2020, Ediciones La Esfera Cultural (España) edita "El club de los relatores" donde participa con el texto "Un árbol gigante" siendo premiado entre más de seiscientos participantes. En 2021 gana el segundo puesto en el Concurso Relatos de Otoño que organiza Ediciones Embrujo, por lo que su relato "Viento de octubre" forma parte de la antología "Flor de Otoño y otros relatos" editada en el mismo año. En 2022, forma parte del Libro editado por la Falla Sant Nicolau Mosquit de Gandia, titulado "Construim" con el poema "Tierra removida", traducido al valenciano. También, en 2022, es seleccionado para participar de una antología como resultado del Fallo del III Certamen Literario de Relato y Poesía, organizado por el Ayuntamiento de Encinas Reales, Córdoba, Andalucía con su poema "Hoja en blanco". Es director de contenidos en su sitio, "Periodismo en Cronopia" En 2024, la editorial Diversidad Literaria de Madrid, selecciona su poema "Hallazgo" para formar parte de la antología poética "Versos en el aire". Actualmente reside en la Comunidad Valenciana.
Primer año en España A un año de varias fotos: abrazos, lágrimas, miedos, incertidumbre, canciones, porvenir, un avión en Ezeiza rumbo a Madrid, un sol radiante. Qué rápido pasamos por el tiempo. En estos días la red me recuerda últimos brindis, palabras con significado profundo, sonrisas, regalos, buenos deseos. No somos originales; el mundo está hecho de adioses y bienvenidas. Cuando uno se aleja, invariablemente algo sepulta y, a la vez, algo siembra. Toda evocación conlleva cierta nostalgia y la rara sensación de observar con el zoom de la mirada que permite discriminar lo bueno, lo malo y lo feo de cada sitio, de cada época, de cada persona, pero también, permite reflexionar sobre las propias sombras, los propios demonios y hacer de la distancia una experiencia de búsqueda y aprendizaje.