La Nueva España, el país plurinacional que ya existe
Artículo escrito para la revista “Recuperando derechos“(1), publicada por Podemos Fuenlabrada.
“Sabemos que no es patria el suelo que se pisa, sino el suelo que se labra.”
– Antonio Machado
El protagonismo de un hipotético referéndum en Catalunya en la agenda mediática y la posición defendida por Podemos (favorable a ello) ha permitido ampliar el debate a la concepción de España como tal y qué proyecto de país debe vertebrarla durante los próximos años.
En este debate, que no es nuevo y que no es otra cosa que la historia plural de España, convendría detenerse a preguntarse si a veces las formas no esconden el fondo del asunto. Unidad o Nación son palabras repetidas hasta la saciedad las últimas semanas supuestamente en pos de poner en alerta a la ciudadanía sobre una amenaza de ruptura del país encabezada por Podemos. Una amenaza que podría ser creíble de no ser porque Podemos ha declarado y ha actuado siempre como una fuerza de ámbito estatal que plantea un modelo de una España cómoda para todas sus gentes, unida en torno a la pluralidad; una pluralidad que además ya existe y que sólo se trata de reconocer, pues es la historia misma de España en toda su razón de ser.
Convendría también repasar pues la historia de España. ¿Alguien podría determinar cuándo se fundó como Nación unida? Sin necesidad de hacer muchos repasos, cualquiera podría señalar que España comienza a existir como tal desde la fusión dinástica de las monarquías de Castilla y Aragón tras el matrimonio de su reina y su rey, que después emprendieron la conquista por la fuerza del Reino de Granada y, más tarde y de igual manera, del Reino de Navarra (dato histórico a vuelapluma: estos reyes nunca se quisieron denominar como “reyes de España”). No es mi intención determinar aquí cuando se fundó, pues también hay quien se remonta a algún momento anterior o posterior a este y ese sería otro debate. Mi intención es tomar una foto de ese momento y señalar algo obvio: la historia de España siempre ha sido la historia de un país en el que se han encontrado naciones, pueblos y culturas muy diversas, pero casi siempre mediante la ley del más fuerte y en escasísimas ocasiones como un punto fraterno desde el que construir algo superador.
El reconocimiento de las naciones que conviven en España no es tampoco una novedad, pues, recurriendo de nuevo a la historia, siempre se había reinado en nombre de “las Españas” hasta la llegada de Felipe V (primer Borbón) que a través de los Decretos de Nueva Planta abolió las instituciones autónomas de los reinos integrando a estos en el Reino de Castilla y estableciendo un Régimen centralista, lo que precisamente aumentó las corrientes nacionalistas e identitarias en esos anteriores reinos.
El cainismo que aparece en muchos momentos de la historia de España y sus pueblos no es consecuencia de un problema de la idiosincrasia de estos sino de un problema político. Es decir, las disputas entre pueblos que se han visto conviviendo en las mismas tierras no es un problema de “la forma de ser” de estos pueblos sino que responde a posiciones políticas y emociones diferentes. Si asumimos esto también podemos asumir que la solución sólo puede ser política y basada en la fraternidad y el entendimiento, basada en buscar también emociones compartidas. Plantear esto no es querer romper España, es querer buscar precisamente su nexo de unión. ¿Quiénes plantean que esto es una locura están planteando que la única solución es llevar a España y sus pueblos por el mismo camino de inmovilismo y enfrentamiento que hasta ahora? ¿Se puede construir así una España unida?
Lo planteaba nuestro compañero diputado Rafa Mayoral hace poco en otro artículo(2): “hoy nosotros nos atrevemos a decir patria y a conjugarla con la nación vasca, la nación catalana y la nación gallega, porque apostamos por una España plurinacional fruto de la voluntad democrática de los pueblos que la integran. Podemos es un formación española, popular y soberanista; esta es la novedad histórica.”. Lo escribía muy acertadamente la misma persona que prometió su cargo como diputado gritando “Viva España”, como Lluis Companys, líder de ERC y president de la Generalitat catalana durante la II República, lo gritó entonces al aprobarse el primer Estatuto de Cataluña que reconocía el autogobierno de esta dentro de España.
La vía planteada por Podemos es construir la unidad de España reconociendo las naciones que viven dentro de ella y adoptando cambios constitucionales también en lo social para construir un proyecto de país donde lo primero sean sus gentes. Esa es la oferta y no puede ser de otra manera que no sea mediante la vía democrática. Apostar por construir un país plurinacional reconociendo también el derecho a decidir es la única manera de garantizar la unidad nacional.
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(1) Revista “Recuperando derechos” http://podemosfuenlabrada.info/circulo/recuperando-derechos-nueva-edicion-de-la-revista-de-podemos-fuenlabrada/
(2) “La España que nace”, artículo de Rafa Mayoral http://elpais.com/elpais/2016/01/15/opinion/1452881718_926092.html