Conformista Disconforme •  18/03/2014

El enfoque de la violencia

El enfoque de la violencia

El pasado sábado se produjo en León una agresión de unos padres a un árbitro de 16 años tras un partido de prebenjamines (5-6 años). La situación es lamentable, la actuación del padre es para meterle en la cárcel y quitarle la custodia de su hijo, y así han coincidido la mayoría de medios en que se ha tratado el tema. Sin embargo, también se coincide en que no es un tema aislado, y que el problema va mucho más allá de un loco que agrede a un árbitro, sino que se trata de una actitud muy extendida de los padres cuando van a ver a sus hijas e hijos, que aunque no llegue a la agresión física, si que pone las bases para que esta se produzca, y que aunque esta no se de, no dejan de producirse las agresiones verbales y las continuas faltas de respeto a árbitros, entrenadores o rivales. Por ello, hasta algunas administraciones se plantean que deben hacer algo al respecto. Es más, durante una tertulia deportiva se apuntaba a que también tenían responsabilidad los medios de comunicación cuando hacían culpables a árbitros o entrenadores de las derrotas de los equipos profesionales, y que todo el sensacionalismo e importancia que se le da, hace que esto se extienda a cualquier partido, a cualquier ámbito, y sucedan estas cosas.

Estando de acuerdo en todas estas consideraciones, me llama la atención como somos incapaces de hacer un análisis similar con otros tipos de violencia, como pueda ser la violencia de género. Y es que no cabe duda que la violencia de género tiene una dimensión mucho mayor que los episodios de violencia en el deporte, ya que los asesinatos de mujeres por violencia de género superan la media de uno por semana. Sin embargo, parece como si esta violencia de mayor calado careciera de esas conductas que la promueven, de esa actuación de muchas personas que promueven actitudes que algunos acaban convirtiendo en asesinatos, de ese sistema que crea la violencia contra las mujeres. Al contrario, si uno mira o escucha los medios cuando hablan de espisodios de violencia de género pareciera como si fueran hechos aislados de locos aislados que no se corresponden ni tienen relación con nuestras actitudes, la educación que ofrecemos o los roles que se nos inculcan.

No entiendo como se pueden ver tan fácilmente los nexos entre la excesiva competitividad que los padres inculcan a sus hijos e hijas, la actitud de medios y aficionados hacia los árbitros o la violencia verbal con los hechos del pasado sábado en que un árbitro es agredido por un padre, pero no se es capaz de ver la relación entre el sistema patriarcal que pone a la mujer al servicio del hombre, la cosifica y la pone en último plano con los asesinatos producidos por el terrorismo machista. La única explicación que se me ocurre es que el erradicar la violencia contra los árbitros no despoja de poder a nadie, sin embargo erradicar la violencia de género exigiría que las mujeres se empoderaran, reduciendo el poder total de los hombres, y claro, eso ya no nos interesa tanto.


Conformista Disconforme / 

Me llamo Sergio, nací en 1984 y trabajo diariamente para que entre todas las personas construyamos una sociedad democrática, justa y libre de opresión y explotación. Para ello, lucho contra el sistema capitalista actual y contra la clase dominante que lo dirige y explota al conjunto de la clase trabajadora.
He crecido y vivido la mayor parte de mi vida en Fuenlabrada. Mi niñez y adolescencia fue tranquila y considerablemente feliz. Como siempre digo, creo que he tenido una vida muy fácil, y se lo debo en su mayoría a mi madre y mi padre. Estudié en un colegio concertado desde la escuela infantil hasta bachillerato. Fui muy buen estudiante, no tanto por especial esfuerzo (me dediqué a cumplir con lo mínimo que se me exigía) sino porque tuve la suerte de que siempre se me dio muy bien estudiar. Estudié el bachillerato tecnológico y entré a la carrera que deseaba, Ingeniería Aeronáutica, con cierta holgura en la nota.
Siempre daré las gracias a mi madre y mi padre por haberme dado lo mejor y haber trabajado lo que no está escrito para que todo fuera bien. Sin embargo, a día de hoy pienso que todo lo que me dieron, una vida fácil, una educación en un colegio concertado y la ausencia de apreturas económicas, hizo que viviera en una burbuja, en un mundo sin contradicciones con el sistema, en el que parecía que todo el mundo podía hacer lo que soñaba si se esforzaba por ello. En esa situación mis sueños no eran más que ser una persona de éxito tal y como se nos vende en el sistema. Eso pensaba yo a mis 17 años cuando ingresé en la Universidad Politécnica de Madrid y casi al mismo tiempo comenzaba a participar como voluntario en la Asociación Infantil y Juvenil Mejor Juntos, por el simple motivo de que mis mejores amigas estaban participando allí. No tenía yo por entonces muchas ideas de izquierdas.
Pero llegó la primera contradicción con el sistema: la carrera que había elegido era adecuada para tener éxito, no me pareció imposible de aprobar en ningún momento, y sin embargo estuve convencido a los 4 meses de que no era lo que deseaba. Al curso siguiente me matriculé en la Licenciatura en Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Carlos III de Madrid. Y a partir de ahí, sin prisa pero sin pausa, mi base ideológica fue cambiando progresivamente gracias a dos factores esenciales: estudiar la economía capitalista y participar en el mundo asociativo como monitor y coordinador de tiempo libre.
Estudiar la teoría económica capitalista me hizo analizarla y ver lo que era evidente: se asentaba sobre bases falsas y con ello sus conclusiones y análisis eran erróneos. Participar en el mundo asociativo, trabajar con diversas personas de diferentes estatus sociales y formarme en el terreno de la educación no formal (Curso de Monitor de Ocio y Tiempo Libre en 2004 y Curso de Coordinador de Tiempo Libre en 2010, además de diversos monográficos), me hizo conocer otras realidades y unas visiones más críticas de la sociedad.
Finalmente acabé la carrera en Febrero de 2009, ya que me costó más de lo que debería debido a múltiples motivos como la desmotivación por la contradicción entre lo que estaba estudiando y la ideología que poco a poco iba adquiriendo, o la falta de tiempo debido a que trabajaba por las tardes y realizaba muchas tareas asociativas como la época en que fui a la vez presidente de Mejor Juntos, vocal del Consejo de la Juventud de Fuenlabrada, miembro de Juventudes Socialistas de Fuenlabrada (sí, estuve allí entre 2007 y 2008, antes de desengañarme y ver que no representaba lo que yo quería, ni en el fondo ni en la forma, lo que me hizo votar a IU en las generales del año que dejé JJSS) y representante de Mejor Juntos en el Consejo Local de Atención a la Infancia y la Adolescencia de Fuenlabrada, entre otras cosas.

Casi al mismo tiempo que terminé la carrera, comencé a militar en Izquierda Unida, implicándome más poco a poco. Desde Enero de 2010 a Marzo de 2013 fui Coordinador de Jóvenes de Izquierda Unida de Fuenlabrada, y durante ese tiempo también formé parte del Consejo Político de Izquierda Unida de Fuenlabrada y de la Comisión Coordinadora de Jóvenes de IU-CM. Sin embargo, mi participación en IU fue bajando en motivación gracias, en gran parte, a los chanchullos y tejemanejes de los dirigentes de Fuenlabrada hasta que me di de baja en 2014.

También participé en el movimiento 15-M desde sus inicios, yendo a aquella manifestación que le da nombre, y estando presente en Sol la noche del 16 de Mayo cuando la policía del entonces Ministro del Interior Rubalcaba decidió reprimir y acabar con la acampada pacífica de protesta que allí se había organizado, lo cuál hizo que el movimiento tuviera una mayor visibilidad y apoyo por parte de toda la sociedad ya por entonces indignada. A partir de su descentralización y formación de las asambleas en barrios y municipios, participé más intermitentemente de lo que debería en el 15M de Fuenlabrada.

Además de esto, seguí participando en otros colectivos y plataformas como el Frente Cívico-Somos Mayoría del que fui coordinador en Fuenlabrada, la Plataforma contra los Recortes y en Defensa de los Servicios Públicos, y promoví con otras personas y organizaciones las Marchas de la Dignidad 22M en Fuenlabrada. Sigo trabajando como monitor de tiempo libre, coordinador y formador no formal, además de participar en la Asociación Mejor Juntos.

En Otoño del 2014 me enfrasqué en un proyecto que me ilusiona como pocos, y es la formación de una candidatura popular local (GANAR FUENLABRADA) en Fuenlabrada que lleve lo que las calles dicten a las instituciones.

Por último, quiero destacar cuál es mi ideología, para que nadie se lleve a engaños al leer este blog. Me considero comunista y marxista, y creo firmemente que la clase trabajadora debe organizarse y luchar contra la opresión que sufre de parte de la clase capitalista dominante (que viene a ser lo mismo que las de abajo y los de arriba, u otras denominaciones análogas), hasta lograr que se garantice pan, trabajo, techo y vida digna para todas, y que los principios de democracia, participación y libertad estén presentes realmente. Para ello, considero de vital importancia la formación y la mirada a medio-largo plazo, puesto que el cortoplacismo suele llevarnos a parches poco duraderos que no cambian la sociedad ni las injusticias, sólo las maquillan.
Espero que esto les ayude a haberme conocido algo más, y les incite a seguir leyendo el blog.
“Ni guerra entre pueblos,
ni paz entre clases”