¿Resolvería la crisis el Partido Popular?
En el Partido Popular no dudan una y otra vez en presentarse como alternativa y afirmar que con ellos no habría crisis, y muchos españoles se lo están creyendo. ¿En serio existe gente que cree que el PP ahora nos sacaría de la crisis? ¿y creen que lo haría sin recortar salarios y derechos? Tenemos que recordar qué circunstancias teníamos en 1996 y cuáles tenemos ahora en 2010, ya que han cambiado muchas cosas.
En 1996, tal y como dice en Wikipedia respaldado por diversas fuentes, Aznar heredó los Fondos Estructurales para el período de 1994-1999, y España percibió más de la mitad de estos fondos. Con Aznar también se abarató el despido, ahondando la precariedad laboral, los beneficios empresariales crecían por encima del 30% y los salarios por debajo del 3%. El aumento de los salarios era menor al de los precios haciendo que el poder adquisitivo de los trabajadores se redujese un 4%, siendo España el único país de toda la UE donde esto ocurriese.
Y no solo eso, Aznar construyó una economía basada en el ladrillo aprobando la Ley del Suelo de 1998, aumentando el precio de la vivienda más de un 28% en tan sólo 4 años, y los sectores que lideraron la actividad laboral fueron la construcción, la hostelería y el servicio doméstico, que generaron empleos poco productivos y de bajos salarios. Los contratos temporales aumentaron hasta llegar a representar 1 de cada 3 puestos de trabajo, siendo esta cifra un 250% superior a la media europea. La UE recomienda en La Carta Social Europea que el salario mínimo interprofesional (SMI) sea igual o mayor al 60% del salario medio del país, y en España alcanzaba el 34% en el año 2000, situándose en 424€ mensuales (742€ serían necesarios para cumplir con la recomendación de la UE).
Pero no nos quedamos ahí. Una de las primeras medidas del Gobierno de Aznar fue aprobar el «Programa de modernización del sector público empresarial del Estado», es decir, la sistematización de las privatizaciones. Algunas de las empresas que dejaron de ser propiedad del Estado en ese período fueron Telefónica, Endesa, Aceralia, Argentaria, Tabacalera, Repsol y Gas Natural. Los ingresos procedentes de las privatizaciones contribuyeron a reducir rápidamente la deuda pública del 68 al 63%. Los sindicatos se mostraron contrarios a una medida que consideraban «pan para hoy y hambre para mañana».
Vamos, que Aznar salió de la crisis recortando derechos, privatizando empresas, recibiendo más de la mitad de los Fondos de Cohesión. Hoy, en 2010, estamos en una situación diferente, porque hoy ya no somos los beneficiarios de la mayoría de subvenciones europeas, hoy hay una crisis internacional y sistémica, y tampoco tenemos empresas públicas suficientes para privatizar. Además, ¿hasta cuando vamos a seguir aceptando recortes de derechos?
Llegados a este punto, solo me queda recordarles a los ilusos que piensan que PSOE y PP se diferencian en política económica, que ambos impulsan la misma política neoliberal, que puede parecer que funciona cuando hay crecimiento, pero que no es sostenible a largo plazo y nos hace dependientes de las mismas élites financieras que las impulsan.
Seamos rigurosos y analicemos la realidad. Ni PP ni PSOE proponen una salida a la crisis digna. Lo que necesitamos es una alternativa de gobierno que se oponga a los dictados de los mercados, que democratice la economía, que grabe las SICAV, la banca y las rentas más altas, que persiga la corrupción, que retire los privilegios fiscales a la Iglesia Católica y que invierta en empleo público y de calidad.
Hoy todo parece estar lejos, pero el próximo 29 de Septiembre habrá Huelga General, y está en nuestras manos entonces comenzar una creciente rebelión contra esta dictadura bipartidista en la que estamos inmersos.