Tomás Santos el gordofriki. Mi troll favorito.

¿Quién no ha tenido alguna vez la experiencia de ser amenazado, insultado o acosado por Internet? Supongo que muchos responderemos afirmativamente a la pregunta. Es normal. Las redes sociales son así, y el anonimato que ofrecen resulta perfecto para que cobardes y acomplejados den rienda suelta a sus frustraciones, sacando sus instintos más bajos, y lanzando bravuconadas que difícilmente se atreverían a decir en persona. Yo ya tengo mi troll favorito. Se llama Tomás Santos pero yo lo llamo gordofriki, ya que el muchacho es un gordito con cara de haberse llevado todas las collejas en el cole. Vive en Cantabria y tiene mucho tiempo libre, ya que según se dice por ahí, supuestamente sobrevive de una paguita que pagamos entre todos gracias a lo que queda de un estado del bienestar que él, como buen prohombre de derechas abomina.

He de confesar que gordofriki, lejos de parecerme despreciable, despierta en mí cierta ternura. Tiene una cuenta de twitter (@ARRIBA_AE) desde la que no para de escupir barbaridades y amenazas hacia todo lo que él considera anormal. Homosexuales y personajes de izquierda son su blanco favorito, y por su lista negra de amenazados de muerte tenemos a tanta gente que sería un trabajo de tesis doctoral el enumerarlas todas. Hace un par de años, desde otra cuenta (@Enestadodeguerra), gordofriki  le dijo a la diputada Tania Sánchez que era una “zorra roja” que merecía “morir aplastada”. Aquel episodio llegó a debatirse incluso en la propia Asamblea de Madrid y tuvo resonancia en los medios, pero a pesar de que fue denunciado, el tipo siguió con su política de acosos por la red.

A veces gordofriki me da pena. Todo el día en la red amenazando gente debe ser una vida muy aburrida. Ha de tener pocos amigos con los que salir a jugar, y a pesar de que ya lleva tropecientos mil seguidores en twitter, he descubierto que muchos de los perfiles son falsos y seguramente habrá comprado muchos seguidores para tener más amiguitos. Cuando pienso en eso se me pasa el enfado por la última burrada que haya podido decir y le perdono. ¿Cómo se va a enfadar alguien en serio con gordofriki con la de horas de diversión gratuita que reporta a los usuarios de twitter?

Pero aun así, hay algo que no entiendo. Estamos en un estado de derecho y las leyes obligan hasta a gordofriki. Atendiendo a ello no sé cuál es el motivo para que no se le haya metido mano ya. Sus amenazas son más que punibles ya que son persistentes (amenaza a mucha gente y generalmente no sólo una vez), y además, a veces estas amenazas van acompañadas de la difusión de datos personales. ¿Por qué gordofriki no ha sido ya castigado de acorde a la legislación vigente?

En un momento dado llegué a pensar que, como la justicia es lenta y este país no se ha adaptado todavía a las nuevas tecnologías, podría ser que la impunidad de gordofriki tuviera lógica. Sin embargo, la policía si está actuando rápidamente contra otros por hacer mucho menos que gordofriki, y sin ir más lejos hace unas pocas semanas detuvieron a un muchacho en Sevilla por decir no se qué del alcalde y su actuación con las corralas, y a otro en Barcelona por amenazar a los cuerpos de seguridad del estado.

En fin, que no entiendo nada. ¿Será tal vez que la poli habiendo visto la carita que gasta la criaturita se habrá enternecido como yo por gordofriki? No sé, pero me da por pensar que aquí hay dos varas de medir para esto de los acosadores de Internet.

Nota del autor: Después de escribir esta entrada, gordofriki me dejó de acosar. Ya no me quiere. Ni me insulta ni me contesta, y yo estoy muy triste por ello.