La ‘síntesis Podemos’, o la necesidad de comer de cuchara
Texto publicado el 11/11/2016 en Facebook antes de conocerse el resultado de las primarias de Podemos en la Comunidad de Madrid para su nuevo Consejo Ciudadano.
Aprovecho que muchos y muchas andaremos hoy esperando los resultados de las primarias en Podemos para dar a conocer una opinión que he venido «macerando» en las últimas semanas.
Quienes me hayáis seguido por otros sitios o hayáis podido compartir un rato conmigo sabéis que mi opción, en lo regional, ha sido Junt♡s Podemos y así lo he expresado cuando he querido hacerlo. También vengo compartiendo, en lo estatal, las tesis por ejemplo de Irene Montero y Manolo Monereo respecto a la tarea que nos toca como Podemos en la actual situación, al papel de Unidos Podemos, etc.
Sin embargo me preocupa que haya mucha gente que esté viviendo (y alimentando) lo que debería ser un debate de ideas sano, rico, honesto, como una guerra del sólo puede quedar uno. Como tal lo he vivido en muchos momentos en estos dos últimos meses en torno al proceso interno en la Comunidad de Madrid. Lo he observado en las redes lo poco que he podido entrar, y es una opinión compartida con más compañeros y compañeras. No sé cómo estará siendo en otros sitios pero sé de buena tinta lo difícil que está resultando en el sur de Madrid.
Siempre he notado que lo que uno comía con la cuchara se disfrutaba el doble porque detrás llevaba un trabajo que no era de cinco minutos, del ya mismo, de la improvisación. La necesidad de comer de cuchara no es otra cosa que la necesidad de lograr un debate trabajado, con tiempo, con un montón de matices e ingredientes, que nos lleve a un guiso que disfrutaremos después el doble. Escribo esto así porque es una de las pocas maneras que tengo de explicar con claridad lo que trato de decir.
Seguramente haya que ir hablando de la ‘síntesis Podemos’ para resolver la maraña. O logramos esa síntesis con el debate, o corremos el riesgo de que el debate nos lo impongan y banalicen desde fuera. Ese que se inventan entre «moderados y radicales», sin ir más lejos. El otro día Manolo lo dejó caer en el artículo que escribió a propósito del enésimo «escándalo» que han querido montar para desprestigiar el espacio que representa Unidos Podemos. Recomiendo empaparse del último párrafo donde pudo dejarlo resumido a grandes rasgos.
Tenemos que ser consecuentes con lo que proponemos para nuestro pueblo. La construcción, la unidad, la fraternidad y los cuidados, hay que practicarlos en lo interno si no queremos correr el riesgo de perder a muchos y a muchas, de espantar a quienes llegan, o de convertirnos en lo de siempre.
Las vísceras entre nosotros y nosotras no serán seguramente la mejor receta.