Soy candidato
Me presento como candidato a las primarias de Ganar Fuenlabrada, para los puestos entre el 1 y el 27, es decir, para todos. A continuación os cuento el porqué:
¿Por qué doy el paso?
Tengo 30 años y llevo participando en movimientos sociales, políticos y juveniles desde hace más de una década. Considero que he aprendido mucho, tanto participando como estudiando por mi cuenta, y durante estos últimos años un discurso se me ha metido en la cabeza: “esto lo tenéis que cambiar los jóvenes”. Nos lo han repetido hasta la saciedad. Pues bien, aquí estamos, por eso doy el paso, por mi y por todas mis compañeras.
Porque cada vez somos más los y las jóvenes que participamos por cambiar las cosas, porque el juego que otros inventaron y del que nos dieron instrucciones resulta que no funciona, así que hemos decidido cambiar el juego. Y eso es Ganar Fuenlabrada, un proyecto que yo ya soñaba hace unos años y que en cuanto se vislumbró la posibilidad me lancé a construir junto a otras muchas personas, la mayoría también jóvenes.
¿Por qué puedo ser un buen candidato?
Porque tengo preparación tanto universitaria muy relacionada con temas de gestión y dirección como de práctica en movimientos sociales e innumerables procesos participativos. Creo en la democracia y en el trabajo colectivo, y cuando creo en un proyecto muero con él si hace falta mientras siga creyendo, y creo en Ganar Fuenlabrada.
Además, creo que lo he demostrado implicándome desde el nacimiento del proyecto en todo cuanto he podido, ya fuera pegando carteles, elaborando la hoja de ruta, redactando el manifiesto, participando en asambleas y reuniones, o elaborando el programa, los estatutos o el método de primarias, siempre rodeado de otras compañeras y compañeros que serían igualmente buenas candidatas.
Y es que la defensa de mi candidatura no es un alegato contra las de otras personas, compartimos proyecto y por ello considero que hay muchos y muchas personas válidas para encabezar una lista.
¿Cuál es el reto?
Conseguir que los derechos humanos se hagan realidad garantizando pan, trabajo, techo y vida digna a todas las personas, actuando con transparencia y construyendo una democracia en que participemos todas, ese es nuestro reto, el que hace que tiemblen rodillas ante la responsabilidad, pero que ilusiona porque sabemos que nunca caminaremos solas.
¿Cómo lo hacemos?
Llevando las calles a las instituciones, sin vaciar nunca las calles, porque si queremos enfrentar a la élite dominante necesitaremos un ejército de militantes y activistas en las calles día a día, haciendo fuerza para que cambie de base la base del mundo. Aunque consiguiéramos gobernar, nada cambiará si no se mantiene la movilización social que es el único arma del que dispone el pueblo.