El pago a Caronte o la prueba, atávica, de la corruptibilidad democrática
El barquero, al que había que pagar (con un óbolo materializado en moneda) para ser conducido, una vez muerto, al Hades, cobra una repercusión tardía, merced a que es producto del fenómeno democrático griego. La aristocracia, tenía a Hypnos o a Thanatos, no necesitaban demostrar, mediante una moneda en el…
23/03/2018