Estados Unidos aumenta presiones contra Siria
La negativa de Estados Unidos y sus aliados a participar en la reconstruccion de Siria, se une ahora al respaldo a los llamados Cascos Blancos y la intensificaciòn del bloqueo económico contra esta nación del Levante, entre otras.
De igual forma, Estados Unidos anuncia en las últimas horas que no hay calendario para la retirada de sus tropas ilegalmente ubicadas en el norte de Siria y junto a la frontera con Jordania e Iraq y manipula las investigaciones sobre el uso de armas químicas.
En la ciudad belga de Bruselas, los centros de poder occidentales afirmaron: ‘Declaramos claramente que no consideraremos brindar ni apoyar ninguna asistencia en la reconstrucción hasta que empiece de manera irreversible un auténtico proceso político creíble y sustantivo’.
La política es un arma y tal posición a la que se unió Alemania, aprieta el gatillo contra Siria con un doble rasero habitual y calificado de hipócrita, tergiversador y como una historia de mentiras expuesta una reciente declaración de la Cancillería de este país.
Pero en la realidad, muestran sus intenciones cuando deciden otorgar cinco millones de dólares para sostener a los denominados Cascos Blancos como una organización ‘humanitaria’ y objetivamente vinculada a grupos terroristas como el otrora Frente Al Nusra.
Al tergiversador criterio emitido por esas grandes potencias súmanse acciones bien concretas como la entrega nuevas identificaciones y pasaportes a 140 integrantes del Estado Islámico, Daesh en árabe, por parte de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Este último hecho, expuesto en el diario gubernamental turco Yeni Åžafak y al que se agregan otras denuncias, se incluyen en operaciones encubiertas que Estados Unidos ejecuta desde una parte de las 12 bases ilegales que mantienen en territorio de la norteña provincia siria de Hasaka.
Otros datos y que forman el tramado tablero del mortal juego de ajedrez estadounidense, es el impedimento por la fuerza de la llegada de buques con petróleo a las costas mediterráneas de esta nación del Levante y las presiones contra empresarios jordanos para evitar el comercio con Damasco desde el puesto fronterizo de Nassib.
Por otra parte, la dramática situación de cerca de 40 mil sirios en el campamento de Rubkan, cerca de la también ilegal base de Al Tanef, junto a la frontera iraquí y jordana, es utilizada para chantajear tanto a Damasco como a Moscú, de acuerdo a las denuncias al respecto. Los comités de coordinación de Rusia y Siria para el retorno de los desplazados, revelaron que más de 800 desplazados sirios que abandonaron el campamento desde mayo del 2018 se vieron obligados a pagar 300 dólares individualmente a los grupos terroristas patrocinados por las fuerzas de ocupación estadounidenses en la zona.
En una declaración sobre el tema de Rubkan, donde en las últimas semanas murieron al menos cinco niños por carencia de alimentos y atención médica, instaron a Naciones Unidas a suspender el envío de convoyes humanitarios ya que ‘los estadounidenses utilizan esos cargamentos para mantener a los grupos armados’.
Asimismo, es obvio que los centros de poder occidentales carecen de suficiente sensatez, actúan sin pruebas tangibles y verificables, tal y como sucede en el caso de las labores de la Organización contra el Uso de Armas Químicas de la ONU (OPAQ).
Sobre este aspecto, Siria y Rusia reiteraron que esa labor en la zona de Guta Oriental, en la periferia de Damasco, fue superficial, obvió testigos creíbles y manipuló presuntas pruebas nunca demostradas.
En el caso de Estados Unidos y sus incondicionales aliados, lo que no sucede es que la política se pusiera al nivel de la realidad.
jha/pgh
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