Antonio Seoane Sánchez: mártir antifranquista
Seoane fue enviado por el PCE desde la Argentina para reorganizar la guerrilla en Galicia.
Antonio Seoane Sánchez nació el 13 de octubre de 1906 en la villa marinera de Boiro, donde el mar de Arousa baña sus verdes valles. Mientras el mar, siempre el mar, le da vida, a esta villa marinera.
Sus padres fueron Francisco Seoane y Anunciación Sánchez. Don Francisco trabajaba de carpintero de ribera, decían que de los “buenos”. Cada tanto a la casa de Antonio llegaba el rumor del algún naufragio. Eran tan comunes por aquellos años, de mares enfurecidos.
Cuando Antonio tiene cinco años, los padres deciden emigrar a la Argentina. Allí estuvieron una temporada hasta que regresan nuevamente a Boiro. El retorno será por poco tiempo, la situación económica no era buena, el trabajo escaseaba, y deciden volver a Buenos Aires. Por lo menos allí la familia tenía más futuro.
Los Seoane se instalaron en el porteño barrio de San Telmo, en una casa baja y antigua, del siglo XIX que estaba ubicada en la calle Chile, casi esquina Defensa. Por aquellos años el tango comenzaba a bailarse y desde todas las viejas ventanas, salían los ritmos del dos por cuatro.
“Don Francisco” como le llamaban en el barrio, puso una carbonería muy popular en la zona. Siempre había algún vecino o algún paisano charlando de la noticia del día. A pocas cuadras estaba el local de la Federación de Sociedades Gallegas, a donde iba, al salir del negocio, para charlar con los amigos, jugar una partida o participar de alguna reunión. Antonio desde muy joven acompaño a su padre y comenzó a participar de la Sociedad de Boiro, entidad que también estaba Federada. También la familia se hizo socio del Centro Gallego. Al poco tiempo Antonio formo parte de la Comisión Directiva de su Sociedad y por esta entidad fue vocal suplente en la lista única para Junta Ejecutiva, después de la unificación (mayo de 1937). Encabezaba aquella lista unitaria Antonio Alonso Pérez y Gerardo Díaz. Se integra a la Junta Ejecutiva desplegando una intensa actividad (es nombrado para innumerables actividades y comisiones) y continúa hasta mayo de 1939. Por esas fechas se cambia de sociedad apareciendo en 1940 como secretario de la Unión Provincial Ourensana. Durante la Guerra Civil aparece junto a Gerardo Díaz y José Bugarín dirigiendo la Central Gallega de Ayuda al Frente Popular Español. La cual estaba integrada a la FOARE entidad está compuesta por distintas organizaciones argentinas.
Antonio entra a trabajar en el diario La Prensa, casi durante 18 años aprende el misterio de la distribución de un periódico, también comienza a conocer algunos secretos de las artes graficas, que de tanta utilidad le será en su futuro guerrillero. Por esos años se casa con Saladina Cruz Balado, también gallega como él, aunque nacida en Vigo. Al poco tiempo nace su único hijo Jorge. Con la llegada de los exiliados gallegos a la Argentina, comienza la reorganización del Partido Comunista en el Exterior y se afilia al mismo.
La Federación fue el lugar de referencia de esta organización y en el marco de esta entidad se fue desarrollando la actividad política de los comunistas. La misma consistía en impulsar campaña por la libertad de los presos, denuncias internacionales y apoyar a la resistencia que todavía había atreves de los distintos focos guerrilleros.
En el periódico “Galicia” del 1 de febrero de 1941, publica un artículo cuyo título es contundente: «Al apoyar al imperialismo inglés o a los países del Eje se traiciona la lucha del pueblo español». En este momento (antes del ingreso de la URSS a la guerra) el periódico “Galicia” critica a los dos bandos en combate. Al fascismo porque son los asesinos de España, y a Inglaterra y Francia porque fueron los que ahogaron a la república, hicieron la política de no intervención e impidieron el envío de armas, desconfiando siempre de que existiera un apoyo real de Hitler y Mussolini a Franco.
En el Galicia de fines de 1944 se espera la próxima caída de Franco, junto con el Eje y se comentan las noticias de los guerrilleros en España. El 28 de octubre, en un artículo «Españoles para Francia», se informa que Miaja, Indalecio Prieto y Diego Martínez Barrio viajan al sur de Francia. Otros españoles también están yendo a Francia. «De la República Argentina también partirán pronto algunos hombres que han convivido con nosotros algunos años». Obvia alusión a Antonio Seoane y quizás a otros.
En Galicia varios fueron los grupos guerrilleros que organizaron los “fuxidos”. Con el término de la Guerra el P.C.E. intenta reorganizarse el fin de dotarse de una conducción política y militar. Con este fin en 1943 se le confió la misión de entrar clandestinamente en Galicia. Como Antonio no tenía antecedentes políticos ni judiciales viajo con su propio pasaporte en un buque que lo llevo directamente al estado español. Al llegar comienza a utilizar distintos apodos o nombres falsos “Julián”, “Aureliano Barral Barral”, “Jorge”, (por su hijo) “Manolo Alonso Cudeiro” etc.
Julián es enviado a distintas partes de Estado Español, para contactar con los pequeños grupos organizados, que sobrevivían después de la derrota de las fuerzas republicanas. Había muchos de sus compañeros dispersos, otros aun tenían miedo de entrar en contacto con la organización. Por lo tanto era una tarea titánica. Estuvo en Bilbao, Cataluña y en Madrid donde conoció a Josefina González Cudeiro alias “Pilar Romero Vázquez”. Josefina era modista y había nacido en Santa Marta de Velle, Ourense. En Madrid era una de las enlaces de “Julián”, la encargada de repartir Mundo Obrero y el Guerrillero. Poco a poco se fue convirtiendo en su brazo derecho, como así también comenzó el enamoramiento. La actividad clandestina hacia necesario que ambos disimulaban ser una pareja y lo eran de hecho. En Madrid vivió en Claudio Coello Nº 19 piso tercero. Su responsabilidad era manejar la imprenta y la distribución de la prensa partidaria.
Posteriormente Antonio y Josefina se trasladaron a Galicia. En 1946 Gómez Gayoso es nombrado Secretario General del Partido Comunista de Galicia, Jorge Crespo como Jefe Guerrillero y Seoane como segundo de este. Tras la deserción de Crespo, asume Seoane la conducción de la guerrilla.
Por aquel entonces Antonio tenía bigotes y usaba cotidianamente un traje marrón a rayas. Era un hombre de 1,70 y de nariz aguileña. Con estos datos proporcionados por un infiltrado de la organización y con el agregado de que frecuentaba en A Coruña el bar “Barlovento” con su compañera. La Guardia Civil comienza a prepara el operativo para detenerlos. Después de varios días de preparación de la operación, un grupo represivo de civil entra al mencionado bar, el 10 de julio. Así informa la propia Guardia Civil de cómo fue detenido:
“Sobre las veinte horas treinta minutos, el comandante instructor que se encontraba en el interior del bar Barlovento, observo que un individuo del brazo de una mujer, se aproximaba al citado bar las señas personales coincidían con las que ya se tenían del “Julián” y la mujer. Acto seguido el Comandante y la fuerza que le acompañaba dieron la orden detención de la citada pareja, la cual sometida a interrogatorio sobre su personalidad, negó en principio ser el conocido “Julián” y su acompañante, pero más tarde confeso militar de las partidas de bandoleros que actuaban en esta región militar, efectivamente, empleaba el nombre de “Julián” como seudónimo”. Según el parte de la Guardia Civil.
Tanto Antonio como Josefina fueron salvajemente torturados para sacarle información. Tenían la consigna de aguantar todo lo posible para que sus compañeros se dieran cuenta que habían sido detenidos. En los primeros momentos dan información equivocada. Intentan confundir a los Guardia. Pero es inútil, la Guardia Civil se traslada a la casa de estos a la espera de que fueran visitados por otros compañeros. Es así como el día posterior son detenidos Gayoso y su compañera.
Seoane es llevado a la Cárcel de A Coruña cerca de la Torre de Hércules. Lo alojaron en Primera Galería en la Celda Nª 6.
Fueron detenido y juzgados Antonio Seoane; José Gómez Gayoso; Juan Romero Ramos, obrero; José Batrina, medico; José Ramos Díaz sastre; José Rodríguez Campos, obrero; y cuatro mujeres María Blázquez, obrera; que le perforaron el estomago de un tiro; Clementina Gallego, que está casi paralítica de una pierna; Carmen Orozco, maestra nacional, en grave estado con lesión cardiaca y Josefina González Cudeiro.
Desde la cárcel tanto Seoane como Gayoso comienzan a enviar distintas cartas, con el fin de potenciar la solidaridad internacional. Las mimas podían evitar que fueran ajusticiados. En una carta enviada a un antiguo compañero de trabajo en la argentina le señala:
“…Me he criado en la Argentina, a la que amo como a mi segunda patria, en la que reposan los restos de mi padre y que ahí residen mi anciana madre, mi esposa y mi hijo, yo he nacido en España. Desde niño mis padres han sabido mantener en mí este doble amor a la patria donde nací y a ese otro donde me crié y eduque…”.
En el juicio Gayoso hablo durante 18 minutos denunciando al tribunal y al régimen franquista.
Mientras tanto la Federación de Sociedades Gallegas le solicitaba al general Perón que intermediara ante Franco para que este indultara a los condenados.
En su última carta a la Federación señala: “Sin pesimismos, mirando de cara a la realidad, creo que esta será posiblemente la última carta que reciban, de mí. Sí esto es así despídame de todos mis compañeros y amigos españoles y argentinos y dígales que muero con el orgullo de haber servido fielmente a mi pueblo y a mi patria. Me despido de usted con un abrazo fuerte, muy fuerte, y con el grito de Viva la República.
El 18 de octubre se realiza el consejo de guerra dictando 5 penas de muerte.
Seoane y Gayoso fueron ejecutados por Garrote Vil en la Coruña el 6 de noviembre de 1948.
Si uno es glorioso, en glorioso
Al otro no hay quien le gane.
Si digo Gómez Gayoso, ya estoy diciendo Seoane.
Alberti