André Abeledo Fernández •  30/10/2020

Las ridículas acusaciones a Rusia forman parte de la estrategia de demonizacion de la nueva guerra fría.

La embajada rusa en España se cachondea y con razón de los supuestos contactos del independentismo catalán con el Gobierno de Vladimir Putin para que los rusos enviasen 10.000 soldados a Carles Puigdemont durante la época del procés.
En su cuenta oficial de Twitter, la embajada rusa ha colgado un tuit en el que se pitorrea de esa posibilidad. “Ojo: La información aparecida en los medios españoles sobre la llegada de 10 mil soldados rusos a Catalunya está incompleta. Hace falta añadir dos ceros al número de soldados y lo más importante de toda esta conspiración: las tropas deberían ser transportadas por aviones “Mosca” y “Chato” ensamblados en Cataluña durante la Guerra Civil y escondidos en un lugar seguro de la sierra catalana hasta recibir a través de estas publicaciones la orden cifrada de actuar”.
La reacción rusa ha sido inteligente e ironicamente certera, ridiculizando con toda razón una investigación que deja al Estado español y a sus fuerzas de seguridad del Estado a la altura del betún.
Todas estas vergonzosas y ridículas acusaciones forman parte de un plan orquestado por los poderes facticos europeos, con Alemania a la cabeza, para tratar de demonizar y acorralar a Rusia.
Desde hace tiempo los EEUU y la Unión Europea están tratando de aislar a Rusia y ponerla contra las cuerdas por medio de sanciones económicas y injerencias en los asuntos internos de los paises aliados o amigos del pueblo ruso.
Como ejemplo de esta estrategia esta la intervención en Ucrania para desestabilizar a un gobierno legítimo aún acosta de dar el poder a un partido NAZI. Lo mismo han intentado en Bielorrusia pero esta vez sin éxito.
Rusia se ha visto obligada a intervenir en Siria a petición del gobierno sirio para luchar contra el terrorismo y también a enviar tropas a sus fronteras para contestar a los movimientos y las provocaciones de la Unión Europea, EEUU y la OTAN.
También el gobierno ruso se ha visto obligado a ofrecer apoyo militar en caso de necesidad a una Venezuela acosada, bloqueada y amenazada con una intervención militar para sacar al gobierno legítimo de Nicolás Maduro  que no es del gusto de las oligarquías occidentales y la ultraderecha venezolana.
El gobierno bolivariano defiende su soberanía ante los intereses de los EEUU y las grandes multinacionales que tienen puesto el punto de mira sobre el petróleo venezolano.
Rusia es hoy uno de sus grandes aliados en la defensa de la soberanía nacional de los pueblos que se niegan a renunciar a su soberanía ante los intereses yanquis y de las oligarquías económicas que intentan dominar el mundo.
La campaña antirusa que llevan acabo los gobiernos y los medios de comunicación en España y Europa forma parte de esta nueva guerra fria por el control geoestrategico, de los recursos naturales y energéticos.
Una guerra declarada por las oligarquías económicas que pretenden controlar el mundo y sacar y poner gobiernos a su antojo.