Víctor Arrogante •  Opinión •  11/11/2019

Y Pedro Sánchez ganó las elecciones, perdiendo

Hoy ha sido el día de la encuesta definitiva. Mucho hemos hablando de los resultados de estos cuartos comicios celebrados en los últimos cuatro años, sin que los responsables políticos hayan puesto de acuerdo para formar gobierno. Me temo que estos resultados ayuden a estabilizar la situación. Ninguno de los bloques ideológicos obtiene la mayoría absoluta, lo que no augura nada bueno. Ha quedado patente que la decisión de repetir las elecciones fue una temeridad y los resultados un desastre para todos y más para quién tomó la decisión de convocarlas, que debe asumir su responsabilidad; conociéndole no o hará.

El PSOE gana, Vox se dispara y Ciudadanos se hunde en unas elecciones que complican aún más la gobernabilidad. Por primera vez, una agrupación de electores de Teruel consigue entrar en el Congreso. Resumiendo: ha habido una participación del 69,87%, algo menos que en el 28 de Abril. El PSOE ha ganado las elecciones perdiendo 3 escaños; el PP gana 21; y la extrema derecha asciende a la tercera fuerza con 52; hecatombe de Cs que cae hasta los 10 escaños. Unidas Podemos, con 26, pierde 7 escaños, que se van a las otras confluencias y a Más País que entra en el Congreso.

Tras su desplome en abril, el Partido Popular ahora recupera casi una veintena de escaños (de 66 a 88) y alcanza el 20,81% de los votos, por lo que Pablo Casado se ve ratificado como alternativa a Pedro Sánchez. Ciudadanos se hunde y pasa de tercera a sexta fuerza política, mientras Rivera anuncia un Congreso extraordinario que resolverá si sigue como líder; no parece comprensible que se esconda tras diez escaños durante una legislatura; su hundimiento alcanza a Catalunya que consigue dos escaños. El PNV refuerza su victoria al lograr siete escaños, uno más que en los comicios de abril.

Las elecciones generales le han dado a Esquerra Republicana de Cataluña, 13 escaños, uno menos que en los comicios del 28A, pero suficientes para mantener el liderazgo en Catalunya y volver a ser clave en un posible gobierno de izquierdas. El independentismo catalán mejora sus resultados. La suma de ERC, Junts per Catalunya y la CUP da 23 escaños, uno más que en los comicios del 28A. En general, estas elecciones han servido para que la derecha se refuerce y para que tengamos una extrema derecha de las más fuertes de Europa; todo un logro político para quién las convocó.

Vamos ha hacer una retrospectiva de lo ocurrido los últimos días. Las encuestas y sondeos coincidían en sus premoniciones, salvo la gran encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas que se desmarcó de todas. El último día en el que se permitió publicar encuestas y sondeos fue el pasado día cuatro de noviembre. Ese mismo día por la noche, tuvo lugar el debate que protagonizaron los cinco principales partidos políticos: PSOE, Unidas Podemos, PP, Ciudadanos y Vox. Cada una de las encuestas, si bien estimaban resultados distintos, había un común denominador; nada estaba garantizado para que el bloqueo político vaya a terminar después de las elecciones. Y viendo los resultados parece que las cosas han ido por este camino.

Los datos del último Barómetro de Octubre del CIS, le otorgaba una amplia victoria al PSOE (133-150 escaños) con la que podría pactar tanto con Ciudadanos (27-35) como con Unidas Podemos (37-45) o el Partido Popular (74-81) y alcanzar la mayoría. Teniendo en cuenta estos posibles resultados, podría formarse una gran coalición entre el bipartidismo, que facilitaría un Gobierno de sobrada mayoría absoluta (176). Según los datos del CIS, la derecha no sumaría de ninguna de las maneras la mayoría absoluta. Nada ha resultado ser como pronosticó el CIS. Todo ha resultado ser una falsedad más y una manipulación de la opinión pública de máximo alcance.

La estimación de voto y escaños, según el promedio de las encuestas, publicado el último día permitido, relacionándolas con los resultados del 28A, resultaba ser el siguiente: PSOE 121 escaños (-2); PP 96 (+28); UP 32 (-10); Cs 15 (-42); Vox 44 (+20); Más País 3. Con estas estimaciones, las dos opciones con más apoyo para el día después, sería de un Gobierno monocolor socialista y un pacto PSOE-Podemos. Si los relacionamos con los resultados, podríamos decir que ha sido todo un pleno de bingo.

Permítanme que haga memoria sobre algunos de los procesos electorales que ocuparon buena parte de la historia de España hace unos años, con algunas semejanzas con la historia actual. Me remonto al 12 de abril de 1931, cuando la ciudadanía eligió a los partidos republicanos y socialistas, contra los monárquicos que dieron la espalda al rey. Las elecciones, que se habían convocado para consolidar el sistema y conseguir mayor apoyo para la monarquía, resultaron ser la perdición. La monarquía era un símbolo de decadencia y republicanos y socialistas, decidieron convertir las elecciones municipales, en un verdadero plebiscito, sobre la continuidad de la monarquía en España. No se consiguió el objetivo de consolidar el sistema, sino derrocarlo. Pedro Sánchez, con la convocatoria de elecciones, no ha conseguido consolidar su posición sino debilitarlo; el ansia del poder hace perder la razón en cuanto se aleja de la realidad.

Con la proclamación de la República y la celebración de elecciones legislativas el 28 de junio de 1931, se inició un proceso constituyente. El Estado republicano quedaría legitimado democráticamente por las elecciones y la probación de la Constitución. La primera vuelta electoral, se celebró el 28 de junio. Se presentaron candidaturas por la Conjunción Republicano-Socialista, compuesta por el PSOE, los radicales de Lerroux, los radical-socialistas, la Derecha Liberal Republicana de Alcalá-Zamora y la Acción Republicana de Azaña. Cada partido se presentaba con su propio programa. Las elecciones dieron el triunfo a la Conjunción Republicano-Socialista. La derecha y el centro republicanos quedaron reducidos a un papel testimonial, en tanto que la derecha monárquica sufrió un serio revés. Algo parecido a lo que le ha ocurrido a Ciudadanos, por sus vaivenes y oposición a Pedro Sánchez.

El 19 de noviembre de 1933 se celebró la primera vuelta de las segundas elecciones generales. Fueron las primeras en que las mujeres ejercieron el derecho al voto. Las elecciones dieron la mayoría a los partidos de derecha y centro-derecha, quienes procedieron a desmantelar la obra reformista del primer gobierno, dando comienzo al denominado bienio negro entre 1933 y 1936. Con los resultados de las elecciones de hoy, con unos resultados tan estrechos, el peligro del desmantelamiento de derechos y libertades, puede hacerse realidad, trasladándonos a pasados tiempos oscuros.

Los días 16 y 23 de febrero de 1936 se celebraron las terceras elecciones generales, y últimas de la República. Se enfrentaban los dos bloques históricamente irreconciliables. Una coalición de izquierdas de republicanos, socialistas y comunistas, se agruparon en torno al Frente Popular. Su programa preveía amnistiar a los represaliados políticos y poner en funcionamiento la legislación reformista suspendida durante el bienio anterior. Los resultados dieron la victoria al Frente Popular, contra los partidos de la derecha, aglutinados en torno al Bloque Nacional. Comenzaba el principio del fin. Desde entonces no hemos vuelto a tener en España un jefe del Estado elegido en las urnas.

Según el artículo 69.7 de la Ley Orgánica 5/1985, del régimen electoral general, «Durante los cinco días anteriores al de la votación queda prohibida la publicación y difusión o reproducción de sondeos electorales por cualquier medio de comunicación«, por lo que en España no se ha podido publicar ninguna encuesta ni sondeo; pero como cada año, con información procedente de medios extranjeros, hemos podido conocer como va el estado de la cuestión. El Periòdic d’Andorra ha venido publicando hasta seis entregas del ‘tracking’ preelectoral del GESOP, para conocer la evolución de los votos y los escaños en el Congreso de los Diputados.

El independentismo catalán, según El Periòdic estaba en condiciones de mantener su hegemonía en Catalunya, como ha ocurrido, pero frenando el ascenso. ERC conservaba sus expectativas de obtener 12-13 parlamentarios. A la victoria de Esquerra habría que sumar los 6-7 escaños que conseguirían JxCat y los 3-4 diputados con los que debutaría la CUP. Así, las fuerzas secesionistas podrían obtener la mitad de los 48 escaños catalanes en liza.

El PSOE+UP+MP, han conseguido 148 escaños, frente al trifachismo (que ahora se convierten en dos) PP+Vox+Cs, han conseguido 149); lo que se dice un empate técnico que nos aboca, posiblemente, a otro bloqueo, que es lo que se pretendía superar con la convocatoria de las elecciones. El PSOE podría gobernar con UP+PNV+ERC; de esta forma se podría avanzar en una solución al problema territorial; pero conociendo el percal, me temo que no podrá ser.

Gana el PSOE, se debilita un poco más la izquierda, la extrema derecha se alza en su máxima expresión, el PP eleva su poder, se hunde Ciudadanos y se mantiene la fortaleza del independentismo lo que hace la gobernabilidad aún más difícil, casi imposible. Creo que el mejor fichaje que ha hecho Vox en este camino electoral ha sido Pedro Sánchez. El PSOE con su afán de repetir las elecciones ha conseguido pasar los escaños de Ciudadanos a la extrema derecha de Vox.

Pedro Sánchez ha ganado las elecciones por la mínima, dando la victoria de hecho a la derecha y a la extrema derecha unida, sin convencer con sus argumentos. Quería gobernar en solitario como un caudillo y la ciudadanía no se lo ha consentido. Vino a por lana y salió trasquilado.

Me temo que mientras sigan las mismas caras mandando en los partidos, la situación política seguirá siendo la misma. Nuevo bloqueo o trágala. Al tiempo, espero, verlo.

@caval100

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=262305


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