José Camargo •  Opinión •  15/11/2019

Las verdades del Paro Nacional en Colombia del 21 de noviembre

El próximo 21 de noviembre el pueblo colombiano estará en las calles respaldando el Paro Nacional que ha sido convocado por las organizaciones sociales, políticas y sindicales (C.UT, FECODE, ANUC, CTC, CGT, ASONAL JUDICIAL, ASPU, UNEB, ASDEP,BANCADA ALTERNATIVA) con el propósito de anunciarle al Gobierno Nacional que el modelo neoliberal que se ha mantenido por 30 años ha fracasado y la consigna del Paro Nacional así lo ratifica: CONTRA EL PAQUETAZO DE DUQUE, todos a las calles, todos unidos, Colombia unida. Es una jornada en contra de las propuestas de reforma laboral y pensional que intenta imponer este gobierno y que secunda el F.M.I Y LA OCDE.

Son inaceptables más reformas regresivas, en un país donde la tasa de desempleo nacional del trimestre julio-septiembre de 2019 fue de10, 6%, lo que significó un aumento de 1,1 puntos porcentuales frente al mismo trimestre de 2018 (9,5%) así lo confirma el DANE. Ante esta realidad el Gobierno plantea flexibilización laboral. En este mismo comunicado se establece, que la tasa de desempleo de los jóvenes (14 a 28 años) paso de 16,5% en el trimestre julio-septiembre de 2018 a 18,1% en el mismo trimestre de 2019, la Anif para conjurar esta problemática sugiere un salario diferencial y más bajo para los menores de 25 años. Por si fuera poco, el número de personas pobres, paso de 8.5 millones en el 2016 a 9,6 millones en el 2018 ¿Dónde están las bondades del modelo neoliberal? El presidente Duque y sus acólitos han intentado desdibujar la esencia noble del Paro Nacional.

Este presidente haciendo gala de un gran cinismo, ha expresado en el Taller, Construyendo país realizado en Santander, que su gobierno ha puesto a la equidad y la justicia social como principal bandera de su administración, pero, la corte constató una vulneración masiva y generalizada de los derechos fundamentales de los niños y niñas del pueblo wayuu en materia de agua, salud y alimentación y aseguró que esto sucede por las fallas de las entidades del Estado (periódico Al día) y además en esta misma tierra por cada niño que muere por desnutrición 16 fallecen en la etapa perinatal (El Heraldo). Por otro lado, el presidente anunciaba en ese mismo evento que efectivamente tenemos una Colombia donde hay diferencias, pero que se pueden zanjar en democracia ¿A quién pretende engañar? Acaban de asesinar a Diego Campo Manrique integrante del partido Farc y quien fuera candidato a la Asamblea Departamental de Nariño en las pasadas elecciones.

Nos invita, el presidente a “ponernos la mano en el Corazón y reconocer que no es a través de las agresiones como logramos las transformaciones sociales”, sin embargo, en Colombia la burguesía y su clase política jamás se han puesto la mano en el corazón y cuando lo intentaron con un corazón grande nos dejaron una huella imborrable.

La realidad social que vive el país, nos confirma la justeza del Paro Nacional y la necesidad urgente de no seguir aplazando la búsqueda de un gobierno progresista que nos permita al menos configurar un verdadero estado social de derecho…al menos. Un gobierno que nos brinde la mayor suma de felicidad posible. Colombia, tiene que romperle el espinazo a la estrategia del fascismo y su cuento estúpido del castro-chavismo que solo puede calar en un pueblo sometido por el miedo y la ignorancia. El reto que tiene el pueblo colombiano, con el paro del 21 de Noviembre, es si puede responder de la misma manera que lo ha hecho el pueblo argentino, chileno, brasileño, ecuatoriano y salir potenciado frente a nuevos retos que nos deja la lucha social y en la cual se encuentra la lucha electoral.


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