Arnold August •  Opinión •  21/11/2019

¿La revuelta pro-Evo en Bolivia despierta la escena política canadiense?

Tras el golpe de Estado en Bolivia contra Evo Morales, lidereado por EE.UU. y apoyado desde un inicio por el Gobierno canadiense de Justin Trudeau, el 11 de noviembre del 2019 hice un llamamiento (en inglés, francés y español) a través de la red social YouTube, donde denuncié que el 29 de octubre el Gobierno de Justin Trudeau había dado “luz verde” a Donald Trump para dirigir su golpe de Estado racista y violento contra Evo Morales. Unas horas después de su consumación, declaró estar de acuerdo con lo ocurrido.

¿Qué derecho tiene Canadá para elegir el Gobierno de Bolivia, para intervenir en los asuntos internos de Bolivia?

El llamamiento estaba especialmente dirigido a las diputadas y a los diputados del Nuevo Partido Democrático (NPD), elegido gracias al apoyo de los sindicatos. “Insto —dije entonces— a los sindicatos, a los trabajadores canadienses, a que ejerzan presión sobre el NPD para que tome una postura sobre la política de Trudeau, que apoya este ataque racista contra Evo Morales”.

La convocatoria a reaccionar también estaba dirigida hacia el Bloc Quebequense (en francés, Bloc Québécois), que ganó más escaños desde Quebec en el Parlamento canadiense que los que obtuvo el propio Partido Liberal de Trudeau.

“Nosotros los pueblos quebequenses y canadienses, junto con nuestras hermanos autóctonos de Canadá, no podemos ignorar a los pueblos autóctonos de Bolivia. Sobre todo cuando en Bolivia están quemando la bandera wiphala, que es el símbolo no solo de los pueblos originarios de Bolivia, sino que es el emblema de toda una región”.

¿Qué pasaría si en algún lado quemaran la bandera de Quebec o la bandera de Canadá? Nosotros debemos defender al pueblo de Bolivia y todos juntos pronunciarnos contra esta política injerencista, proimperialista de Justin Trudeau”, concluía.

Luego de esta y otras apelaciones y comentarios en las redes sociales, comenzaron a llegar las respuestas. La primera que llamó la atención fue a través del Facebook de la militante partido progresista Quebec Solidaire, Natalia d Agnese, quien escribió: “Totalmente de acuerdo. El Gobierno canadiense apoya el golpe de Estado de una oposición de extrema derecha, evangelistas y racistas. Algunos países latinoamericanos han comenzado a tomar posición, tales como México, el senado de Argentina y su nuevo presidente, Uruguay y otros.

Le siguió Alexandre Boulerice, político canadiense, diputado al Parlamento en Canadá desde las elecciones del 2011, líder adjunto del Nuevo Partido Demócrata en Quebec: “En Bolivia, la wiphala, bandera de los pueblos indígenas, es atacada tras la salida de Evo Morales” y “Estoy indignado por el golpe de Estado contra @evoespueblo e inquieto por los cambios contra los #autochtones y los @socialistas. #democratie #Bolivia #NPD (@Lobs)

El Consejo Laboral de la Región de Durham (Durham Region Labour Council/ @DurhamRegionLC), que representa a trabajadores de muchos sindicatos afiliados la ciudad circa en Ontario anunció “que estaremos proponiendo una resolución urgente para que se someta a deliberación durante la convención de @OFLabour que tendrá lugar en unas semanas, con el propósito de denunciar el apoyo al golpe de Estado en Bolivia por parte de @cafreeland. #ElMundoConEvo #GolpeDeEstadoBolivia”

La Unión Canadiense de Empleados Públicos (Cupe), el sindicato más grande de Canadá, con más de 680 mil miembros en todo el país, publicó una declaración donde manifestó “su preocupación acerca de la situación que se está desarrollando en Bolivia, la cual ha conducido a un golpe de Estado.

“Cupe hace un llamado al Gobierno de Canadá a fin de que reconozca y respete la soberanía del pueblo boliviano para determinar su propio futuro político, sin la presencia de militares e injerencia extranjera. También pedimos al Partido Liberal que deje de acatar las indicaciones de uno de los gobiernos más derechistas del mundo.

Nuestro sindicato expresa su solidaridad y apoyo para con el pueblo de Bolivia, que será el que salga más afectado por la inestabilidad social o económica que acompaña este ataque a sus derechos democráticos”.

La situación con respecto al país latinoamericano evoluciona de un minuto a otro. Es muy temprano para sacar conclusiones; sin embargo, la reacción inicial prueba una vez más lo publicado en artículos anteriores en Trabajadores sobre Venezuela, que la gran mayoría de las personas en Canadá están contra del imperialismo estadounidense y sus aliados.

 


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