La brecha salarial de género: Una deuda pendiente con la Igualdad
La brecha salarial de género sigue siendo un reflejo de la desigualdad estructural en el mercado laboral y en la sociedad, ha señalado la secretaria de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO, Carolina Vidal López, en una rueda de prensa para presentar el informe elaborado sobre esta materia. “A pesar de que los acuerdos obtenidos en el diálogo social y los avances de la negociación colectiva han contribuido a reducir la brecha salarial en los últimos años, las mujeres continúan percibiendo salarios inferiores a los de los hombres, enfrentando mayores dificultades para acceder y progresar en el empleo”.
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Como ha asegurado Vidal «la brecha salarial es consecuencia de muchas otras brechas laborales y sociales, todas ellas discriminatorias, que se concretan en la diferencia del salario medio que percibimos hombres y mujeres en este país.» Además, ha destacado que esta desigualdad no solo afecta la economía de las mujeres durante su vida laboral activa, sino que tiene repercusiones a largo plazo, limitando su autonomía financiera en la jubilación y perpetuando la feminización de la pobreza. «Es fundamental entender que la brecha salarial es un problema estructural que afecta a toda la sociedad, no solo a las mujeres», ha declarado.
Las causas de esta brecha comienzan antes de la relación laboral, y están relacionadas con la educación y la valoración de los puestos tradicionalmente ocupados por mujeres, ha señalado la secretarias de Mujeres en referencia a que las mujeres desarrollan trayectorias laborales menos estables, concentran mayores periodos de inactividad y tienen una menor remuneración. Además, las mujeres se enfrentan a mayores ausencias laborales debido a excedencias y reducciones de jornada por cuidados, lo que repercute en pensiones más bajas al finalizar su carrera profesional. Vidal ha asegurado que «no podemos esperar más, porque cada año que pasa sin tomar medidas estructurales significa perpetuar la desigualdad. Las mujeres seguimos siendo las más afectadas por la inestabilidad laboral y la carga de los cuidados no remunerados” y por ello ha hecho un llamamiento para que administraciones públicas, empresas y sociedad civil se comprometan a implementar políticas efectivas que promuevan la igualdad de oportunidades y eliminen las barreras de género en el ámbito laboral.
En este aspecto también ha incidido el secretario general de CCOO, Unai Sordo, que ha denunciado el estancamiento de la brecha de género, “que se ha producido por primera vez este año”, y ha instado “a poner en marcha medidas estructurales que deben ser acometidas por el conjunto de los actores políticos y socioeconómicos” porque “no se va a dar el salto definitivo en igualdad retributiva hasta que no haya un salto adelante en la responsabilidad institucional en las políticas de cuidados”.
Además, Sordo ha subrayado la necesidad de implementar medidas adicionales para reducir significativamente la brecha salarial en los próximos años. En este sentido, ha propuesto que se actúe sobre los sesgos en la elección de estudios a edades tempranas así como promover la conversión de contratos a tiempo parcial en contratos a tiempo completo. “Es necesario acometer cuanto antes una estrategia potente de cuidados ya que la feminización del cuidado en el ámbito familiar es uno de los principales factores que explican las discontinuidades en las carreras profesionales de las mujeres”.
Sordo se ha referido a las condiciones laborales de las trabajadoras del sector de cuidados, que son “generalmente precarias y mal remuneradas, que hay que mejorar” al tiempo que ha mostrado su preocupación porque «no se va a dar el salto definitivo en igualdad retributiva hasta que no haya un salto adelante en la responsabilidad institucional sobre los cuidados. La igualdad salarial no es solo una cuestión de justicia, sino una necesidad para construir una sociedad más equitativa y sostenible.» Por ello, ha pedido que se garantice el cumplimiento de las normativas de igualdad retributiva y se acometan los planes de igualdad en las empresas”.
En cuanto a los datos que señala el informe, elaborado por el Gabinete Económico de CCOO en colaboración con la Secretaría Confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo, en 2023, el salario medio anual de los hombres fue de 29.615 euros, mientras que el de las mujeres fue de 24.758 euros, una diferencia de 4.856 euros. Para igualar el salario medio masculino, el femenino debería aumentar un 19,6%. Además, el 44% de las mujeres asalariadas trabajan en sectores con salarios por debajo de la media nacional, y el 75% de las personas con empleo a tiempo parcial son mujeres. Si la jornada laboral femenina se equiparara a la masculina, la brecha salarial se reduciría en un 64%.
Aunque la subida del salario mínimo desde 2018 ha reducido la brecha salarial, en 2023 hubo un leve repunte del 0,6%, lo que evidencia la necesidad de medidas adicionales. La concentración de mujeres en sectores menos remunerados y en empleos precarios sigue siendo un obstáculo para la igualdad efectiva. Algunos factores explican esta brecha, como la alta tasa de trabajo a tiempo parcial entre mujeres (21,1% frente al 6,6% de los hombres), la discriminación en complementos salariales que beneficia en mayor medida a los hombres, y la carga de cuidados no remunerada, que afecta a 1,9 millones de mujeres que no buscan empleo por estas responsabilidades, frente a 352.000 hombres.
Como destaca el estudio, si se quiere reducir la brecha salarial es fundamental que se incentive la contratación femenina en sectores masculinizados, garantizar el acceso equitativo a empleos a tiempo completo, regular la asignación de complementos salariales para evitar sesgos de género, ampliar los servicios de cuidado infantil y de mayores, y fomentar permisos parentales equitativos entre hombres y mujeres. Si no se implementan medidas adicionales, la brecha salarial no se cerrará antes de 2042. Aunque las reformas laborales han contribuido a reducir la desigualdad, el estancamiento en los últimos años demuestra que la acción debe ser más decidida. Es urgente un Pacto Estatal que desarrolle servicios públicos de cuidados como un nuevo pilar del Estado de Bienestar. La igualdad salarial es una deuda pendiente de la democracia. Las mujeres no pueden esperar más: en 2025, #YaVamosTarde.