EQUO afirma que el decreto de Nucleos Zoológicos retrocede un siglo en materia de protección animal y pide su revisión
- La formación ecologista ha presentado una batería de alegaciones al Decreto de Núcleos Zoológicos presentado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
- «El decreto incide en la cosificación de los animales, justo cuando los mayores esfuerzos de los movimientos que consideramos que animales son compañeros de viaje en el espacio común que es el planeta, avalados por el consenso científico, se centran en dotar de derechos a éstos», apuntan desde la formación.
EQUO, el Partido Verde en España, ha presentado alegaciones al borrador del Decreto de Núcleos Zoológicos, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. La formación ecologista ha expresado su sorpresa porque este decreto, que pretende unificar la legislación existente en la materia, lejos de avanzar en la protección y bienestar animal reduce el control en la tenencia responsable de animales, tanto de los considerados de compañía como los de ganadería y silvestres.
En su opinión, se trata de una normativa que supone un retroceso de un siglo, en consonancia con las demandas de muchos colectivos, especialmente vinculados a la caza y negocio de la crianza y compra-venta de animales, que actúan como un lobbys de presión, para reducir el control y las obligaciones inherentes a las actividades relacionadas con la tenencia de animales, en un momento en el que defender un mayor rigor en este tema debería ser prioritario por motivos de salud pública.
“La denominación de colecciones zoológicas privadas para refererirse a la tenencia de animales, por parte de particulares, ya nos da una idea del tono de la norma. El decreto incide en la cosificación de los animales, justo cuando los mayores esfuerzos de los movimientos que consideramos que animales son compañeros de viaje en el espacio común que es el planeta, avalados por el consenso científico, se centran en dotar de derechos a éstos”, afirma la formación verde.
De igual manera, considera inaceptable el hecho de volver a la denominación de animales abandonados, cuando está completamente en desuso, ya que no existen animales abandonados como tales, debido al establecimiento de la competencia de los ayuntamientos de la recogida y tutela de animales que deambulan por su territorio.
EQUO hace referencia también a los santuarios animales, que en el decreto quedan relegados a refugios, “alejándolos de su esencia misma, por cuanto que refugio implica temporalidad en la estancia, mientras que santuario, implica una estabilidad temporal y de cuidados, para muchos animales objeto de abandono y maltrato por parte de sus responsable. Precisamente, los santuarios son los lugares a los que acuden los ayuntamientos cuando tienen que encargarse de animales para los que sus instalaciones quedan insuficientes.
Mención especial merece el tratamiento de las granjas-escuelas, como lugares donde los menores interactúan con los animales para acercarse a la naturaleza y sus formas de vida. EQUO afirma que estos establecimientos son propicios para la transmisión de zoonosis, pese a lo cual este Decreto relaja el control sobre ellos.
En definitiva, para la Red EQUO Derechos de los animales esta norma. de quedarse así. lo que va a propiciar es el comercio en negro con la consiguiente economía sumergida en torno a la tenencia, cría y venta ilegal de animales, el amontonamiento privado de los mismos en manos de particulares, sin ningún control sanitario, el auge de actividades rerobables como las rehalas, el tiro al pichón, la paloma de pica… etc,. En definitiva, se trata de una norma que fomenta el descontrol de poblaciones de algunas especies, espencialmente aves distintas de las de corral, con las consecuencias ya conocidas.
La Red Equo Derechos de los Animales reclama, por tanto, una profunda revisión del Decreto para que se aparte de la visión más antropocentrista de la convivencia entre humanos y no humanos y se acerque más a lo que la sociedad en su conjunto, y no determinados lobbys, demanda en estos momentos: la búsqueda de una convivencia armoniosa entre las distintas especies, y la prevención y el control sanitario de una “Salud Global”. En este sentido, concluye que: “Si algo ha demostrado la Covid-19, es que su salud es nuestra salud”.