Feministas peruanas advierten que peligra igualdad de género

Los movimientos feministas han expresado su rechazo a la evaluación que hacen los funcionarios del Gobierno de Perú de fusionar el Ministerio de la Mujer con el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social.

Dicha fusión representaría un retroceso en la implementación de políticas de igualdad de género y en temas vinculados a la educación sexual de los infantes y la lucha contra la violencia hacia las mujeres; dado que en lo que va del año, se han reportado 17 feminicidios, mientras que el año pasado se registraron 170 y más de 7.000 desapariciones.

En un contexto donde la violencia hacia las mujeres se ha intensificado, la amenaza de eliminar el Ministerio de la Mujer no contribuye a mejorar la situación, como han señalado las manifestantes que se han pronunciado al respecto.

Rocío Gutiérrez, abogada de Manuela Ramos, expresó que los avances logrados en términos de políticas para la igualdad de género y en la contabilización de los hechos de violencia en el país dependen del Ministerio. La fusión también es cuestionada porque se anuncia en medio de un escándalo de corrupción que enfrenta el Ministerio de Desarrollo.

«Con la fusión se reducirá el presupuesto, que ya es considerado limitado, y esto traerá consigo la falta de rectorías o especialidades para abordar las situaciones que enfrentan las personas vulnerabilizadas», afirmó Clea Guerra, abogada de Flora Tristán.

De este modo, la propuesta del Gobierno dejaría desprotegidas a las mujeres víctimas de violencia, lo que contraviene el artículo 2 de la Constitución de Perú, que consagra el derecho a la igualdad.

«En todo el país existen centros de emergencia para mujeres, muchos de los cuales trabajan en colaboración con las comisarías. Sin embargo, ya enfrentan dificultades debido a protocolos que responsabilizan a las mujeres por su situación, argumentando factores como salir tarde, estar solas o incluso usar ropa considerada provocativa como causantes de los feminicidios», recalcó Aída García Naranjo, exministra de la Mujer.

Con estas declaraciones surge la interrogante: ¿de qué manera se hará cargo el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social si no está preparado para asumir estas responsabilidades?, cuando este organismo no está preparado para lidiar con ello.