La Complutense sanciona por organizar charla trans

Comunicado

En concreto, se la acusa de “cometer faltas de respeto a una profesora”, “interrumpir el normal funcionamiento de una clase” y ocupar un aula para dar una charla política. Estas acusaciones parten de los hechos que se dieron el pasado 20 de octubre en la Facultad de Filosofía y Filología, cuando se

intentó prohibir por orden expresa de ambos decanatos una la charla titulada “Maricones y Comunistas, lucha de clases y lucha LGTB”, cuya autorización de uso del aula se canceló una hora antes de la hora de comienzo

y sin dar motivos. La charla se hizo igualmente, porque unas cuarenta personas entraron a escuchar la ponencia mientras ambos vicedecanos de estudiantes entraban a sacar fotos a les asistentes (algunos menores

de edad) y amenazaban a estos con la expulsión.

Una semana antes, mientras se informaba a los estudiantes de otra charla, nuestra compañera tuvo una discusión con una profesora al esta no dejarle entrar a un aula, habiéndolo pedido previamente. A continuación se dio una breve discusión que no

pasó a mayores y en la que no hubieron faltas de respeto por ninguna de las dos partes. Sin embargo, la universidad se escuda en esta discusión para argumentar que la compañera tuvo faltas de respeto y citarla a declarar. 

Lo cierto es que estos hechos son excusas que los decanatos de Filología y Filosofía de la Complutense han encontrado para intentar amedrentar a les militantes de las agrupaciones Contracorriente y Pan y Rosas. A raíz del crítico discurso que llevamos contra la institución universitaria, el cuál expresó

nuestra representante estudiantil en filología Blanca Maestro en el acto de presentación de principio de curso frente a cientos de estudiantes, hemos visto como se nos han puesto todas las trabas posibles, como el ordenar que se retiren todos nuestros carteles, las enormes dificultades a la hora de solicitar espacios y ahora este nuevo intento de represión.

En una universidad que mantiene todo tipo de convenios con la iglesia católica y sus colegios mayores religiosos en los que se reproducen actitudes machistas deplorables, una universidad dirigida por

empresas altamente contaminantes como Repsol, empresas famosas por sus prácticas antisindicales

como El Corte Inglés o bancos que desahucian a las familias como el Santander; a las estudiantes que

denunciamos esta realidad y nos organizamos contra ella se nos trata de reprimir y silenciar.

Esta no es una medida concreta contra nuestra compañera por hechos aislados, es un claro intento de utilizarla como chivo expiatorio para amedrentar al resto de estudiantes organizadas y abrir la

puerta a nuevas sanciones por estas mismas causas, dejando abierta la posibilidad de procesar también a los asistentes no identificades de la charla en la citación que le llegó a nuestra compañera.

No podemos permitir que la universidad consiga sentar este precedente sancionando a nuestra

compañera, tenemos que dar una respuesta unida y contundente por parte de estudiantes y

trabajadores de la universidad contra este atentado a la autoorganización de estos movimientos.

Numerosas agrupaciones de estudiantes, varios profesores y representantes estudiantiles de varias

universidades de Madrid (la UCM, la UAM y la UC3M) se han sumado a firmar el comunicado de denuncia que ha publicado Pan y Rosas y el próximo martes 29 de noviembre hay convocada una concentración en protesta frente al pabellón de gobierno (C/Isaac Peral, S/N) a las 10:30.

¡Frente a la represión de la universidad, movimiento estudiantil y obrero organizado y combativo!