Redacción •  Internacional •  26/03/2024

La Justicia británica aún no extradita a Assange a EE.UU. y le permite seguir apelando, pero no archiva el caso

  • La Justicia británica reclama a EEUU nuevas garantías sobre Assange para decidir sobre su extradición.
  • El tribunal británico establece el comienzo del nuevo proceso con una audiencia el 20 de mayo.
  • El Comité para la Protección de los Periodistas (Committee to Protect Journalist, CPJ), en un artículo titulado «Por qué la extradición de Julian Assange de WikiLeaks a Estados Unidos sería catastrófica para la libertad de prensa«, afirma que “los argumentos utilizados en el procesamiento contra Assange pueden establecer un camino legal para la persecución de periodistas y debilitar mucho la Primera Enmienda, que garantiza la libertad de prensa. El derecho de los periodistas a informar sobre asuntos de interés público sin miedo a la censura o las represalias puede verse perjudicado. Si Assange fuera declarado culpable de violar la Ley de Abuso y Fraude Informático, podría facilitar la criminalización de las interacciones de los periodistas de investigación con sus fuentes”.
La Justicia británica aún no extradita a Assange a EE.UU. y le permite seguir apelando, pero no archiva el caso

El Tribunal Superior de Londres ha abierto este martes una nueva vía para que el fundador de Wikileaks, Julian Assange, pueda tener una nueva revisión completa de su potencial extradición a Estados Unidos, a la espera no obstante de una serie de garantías requeridas a las autoridades estadounidenses.

Los dos jueces han entendido que los argumentos presentados por los abogados de Assange tenían fundamento, por lo que han anunciado una futura vista el 20 de mayo si antes Estados Unidos no puede acreditar una serie de requisitos, como que el acusado no será condenado a la pena de muerte o que se respetará la Primera Enmienda de la Constitución norteamericana, que consagra la libertad de prensa, informa la BBC.

Assange recibe un balón de oxígeno parcial, en la medida en que un rechazo frontal a sus argumentos tras las vistas de febrero en el Tribunal Superior ya habrían implicado dar por bueno el aval político a la extradición. En este caso, al fundador de Wikileaks sólo le quedaría dirigirse al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

El Gobierno de Reino Unido dio luz verde al traslado en junio de 2022, pero Assange, que llegó a permanecer cerca de siete años refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres, ha tratado de bloquearlo por todas las vías posibles. Sobre él pesan cargos por violar la Ley de Espionaje estadounidense y se arriesga a una condena de hasta 175 años de cárcel por la filtración de miles de documentos secretos.

En las vistas, los abogados del fundador de Wikileaks pusieron en duda que pudiese recibir un juicio justo en Estados Unidos y reivindicaron que en este proceso están en juego libertades fundamentales, ya que las actuaciones de Assange entrarían dentro del ámbito del periodismo y merecerían especial protección.

Asimismo, alegaron que a su cliente se le imputaban «delitos políticos» y que, por tanto, en su caso no era aplicable el tratado de extradición entre Estados Unidos y Reino Unido. Los jueces, sin embargo, han rechazado en su dictamen de este martes que el procesamiento derive de la expresión de opiniones políticas.

Para la parte estadounidense, se trata de hechos de especial gravedad y durante las vistas hicieron hincapié en las «profundas consecuencias» de las filtraciones, especialmente para las fuentes que aparecían identificadas en los documentos publicados por Wikileaks y relativos a situaciones de conflicto.

STELLA ASSANGE PIDE EL ARCHIVO DEL «VERGONZOSO» CASO

La mujer del fundador de Wikileaks, Stella Assange, se ha confesado «espantada» por el dictamen de este martes, ya que a su juicio da pie a que todo se resuelva con una «intervención política» de Estados Unidos. Por eso, y dado que mantiene que su marido es un preso político, ha emplazado a la Administración de Joe Biden a sustituir las garantías requeridas por el archivo de este «vergonzoso» caso.

AMNISTÍA INTERNACIONAL DUDA DE LAS «GARANTÍAS» EXPUESTAS POR EE.UU.

Para Amnistía Internacional, la decisión del Tribunal Superior «deja a Julian Assange y a todos los defensores de la libertad de prensa en el limbo«, aunque el asesor legal Simon Crowther ha prometido en un comunicado que «la lucha continúa». Por este motivo, también ha pedido a Estados Unidos que renuncie a la «segunda oportunidad» brindada por la Justicia británica y retire todos los cargos.

«Aunque Estados Unidos ya ha asegurado supuestamente a Reino Unido que no violará los derechos de Assange, sabemos por otros casos que estas ‘garantías’ tienen múltiples defectos y que los compromisos diplomáticos anunciados hasta ahora en este caso están plagados de vacíos legales», ha advertido.

EL COMITÉ PARA LA PROTECCIÓN DE LOS PERIODISTAS VISLUMBRA UN «PRECEDENTE», UN «CAMINO LEGAL PARA LA PERSECUCIÓN DE PERIODISTAS»

Por su parte, El Comité para la Protección de los Periodistas (Committee to Protect Journalist, CPJ), en un artículo titulado «Por qué la extradición de Julian Assange de WikiLeaks a Estados Unidos sería catastrófica para la libertad de prensa«, afirma;

Los argumentos utilizados en el procesamiento contra Assange pueden establecer un camino legal para la persecución de periodistas y debilitar mucho la Primera Enmienda, que garantiza la libertad de prensa. El derecho de los periodistas a informar sobre asuntos de interés público sin miedo a la censura o las represalias puede verse perjudicado.

Si Assange fuera declarado culpable de violar la Ley de Abuso y Fraude Informático, podría facilitar la criminalización de las interacciones de los periodistas de investigación con sus fuentes.

Si Assange es extraditado y procesado en Estados Unidos en virtud de la Ley de Espionaje, permitiría al gobierno estadounidense extraditar a cualquier editor de información clasificada de cualquier país con el que Estados Unidos tenga un acuerdo de extradición. Sentaría un precedente perjudicial para los gobiernos de todo el mundo, al establecer un marco mediante el cual los estados pueden perseguir a los periodistas a través de los tribunales, sin importar dónde se encuentren.

Además, el procesamiento de Assange en Estados Unidos sería un regalo para los líderes autoritarios que podrían citar el ejemplo de Washington la próxima vez que quisieran encarcelar a un periodista o editor molesto».

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*Con información de Agencias.


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