Alejandro Narváez Liceras •  Opinión •  03/06/2022

¿De qué hablaron en el Foro de Davos?

Después de 50 años, Davos se ha quedado sin ideas. Finalizó ya la edición 2022 de la cumbre, extendiendo el pesimismo y la preocupación sobre todo el mundo

¿De qué hablaron en el Foro de Davos?

Antes de nada, vale recordar que el Foro de Davos nace en 1971 en Ginebra (Suiza), como una organización sin fines de lucro, fundado por Klaus Schwab, un antiguo profesor de la Universidad de Ginebra. Esta cita anual también se conoce como el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en ingles). El Foro, ha servido durante más de 50 años como plataforma global donde líderes de empresas, gobiernos, organizaciones internacionales, la sociedad civil, ONGs, y el mundo académico se reúnen para abordar los desafíos globales cada año. Del Foro salieron ideas como el muy debatido The Great Reset (el gran reseteo) de la economía mundial, propuesto por el mismo Schwab, pero que no tuvo el eco esperado.

Esta última cumbre que acaba de terminar, llegó en un momento crucial desde el punto de vista geopolítico y económico. La inauguración del Foro fue bastante inusual respecto a años anteriores, estando a cargo del presidente ucraniano Zelenski, donde pidió dinero, más concretamente 5 mil millones de euros mensuales, aunque no dijo para que (supongo para paliar los efectos de la guerra y financiar el conflicto).

Lo que, si llamó la atención, es que la elite económica y empresarial mundial reunida en la cita anual, tenían 1,500 jets privados estacionados en Davos, que han hecho un largo viaje de cientos de kilómetros para llegar al Foro. Lo curioso es, que esta gente, cuando llegó al Foro hablaba de cambio climático, de conservación del medio ambiente, de desigualdad, de hambre, con el slogan “caminemos juntos para recuperar la confianza”. Pregunto: “¿La confianza en quién? ¿Confianza en ellos?

Sin embargo, el detalle más interesante de esta cita “obligada” fue la ausencia de los presidentes de Estados Unidos y China. Esta es la primera vez que no asiste ninguna autoridad de las dos potencias económicas del mundo. Faltaron también este año, el caviar y el vodka ruso. Ha sido un evento curioso, diferente, pero en esencia, lo mismo de siempre.

Temas de conversación

Pero, no vayamos a pensar que esta gente no hable de cosas interesantes. Uno de los temas tratados en el Foro ha sido la deuda de los países. La presentación estuvo a cargo de Kristalina Georgieva, jefa del FMI. Dijo que tenemos un problema con la deuda. Supongo que lo ha descubierto recientemente. Este es un viejo problema, que no ha dejado de crecer en los últimos 50 años y eso no tiene de momento, visos de cambiar. El mundo se debe así mismo 256% de lo que produce en un año, es decir de su PBI (véase el informe del FMI, 2022). Por las cifras conocidas, la deuda global es totalmente inasumible.

Kristalina también hablo del cambio climático y dijo “que es culpa exclusivamente del ser humano”. Si somos responsables habría que tomar medidas, si aun todavía es posible.  Según la jefa del FMI, esas medidas deben ser radicales desde el punto de vista de cambio de modelo energético que tiene el mundo. Sin embargo, creo que Kristalina no se ha da cuenta, que esa filosofía de cambio de modelo o matriz energética, vinculado sobre todo a las renovables, no puede reemplazar a las energías fósiles, al menos de momento. Pasarán décadas para que el mundo deje de usar el petróleo, el gas natural e incluso el carbón.

Migrar hacia a las energías renovables para salvar el planeta está muy bien. Pero, poner el foco en este momento sólo en al cambio del modelo energético lo veo casi imposible. Como dijo el Canciller Alemán Olaf Scholz en la clausura del Foro, los millones de seres humanos que están muriendo en el mundo por no comer, merecen prioridad. Mientras que, en los países desarrollados, están preocupados como lucir mejor sus abdominales en verano, en los países pobres, están preocupados si van a lucir o no sus costillas por no poder comer.

Tengo dudas que la gente que asiste al Foro analice los desafíos del mundo desde una óptica global y en serio. Cuando uno observa las sesiones  en directo (hoy posible gracias al streaming) se ve que sus “debates” terminan en bromas y risas. Hablan de problemas de la humanidad, pero lo hacen con una superficialidad asombrosa y con escasa aproximación de lo que pasa realmente en el mundo.

Kristslina dijo algo que es cierto: estamos ante el reto mas grave desde 1945. El mundo se enfrenta a una conjunción de elementos con una deuda brutal que no permite cambiar cosas y con los bancos centrales atrapados.  Bancos con políticas monetarias que no les funcionan y nos están llevando al desastre monumental, sacrificando el crecimiento económico y el empleo.

Desglobalización irreversible

La primera ejecutiva del FMI, dijo: “habría que evitar el proteccionismo y la desglobalización en curso”. Señores de occidente, podrían haber pensado antes de poner en marcha toda la batería de sanciones a un grupo de países, pero principalmente a Rusia. Precisamente esas medidas han sido el inicio de la desglobalización y estimuló el proteccionismo. La predica de occidente, “con Rusia ya no”, va configurando dos bloques geopolíticos. En la última reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (26 de mayo 2022), fue evidente cuando Rusia y China vetaron la propuesta de Estados Unidos de imponer nuevas sanciones a Corea del Norte. La fragmentación de la economía mundial en bloques, con diferentes normas comerciales y tecnológicas, sistemas de pago y monedas de reserva, parece irreversible.

Ese proceso de desglobalización y proteccionismo, que dicen que hay que parar como sea, tiene un serio problema.  Acaso, ¿no son ellos -me refiero a occidente- quienes han puesto en marcha todos las sanciones y modelos de proteccionismo y desglobalización, principalmente contra Rusia? Dicho sea de paso, sanciones que no han servido de mucho, excepto: más hambre en el mundo, crisis económica global, miles de vidas humanas perdidas en la guerra, negocio boyante para los vendedores de armas, etc. Parece que se han olvidado que en este mundo no sólo existen Estados Unidos y Europa. Hay más de un centenar de países, con intereses geopolíticos y económicos diferentes, que pueden organizarse fácilmente y crear nuevos bloques económicos.

“La fragmentación de la economía mundial en bloques, con diferentes normas comerciales y tecnológicas, sistemas de pago y monedas de reserva, parece irreversible”

Ahora mismo, tenemos un mundo totalmente partido en dos. Un mundo fragmentado y proteccionista, donde cada uno cuida lo suyo, una forma de autarquía. India es un ejemplo, seguido por otros 22 países según la OMC. La solución que ha planteado Kristalina y los otros asistentes al foro es: “fortalecer el comercio internacional eliminando trabas para bajar los precios” ¿Cómo es eso si las trabas las han creado ellos mismos? ¿Habrá marcha atrás con las sanciones a Rusia?

Hablaron también sobre la cooperación para reestructurar la deuda de los países más endeudados y vulnerables. ¿Será posible esta medida cuando vemos que las tasas de interés están subiendo continuamente? Me parece poco probable. También se habló de modernizar el sistema internacional de pagos transfronterizos, creando monedas digitales vinculadas a los bancos centrales. El CEO de Paypal, Daniel Schulman, (por cierto, el único que defendió las criptomonedas) dijo que la mejor fórmula para modernizar el sistema era usando la tecnología descentralizada como el blockchain. Y estoy de acuerdo.

El presidente del Banco Central de Francia dijo en su anteversión que las criptomonedas no valen nada. En realidad, repitió lo que había dicho antes Christine Lagarde, directora del Banco Central Europeo (BCE) y el viejo Warren Buffett. Al respecto, el numero uno de Paypal, dijo, algo realmente interesante: “el precio de las criptomonedas le daba igual y es algo circunstancial, puede ser poco o mucho. Lo relevante, es que las criptomonedas van ha revolucionar el sistema monetario internacional en un futuro cercano”.

Las reflexiones sobre el cambio tecnológico tampoco estuvieron ausentes. Los cambios tecnológicos son inexorables e inevitables. No acoplarse a esos cambios productivos y tecnológicos, no tener planes ni estrategias para caminar en esa dirección, será un desastre monumental para cualquier país. Mientras que, en nuestro país, la clase dirigente está discutiendo la vacancia de Castillo, el caso Bruno, Samir y Kerelim, la autonomía de Sunedu, el caso del Club Apurímac, etc., (yo no digo que no sean importantes, y no soy quién para reducir la importancia de esos pleitos), el mundo ha empezado a ser más eficiente por todas partes, automatizando procesos, robotizando fábricas. Claramente, aquellos que no están haciendo nada para adaptarse a esos cambios de modelo productivo, pueden perder el tren de la historia. Ojalá me equivoque.

Las empresas que han incorporado tecnologías avanzadas no han despedido a su gente. Países muy robotizados como Corea del Sur tienen, prácticamente, pleno empleo. La robotización lo que genera es eficiencia, productividad y empleo. Y eso se hace con planes y estrategia, pensado en las próximas generaciones, vinculando de verdad la Universidad a la empresa y sobre todo invirtiendo más en I+D+i (Investigación, desarrollo e innovación), sin abandonar los valores humanos.

Apunte final

En resumidas cuentas, Davos después de 50 años se ha quedado sin ideas. Se clausuró la versión 2022, extendiendo el pesimismo y la preocupación sobre el mundo. El escenario actual es: bajo crecimiento económico, más inflación, salarios reales más bajos, el endurecimiento de las políticas monetarias, elevado endeudamiento y mayor inseguridad alimentaria. La combinación de estos factores tendrá consecuencias “devastadoras” para la mayor parte de la población mundial. Avisados estamos.

Fuente: https://www.alai.info/davos-de-que-hablo/


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